Capítulo 5: Gideon

Y ahí está el maldito correo donde Nika me informa sobre su embarazo. Me volví loco buscándolo porque no tenía sentido que ella mintiera. Y de verdad que me llamó varias veces y envió mensajes y dos correos. Como envié el primer correo a spam sin leerlo, el correo informándome del embarazo fue directamente a esa parte y no vi el más importante. Bloqueé su número en mi teléfono luego de la segunda llamada y el primer mensaje. No recuerdo que Nika haya estado en mi empresa. En ese momento mi cabeza estaba en la reciente muerte de mi tía y el fallo de mi venganza porque a mi tío no le importó la muerte de su mujer, creo que se sintió aliviado para seguir con sus amantes.

Fui un completo idiota. Pensé en lo que yo sentía y quería. No respondí queriendo olvidarla porque mi vida era un desastre y no me detuve a pensar que ella quería hablar conmigo de su embarazo y me perdí cuatro años de la vida de mi hija.

El correo no lo hubiera encontrado si no supiera como recuperar correos de spam, dado que se eliminan después de treinta días. Yo cree un sistema para que esos correos se almacenaran y poder borrarlos manualmente luego de echarles una mirada.  

Apoyo la cien sobre mis manos sin poder creerlo, sintiéndome la peor persona del planeta. Tengo una hija que piensa que no la quiero. Una hermosa e inteligente niña que se robó mi corazón sin saber que era de mi propia sangre. Y su madre me odia porque fui un maldito idiota que no tiene justificación alguna.

¿Y ahora qué? Han pasado dos días y Nika no se ha puesto en contacto conmigo. Yo no puedo llamarla porque no tengo su número y no sé donde se hospeda. Le pedí a Cole que averiguara que hacía Nika en la firma de abogados para la que trabaja y así obtener algo de información, pues no sé nada de su vida.

La primera vez que nos conocimos, apenas hablé con ella, si bien me pareció hermosa, inteligente y divertida. Mantuve las distancias porque se trataba de la novia de mi supuesto amigo Iñaki. Aunque él se acostó con mi novia de la Universidad sin importarle lo que yo podía sentir, no quise hacer lo mismo. Una cosa era una novia de la cual no estaba enamorado, y otra muy diferente es una novia de la que mi ex amigo parecía estar enamorado, algo que resultó ser mentira porque no la hubiera engañado con la hermana.

Aquella vez que ella apareció por mi departamento, no pude dejarla ir. No quería que tuviera sexo con otro hombre y aproveché mi oportunidad porque la deseaba. Claro que no imaginé que era virgen, ella no lo dijo hasta que fue tarde e Iñaki nunca mencionó nada.

Fuera de eso, no sé nada de la vida Nika. Recuerdo que era diseñadora gráfica. ¿Lo seguirá siendo? ¿De qué trabajara? No quiero mandar a investigarla, aunque lo haré si no me llama pronto.

Entiendo que esté enojada, que verme fue un fuerte impacto y no puedo culparla, sin embargo, no me alejaré de mi hija. No me perderé más cosas de su vida.

No quiero ir a la justicia, pero lo haré si es necesario. Puedo ser comprensivo hasta que llegan a mi límite y dejo de serlo.

Es mi hija y todo lo demás me importa una mierda. Me siento mal y culpable, y lo seguiré sintiendo hasta que logre estar en la vida de la pequeña Regina.

Todavía no asimilo que la niña con quien hablé sea mi hija.

Mi teléfono suena y me apresuro a responder, con la esperanza de que sea Nika.

—Eres tú, Cole.

—Siento desilusionarte.

—Dime.

—Nika y sus hermanas están con uno de los socios de la firma por la cuestión de la herencia de su madre, quien murió hace una semana. Según me comentó la asistente, una de las hermanas quiere la fortuna solo para ella y está peleando para que sea así y las otras dos no se lo permiten. En realidad, la tal Nika quiere darse por vencida porque dice que no le interesa el dinero y la tal Assia no da el brazo a torcer. Justo ahora están discutiendo.

—¿Están ahí?

—Sí.

—¿Hay una niña?

—No, solo las tres hermanas y el abogado. ¿Por qué te interesa tanto?

—Nika es la mujer de quien te conté. La ex prometida de Iñaki.

—No me jodas. ¿La que resultó ser virgen y desfloraste?

—La misma. No digas desflorar que suena horrible.

Ríe.

—El mundo es pañuelo. ¿Por qué el interés ahora?

Cole, a diferencia de Iñaki, es un verdadero amigo. Él y Jake son los únicos en quien puedo confiar y sé que no me van a traicionar.

Cole y yo nos conocimos de niños siendo vecinos, luego me mudé lejos con mi tío cuando tenía nueve años. Perdimos contacto y nos volvimos a reencontrar en la Universidad. Coincidimos en una fiesta a pesar de ir a universidades diferentes.

A Cole nunca le agradó Iñaki y luego de que este se acostara con mi novia, decidió apartarse. Eran rivales de las leyes. Yo no lo hice a un lado a Iñaki por creer que merecía otra oportunidad. No me parecía apropiado arruinar la amistad por una chica que no era el amor de mi vida. Una que no valía la pena si se acostaba con el amigo de su novio. Por suerte, Iñaki me ahorró el trabajo de cortar nuestra amistad cuando lo hizo después de enterarse que me acosté con su ex. Debió estar furioso al saber que ella me entregó su virginidad en un momento mientras que él invirtió tiempo y atenciones sin obtener nada. Bueno, si hubiera mantenido su miembro dentro de los pantalones y no la hubiera engañado con su hermana, se habría casado con ella y yo no la habría tenido. Hubiera tenido que ir a su boda y fingir felicidad por la pareja ocultando el deseo que sentía por la esposa.