Sombra y legado

El principe Dorian

El sol de la mañana filtraba sus primeros rayos a través de las cortinas de la lujosa cámara del palacio donde el príncipe Dorian residía. A diferencia de la opulencia que rodeaba a su media hermana, Elara, la habitación de Dorian estaba decorada con una sobriedad que reflejaba su posición de hijo bastardo, aunque la elegancia aún estaba presente. Dorian se había levantado temprano, inquieto por el acontecimiento que se avecinaba: la coronación de Elara como reina.

Se acercó a la ventana y observó el bullicio en la plaza principal, donde se estaban preparando los últimos detalles para la ceremonia. Sus pensamientos estaban llenos de incertidumbre y resentimiento. Aunque había aceptado públicamente el nuevo orden, en su interior seguía luchando con la injusticia que sentía sobre el trono.

Dorian se dirigió hacia el escritorio y tomó un sobre sellado con la cera real. Lo abrió con cuidado y sacó una carta escrita en una caligrafía elegante. Era un mensaje de uno de sus seguidores más leales, un noble influyente que había comenzado a cuestionar la legitimidad de la coronación de Elara. La carta contenía un plan para presionar a la nueva reina y reclamar una parte del poder para Dorian.

A medida que el día avanzaba, Dorian se preparó para asistir a la ceremonia de coronación. A pesar de su esfuerzo por parecer complaciente, su rostro reflejaba la tensión de una estrategia en marcha. Cuando llegó al gran salón del palacio, se encontró con un grupo de nobles que habían sido sus aliados y que también estaban inquietos por la coronación de Elara.

Lord Roderic, un noble de amplia influencia y aliado de Dorian, lo recibió con una sonrisa fría. "Príncipe Dorian, es un honor verte aquí. ¿Cómo te sientes respecto al nuevo reinado de tu hermana?"

Dorian forzó una sonrisa. "Como bien sabes, Lord Roderic, mi papel en este evento es secundario. Sin embargo, no puedo evitar sentir que algunas cosas deberían ser reconsideradas."

Lord Roderic asintió en señal de comprensión. "Lo entiendo. Muchos de nosotros compartimos esa preocupación. La legitimidad de Elara no es tan clara para todos."

La ceremonia se llevó a cabo con una solemnidad que contrastaba con el tumulto que se gestaba en las sombras. Elara, ataviada con una corona dorada y un vestido de gala, se dirigió al altar con una dignidad y gracia que impresionaron a muchos. Los nobles, mientras tanto, observaban con una mezcla de respeto y escepticismo.

Dorian no podía evitar sentir un nudo en el estómago mientras observaba a su hermana recibir el reconocimiento del reino. Aunque se mostraba cordial, sus pensamientos estaban centrados en cómo podría influir en el futuro del reino.

Después de la ceremonia, Elara se dirigió a una de las salas privadas para recibir a los nobles y dignatarios. Mientras conversaba con ellos, Dorian se acercó y pidió una audiencia privada con su media hermana. Aunque Elara había esperado su visita, no pudo evitar una sensación de inquietud.

"Dorian," dijo Elara al verlo entrar, "¿cómo te ha ido en el día de mi coronación?"

Dorian la miró con una mezcla de desafío y diplomacia. "Hermana, como te he dicho antes, estoy dispuesto a apoyar tu reinado, pero creo que hay algunos asuntos que deberíamos discutir."

Elara se acomodó en un sillón y lo invitó a sentarse. "Dime, ¿qué es lo que te preocupa?"

Dorian tomó una respiración profunda. "Hay descontento entre algunos de los nobles. Ellos creen que tu ascensión al trono no ha sido del todo legítima. Creo que debemos abordar estos problemas antes de que se conviertan en una amenaza mayor."

Elara lo miró con atención. "Entiendo tus preocupaciones, Dorian. Pero quiero que sepas que estoy dispuesta a trabajar con aquellos que buscan la estabilidad del reino. Si hay problemas que resolver, prefiero hacerlo de manera abierta y justa."

Dorian asintió lentamente. "Aprecio tu disposición. Me gustaría sugerir que formemos una comisión para revisar los asuntos que han causado inquietud entre los nobles. De esta manera, podemos evitar que las tensiones escalen."

Elara consideró la propuesta y asintió. "Está bien, formaré una comisión y te invitaré a participar. Pero recuerda, mi prioridad es mantener la paz y la estabilidad en Aeloria."

En los días siguientes, Dorian se dedicó a consolidar su influencia entre los nobles. Visitó a varios de ellos, discutiendo sobre el futuro del reino y cómo podrían trabajar juntos para resolver las tensiones. Su habilidad para negociar y su conocimiento de las intrigas políticas le dieron una ventaja.

Algunos nobles comenzaron a ver a Dorian como una figura clave en el nuevo orden, alguien que podría ofrecer un equilibrio en el poder. Sin embargo, su creciente influencia no pasó desapercibida para Elara.

La primera reunión de la comisión, formada para abordar las inquietudes de los nobles, se llevó a cabo en la sala del consejo. Elara, Dorian y varios nobles se sentaron alrededor de una gran mesa de roble, listos para discutir los problemas que habían surgido.

Lord Cedric, como presidente de la comisión, abrió la reunión. "Vamos a escuchar a cada uno de los representantes y tratar de llegar a un consenso sobre cómo resolver las inquietudes que han surgido."

Dorian se dirigió a la mesa con una actitud colaborativa, pero sus comentarios estaban cuidadosamente calculados para reforzar su posición. "Es crucial que abordemos estos problemas de manera efectiva. Si trabajamos juntos, podemos garantizar que el reino prospere."

Elara escuchó atentamente, observando cómo Dorian y los nobles interactuaban. Aunque estaba dispuesta a aceptar sus sugerencias, también sabía que debía estar atenta a cualquier intento de manipulación.

A medida que avanzaban las reuniones, la tensión interna entre Elara y Dorian se mantenía en un delicado equilibrio. Ambos estaban comprometidos con el bienestar del reino, pero sus métodos y motivaciones a menudo chocaban.




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