"Es hora de ir abriendo los ojos querida sacerdotisa" Murmura la voz de un hombre, tocando la mejilla pálida de una dulce mujer la cual se encontraba dormida, abre sus puros y limpios, hermosos ojos blancos, una mirada borrosa la cual se pone sobre tres figuras lejanas a lo lejos.
"¡AH!, ¡PERDÓN, NO DEBERÍA ESTAR DORMIDA!" Murmura la sacerdotisa levantándose de su sueño algo exaltada y sonrojada, y de rodillas hace una reverencia.
Su pelo plateado casi celeste brillaba con el sol.
"No te preocupes, quería ver a la sacerdota, voy a dejar a estos niños a tu cuidado señora Uma" Responde Hidder devolviendo la reverencia a la gran sacerdotisa.
"Ya veo" Suspira Uma levantándose del piso, mostrando su belleza.
Kael y Eryss seguían en silencio mirando a esas dos grandes figuras frente a él.
"Es un placer conocerlos, mi nombre es Aiko, el guardaespaldas de la señora Uma" Se presenta el señor que estaba al lado del altar (cama) de Uma.
<¿Para que nos trajeron aquí? Parece que Hidder quiere retrasarnos, yo solo quiero a mi madre y largarme> Se queja Kael mirando de reojo a Hidder con el ceño fruncido.
"Vayan" Se despide Hidder dándoles una palmada en la espalda y los empuja levemente hacía Aiko y Uma.
Para después finalmente despedirse con la mano en alto y dejar la sala.
Una sala circular, iluminada por un enorme vidriar en el techo, con una selva de fondo, y solo un pequeño espacio en el centro con la cama de Uma y la silla de Aiko y el pasillo que conduce con la puerta de salida.
"Ustedes deben ser hijos de la señorita Varen, les puedo asegurar que esta bien, así que no se preocupen y en cuanto a ustedes supongo que el rey del calabozo los va a buscar, así que deberán quedarse conmigo" Explica Uma rápidamente levantándose y caminando con paso elegante hacía Eryss y Kael.
Kael se pone rígido y suelta un suspiro.
"Es un gusto tenerla aquí, soy Eryss" Se presenta Eryss inclinándose a Uma.
Kael mira a todos los lados avergonzado y finalmente hace una reverencia.
"Y yo Kael, un gusto" Se presenta Kael con sus piernas temblando y sus ojos tan cerrados que duele.
"Tranquilos, su madre ya me hablo de ustedes" Aclara Uma acariciando la cabeza de Kael y Eryss.
Kael queda como una estatua, mientras que Eryss lo disfruta.
"Las clases en esta academia no son tan iguales como en las escuelas de afuera, así que no esperen que sea como afuera" Añade Aiko, él cual seguía sentado mientras se estira un poco.
"¿No es una cárcel?" Pregunta inocentemente Kael separándose de las caricias de Uma de forma disimulada.
"Ya quisiera que fuera así" Contesta Aiko levantándose de su silla y caminado hacía los dos.
Uma se pone rígida y se separa de los niños.
"Cada uno de los signos en esta escuela en total 14 contando los sirvientes y guardias, divididos en 7 príncipes, esos 7 príncipes eligen a 14 niños que representan los signos y estos son como un consejo" Explica Uma regresando a su cama con tranquilidad para echarse a dormir.
<¿Se irá a dormir así nada mas?> Se preguntan Kael y Eryss al mismo tiempo.
"Todos estos se juntan para elegir a los mas influyentes en el reino, personas capaces y con una gran hoja de vida y los convierten en videntes maestrales, se eligen un par de estudiantes por mentor y este es el que les enseña usando las enormes instalaciones" Termina de añadir Aiko mirando de reojo como Uma se coloca a dormir.
"Es muy complicado, ni siquiera se si quiero estudiar aquí" Responde Kael rascando su nuca incomodo.
"Si no estudiamos y nos vamos corremos el riesgo de que no tomen presos y maten a nuestra madre" Replica Eryss con una actitud algo seria y profesional.
"¿De donde sacas ese tonito?" Murmura Kael mirando a su hermano extrañado.
"Así es, tiene suerte pero tal parece que Zirma quiere tenerlos y va a usar a su madre como moneda de cambio, deben estar listos" Destaca Aiko cruzando los brazos.
Kael suspira frustrado obligado a estar en ese lugar.
"Varen ya les eligió un vidente, Aiko los guía" Ordena Uma mientras cae dormida en su cama.
"Es la hora vamos" Manda Aiko dándose la vuelta y empieza a caminar.
Kael y Eryss estaban impactados, sus ojos oscurecidos pero igual en silencio dejan la sala con Aiko.
Mientras caminan por el gran pasillo del lugar.
"Una pregunta señor Aiko, ¿Por qué la señorita Uma se queda dormida?" Pregunta Eryss algo confundido.
"Porque es una perezosa" Responde Kael con sarcasmo inclinado su cabeza hacía la luz de las ventanas.
"Ella es parte de las sacerdotas, como vieron en el Hower, ella tiene que mantener vivas las plegarias de la gente junto con otras 4 sacerdotas, mantener esa fe y plegarias las cansa mucho" Señala Aiko con una sonrisa mientras camina.
<Es cierto... la fe, nuestra especie se dividió en una Pangea y casi no hay conexión con otras ciudades, casi todos estan apartados, el mundo de afuera es inhabitable y peligroso por culpa de los dragones y su guerra de hace siglos, los humanos solo quieren tener un signo de fe, algo en lo que puedan creer> Analiza Kael con emoción recordando cada palabra de los libros que había leído con un pequeño sonrojo.
Eryss lo mira de reojo con algo de tristeza.
<Pobre mi hermanito... si tan solo pudiera ser mas fuerte, podría ayudar a todos, no sirvo para pensar, debo darlo todo de otra forma> Observa Eryss apretando los puños y cerrando los ojos mientras siguen su camino.
"Y aquí la sala donde deben esperar" Dice Aiko deteniéndose frente a una puerta metálica y lentamente la abre.
Desde adentro sale un olor horrible de alcohol, Kael se tambalea y Eryss directamente se desmaya.
"Mi hermano es muy débil a los olores alcohólicos" Murmura Kael intentado cargar a Eryss.
"Eso se nota, ahora entren" Ordena Aiko tapándose la boca.
Kael cargando a su hermano entra en la sala aun sin dar un solo respiro.
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Editado: 09.09.2025