Sombra y legado

El asalto a la ciudadela

La caída de la ciudadela, el corazón del poder en Aeloria, era inminente. Tras la presentación de Selene, la tensión en el reino había alcanzado su punto culminante, y la guerra de poder entre Elara y Dorian estaba a punto de entrar en una fase decisiva. El capítulo 22 se centra en el audaz asalto de Dorian a la ciudadela, un intento por tomar el control y decidir el destino del reino.

Dorian, consciente de que el tiempo se estaba agotando, decidió que debía tomar medidas drásticas. Había planificado el asalto con precisión meticulosa, reuniendo un ejército compuesto tanto por soldados entrenados como por mercenarios leales a su causa. Su objetivo era tomar el control de la ciudadela y capturar a Elara, así como asegurarse los recursos y el poder estratégico del reino.

Dorian utilizó sus informantes para recopilar información detallada sobre la disposición de las fuerzas de Elara y los puntos vulnerables de la ciudadela. Planeó el asalto para la noche, aprovechando la oscuridad para minimizar la visibilidad y la capacidad de respuesta de las defensas.

A la medianoche, el asalto comenzó. Los soldados de Dorian se infiltraron en la ciudadela utilizando túneles subterráneos y rutas secretas que habían sido preparadas previamente. La sorpresa fue total. Los defensores de la ciudadela, que habían bajado la guardia tras una noche aparentemente tranquila, se encontraron de repente bajo ataque.

Las puertas y murallas fueron atacadas con explosivos, y el estruendo de los combates llenó el aire. Los gritos de los soldados y el choque de espadas crearon un caos que se extendió rápidamente por la ciudadela.

Elara, quien había estado en una reunión con sus consejeros, fue despertada por el estruendo. Consciente de la gravedad de la situación, se dirigió rápidamente a la sala de comando del palacio. Allí, Maren y Lord Cedric ya estaban organizando una respuesta rápida.

"¡Tenemos que defender la ciudadela!" ordenó Elara con determinación. "Convocad a las tropas leales y cerrad las entradas principales. No podemos permitir que tomen el control sin luchar."

Los defensores, aún sorprendidos por el ataque, comenzaron a organizarse y a resistir. Elara lideró a sus tropas en la defensa de las áreas críticas del palacio, enfrentándose a los atacantes con valentía y determinación.

La lucha dentro de la ciudadela fue feroz. Dorian y sus tropas avanzaron rápidamente por los pasillos, tomando control de las zonas clave mientras enfrentaban una resistencia desesperada. El combate era intenso, con enfrentamientos cuerpo a cuerpo en cada rincón y cada pasillo.

Elara, con su espíritu indomable, luchaba en la primera línea, dirigiendo a sus soldados y coordinando la defensa. La batalla era una prueba de resistencia y estrategia, y la situación se volvía cada vez más crítica a medida que las fuerzas de Dorian avanzaban.

En medio del caos, Dorian logró abrirse paso hasta el salón del trono. Allí, se encontró cara a cara con Elara en una confrontación decisiva. El duelo entre ambos líderes era el clímax de la batalla, y la tensión era palpable.

"Dorian," dijo Elara con firmeza, "este asalto no solo pone en peligro mi vida, sino el futuro de Aeloria. No permitiré que tu ambición destruya lo que hemos construido."

Dorian respondió con una mezcla de desafío y determinación. "Elara, tu gobierno ha llevado al reino a una situación insostenible. Este asalto es necesario para restaurar el orden y la justicia."

A medida que la batalla se intensificaba y las defensas de la ciudadela se veían superadas, Elara tomó una decisión estratégica. Decidió organizar una retirada planificada para preservar a sus tropas y permitir una reorganización futura. La retirada era dolorosa, pero era la mejor opción para evitar una derrota total.

Elara y sus aliados se retiraron a una posición segura fuera de la ciudadela, dejando atrás una fortaleza que había sido el símbolo de su autoridad. Aunque la retirada fue un golpe duro, era una medida necesaria para preservar la esperanza de una futura victoria.

Con la retirada de Elara, Dorian tomó el control de la ciudadela. La victoria fue celebrada por sus tropas, pero la conquista dejó a la ciudadela en un estado de destrucción y caos. Aunque Dorian había logrado tomar el control, el impacto del asalto fue evidente en el desorden que dejó a su paso.




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