Sombras de amor

Capítulo 8: Nika

Invité a Gideon a la casa con la intención de que Regina y él se conocieran en un lugar familiar y cómodo para ella. No pensé que los dos se llevarían tan bien. Incluso fue testigo de una rabieta de mi pequeña, que fue cuando me pidió los dulces luego de cenar y solo le di un par. Mi hija es inteligente, no hace rabietas cuando está conmigo al menos que haya otra persona presente que considere aliado como suele pasar con Assia. Trey no me lleva la contraria, mi hermana sí y Regina se aprovecha.  

Gideon se puso de su lado y pasé por alto que me pidió dos dulces y se los pasó a Regina cuando me levanté por más jugo. Le reclamé y me dijo que no tenía que llevarle la contraria ahora porque es mi amigo, no el padre y ahí esclava de mis propias palabras, sin embargo, prometió no llevarme la contraria en temas delicados o específicos.

Aunque podría ser más dura con él y menos amable, decidí darle el beneficio de la duda por el bien de Regina, quien es muy perspicaz y no quiero que note tensión entre Gideon y yo. No es bueno para ella y menos si más adelante descubre que es su padre. Es mejor ceder.

Seco las manos y busco a Gideon en la habitación de Regina, donde fue arrastrado para leer un cuento. Claro que él fue encantado.

No se parece en nada al Gideon Foster que yo conocí. Lo pude notar más cálido y divertido. ¿Será debido a Regina o habrá cambiado con el tiempo?, es la pregunta que me hago mientras me asomo.

Regina está dormida y Gideon la observa en silencio con mirada nostálgica, supongo que sintiéndose culpable por haberse perdido cuatro años de su vida. Ni modo, es lo que pasó y toca vivir con las consecuencias de nuestras acciones.

—¿Llegó al final del cuento o se quedó dormida a la mitad? —interrumpo sus pensamientos entrando en la habitación.

—En el principio.

—No me sorprende—acomodo el pulpo a su lado y la tapo hasta los hombros—. Se levantó temprano para su clase de francés, luego estuvo jugando con una compañera de natación y se fueron juntas a la clase. Cuando eso pasa, cena más temprano porque se duerme. Hoy aguantó un poco más porque estabas tú.

—¿Toma clases de francés porque es el idioma principal de Canadá?

—Sí y porque le gusta.

Le hago señas para salir y él me sigue a la cocina donde debo terminar de secar y guardar. Gideon se ofrece a ayudarme y acepto, aunque no parece un hombre que haga algo en la cocina. Regina le preguntó si sabía cocinar y él respondió que no. Puede hacer cosas básicas como huevos revueltos, freír algo, pero nada más. Ella le dijo que está aprendiendo a hacer pasteles y galletas conmigo, que yo le permito romper los huevos y colocar los ingredientes. Le ofreció enseñarle una vez que aprendiera bien ella.

—Ella es maravillosa, Nika. No te das una idea de lo mucho que me arrepiento de no haber atendido tu llamada, aunque sea para escucharte una sola vez. Te agradezco que me hayas recibido aquí para pasar tiempo con ella y conocerla.

—Gideon…

—Ya sé, está en el pasado y no se puede cambiar, aun así, la culpa está. No fue por ti, por creer que buscabas compromiso porque estaba seguro de que no era así cuando acabas de romper uno.

—Entiendo, ahora, que debió ser complicado para ti acostarte con la prometida de tu mejor amigo. Yo no le dije nada a Iñaki, pero él supo porque se lo dijiste tú. Me preguntó si era verdad porque no podía creer que le entregara mi virginidad a otro hombre después de todo lo que esperó para tenerme y que solo me engañó por falta de sexo.

Me pasa el plato seco y se apoya en la isla.

—¿Qué le dijiste?

—Que no tenía derecho a preguntarme nada, ni hacerme reclamos después de que lo encontré con mi hermana. Lo correcto hubiera sido que hablara conmigo con respecto a la sexualidad y no engañarme con ella. Luego le dije que no me interesaba arreglar nada y que podía irse al infierno. Finalmente, colgué y no respondí sus llamadas hasta que dejó de molestar. ¿Por qué le contaste que nos acostamos? ¿Por culpa? ¿Por alguna especie de venganza?

—No, para ser sincero. Así como él me dijo que se acostó con mi novia de la Universidad mientras era mi novia y me pidió perdón. Yo le dije que consolé a su prometida y que no me arrepentía.

Abro la boca con sorpresa. No sé si por saber que Iñaki se acostó con la novia de Gideon o porque le dijera que no se arrepentía de acostarse conmigo. No me esperaba eso.

—Entonces te acostaste conmigo por venganza. Ahora entiendo cuando dijiste que te lo debía.

—No fue por eso.

—Está bien, no me importa y no puedo juzgarte. Supongo que dejaron de ser amigos.

—No era mi mejor amigo y dejó de hablarme luego de intentar golpearme sin suerte tras decirle lo que pasó entre nosotros. Mi mejor amigo se llama Cole y es abogado. Y él no era amigo de Iñaki porque no le caía bien y no le gustaba fingir que sí. 

—Idealicé a Iñaki durante nuestra relación ignorando su verdadera personalidad, ahora termino por confirmarlo.

—Te hizo un favor.

—Es cierto. Si no los hubiera encontrado, me habría casado con él, no me habría dado que la hermana con quien debía tener una relación era Assia y no Naila y hubiera seguido justificando a mi madre, sintiendo culpa por no quererla y creyendo que debía hacerlo solo porque era mi madre. Le hubiera entregado mi virginidad a un idiota que no la merecía.




Reportar suscripción




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.