La Calma Antes Del Reflejo

La ciudad respiraba un silencio inquietante. Alex caminaba entre techos y callejones, observando las luces que se reflejaban en los charcos como espejos quebrados. Sus sombras se movían a su alrededor, más obedientes que nunca, pero con un sutil temblor que le recordaba la fragilidad de su control.

—Es momento de entender —susurró Alex para sí mismo—. No solo pelear… sino comprender.

Cenit apareció a su lado, su presencia firme y silenciosa.
—Has aprendido mucho, pero aún no sabes lo suficiente sobre Luminar. Su poder y su historia no son simples obstáculos; son advertencias. Cada rayo de luz que dispara, cada movimiento que hace… está calculado para enseñarte algo.

Alex asintió, respirando hondo, concentrando toda su atención en la ciudad. Recordó lo que Luminar había dicho sobre los cristales, su papel como guardián y cómo la llegada de Alex había trastocado ese equilibrio.

—No puedo permitir que me sobrepase —dijo Alex, más firme—. Pero tampoco puedo pelear a ciegas. Necesito entenderlo… y controlarme a mí mismo antes de enfrentarlo de nuevo.

Las sombras se arremolinaron a su alrededor, como si comprendieran la importancia de esta pausa. Por primera vez, Alex no estaba preparándose para un ataque; estaba preparándose para aprender y adaptarse.

Desde lo alto, la ciudad parecía un tablero de luces y sombras, un recordatorio de que cada acción tenía consecuencias. Alex sabía que la verdadera batalla aún no había comenzado, pero por primera vez, sentía que podía enfrentarla con estrategia y conciencia.

El capítulo termina con Alex observando la ciudad mientras Cenit desaparece entre las sombras, dejándolo solo con su poder y su mente. La pregunta queda:
“¿Está Alex listo para enfrentarse a Luminar cuando llegue el momento? ¿Podrá dominar su poder sin perderse a sí mismo?”