Sombra y Luz

Capítulo Especial 9.5

Fuerza y Valor: Nace el idilio de Magnus y Sena

 

La guerra de la Sombra y la Luz ha terminado. Silfer y sus lacayos fueron vencidos y la Facultad de Derecho siguió adelante con sus actividades en completa normalidad (sin considerar los paros y las manifestaciones sociales típicas de la vida estudiantil).

Ahora el destino de todos los leguleyos estaba en manos de cinco jóvenes héroes, los llamados 5 de la Luz, liderados por el héroe de la Facultad, el campeón de la Esperanza y Portador de Luz, Magnus.

El valiente y audaz joven, junto a sus amigos Julius, Josy, Sena y Flora, unieron sus destinos para pelear juntos por sus compañeros y mantener a salvo a la Facultad de la amenaza constante de Silfer y sus aliados, quienes seguían presentes, aunque débiles, pues ahora la escuela ha tomado las debidas precauciones para impedir que vuelvan a repetir situaciones como la de aquella batalla ya disputada y que afortunadamente no provocó mayores inconvenientes.

Los cinco amigos habían terminado sus exámenes finales y se disponían a disfrutar algunos días de esparcimiento juntos, antes de irse de vacaciones, cada uno por su cuenta. Entre ellos había mucha confianza y un fuerte lazo de amistad. Como todos saben, Julius y Josy son pareja desde hace algún tiempo y se amaban mutuamente (¡ay qué bonito!). Flora, quién llegó recién ese mismo año, aún no tenía pareja, pero era feliz estando con sus amigos, a pesar de ser una chica muy linda y coqueta.

Pero quienes eran el centro de atención de este quinteto, eran especialmente sus dos líderes, Magnus y Sena. Él, un chico inocente y guapo, pero con un fuerte sentido de determinación y justicia, luchador y por sobre todo, muy generoso. Ella, una valiente chica, de fuerte carácter, inteligente y astuta, dotada de una extraordinaria belleza, pero también de una increíble fuerza, pero que compensa con un lado amable y cariñoso, que solo lo demuestra con aquellos que considera sus más cercanos, pero muy especialmente con quien es hoy por hoy su mejor amigo, o sea, Magnus, además de luchar permanentemente a su lado.

Desde aquél día en que se conocieron hasta hoy, han desarrollado una poderosa amistad que los ha mantenido unidos como compañeros, no solo en los estudios, sino también en los actos heroicos, luchando como un gran equipo. Pero a medida que el tiempo transcurría, ambos jóvenes comenzaron a experimentar ciertos sentimientos el uno por el otro, cosa que no habían percibido antes. El punto de inflexión se produjo cuando Magnus salvó a Sena de ser lastimada por Silfer en aquella batalla. ¿Será acaso que ambos finalmente comenzarán a enamorarse y confesarán de una vez sus sentimientos?

 

— Viejo, aún sigo sin entender como logras pasar Procesal. —Decía Julius con algo de incógnita.

— Bueno, es que a mí me gusta el ramo, es entretenido y fácil de aprender. —Decía sonriente Magnus.

— ¿Qué, estás loco Magnus? Procesal es el ramo más aburrido de toda la carrera, solo son principios, procedimientos y nada más. No hay siquiera doctrina que discutir, es tan cuadrado. —Reclamaba quejumbrosa Sena.

— ¡Ah sí! Olvidaba que a ti te gusta mucho Civil, eres buena para discutir sobre doctrina, no me sorprende en todo caso. —Afirmó Magnus.

— ¡Qué quisiste decir con eso idiota! —Exclamó furiosa Sena apretando el puño.

— ¡Calma niños, no se peleen, ya parecen una pareja de recién casados! —Decía sonriente Josy.

— ¡Sí, es verdad! Últimamente han estado discutiendo muy seguido. —Agregó Julius.

Los dos se pusieron rojos al escuchar esa frase y miraron al otro lado, enojados ambos por su propia conversación, mientras los tórtolos y también Flora solo reían por la situación que se producía entre ellos.

 

— ¡No se rían! No es mi culpa que este idiota sin remedio meta la pata todo el tiempo. —Decía sulfurada Sena.

— ¿Qué QUÉ? ¡Eso no es verdad! —Negaba las acusaciones Magnus.

— Viejo, acostumbras hacer eso todo el tiempo, incluso cuando estamos peleando contra los malos. —Decía Julius.

— ¡Julius! —Exclamó fastidiado Magnus.

— Y lo peor de todo es que ni siquiera te das cuenta, porque eres demasiado inocente todavía. —Aclaró Josy.

— ¡Josy! ¿Tú también? —Dijo lamentándose por los comentarios Magnus.

— ¡Gracias chicos! Al menos ustedes sí me entienden, no como “otro” que conozco que lo único que hace es sacarme de quicio. —Dijo Sena aludiendo a la torpeza de su mejor amigo.

— Pero de todas maneras Josy tiene razón en algo hermana. Tú y Magnus discuten muy a menudo, y en efecto sí parecen un matrimonio de recién casados. —Dijo risueña Flora.

— ¡Flora, no digas tonterías, eso es absurdo, ni de broma querría casarme con este tarado! —Exclamaba incómoda su hermana mayor.

— ¡Vamos hermana, a quién quieres engañar! —Afirmaba Flora—. Te gusta Magnus, eso es obvio.

— ¿Qué dices? Claro que no, digo...lo que pasa es que yo... —Decía entrecortada y nerviosa Sena.

— Sena, no tienes para que ponerte nerviosa, ya lo sabemos. —Decía Julius.




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