Sombras de Erytharis

Séptimo capitulo: La mirada oscura del mellizo

<Abre los ojos Nald Wert, mira lo que haz hecho, solo causas dolor a donde vas> Se dice ese chico misterioso a si mismo mientras ve esa mirada de dolor en Uma.

La sacerdotisa reacciona con brusquedad, suelta un grito desgarrado en todo el lugar.

La torre entera tiembla, Nald siente como todo a su al rededor se convierte en un espacio en blanco, solo puede abrir los ojos sorprendido e impactado y lo último que ve cuando todo queda en nada es una lagrima de Uma.

"Yo solo quería pedir ayuda" Murmura Nald para si mismo mirando sus manos manchadas de sangre mientras todos desaparece a su a rededor.

Solo pestañea una vez y vuelve a abrir los ojos encontrándose en medio de un bosque completamente seco, rodeado de la vegetación muerta, trata de fingir una sonrisa que no logra formarse mientras las lagrimas se desbordan.

Nada había pasado, o eso parecía, de regreso en la torre, Uma abrió los ojos y siente un aroma de flores que la deja encantada, un pétalo cruza la mirada.

"¿Que paso?" Se pregunta Uma sintiéndose algo vacía, pero sin poder recordar nada.

Uma se levanta mirando su alrededor sintiéndose desorientada.

<Siento que falta alguien> Nota Uma mirando la palma de sus manos para después apretarlas en un puño y finalmente mirar al techo.

Mientras eso pasaba, un par de pisos mas abajo.

Los pasillos comerciales ese día se encontraban algo vacíos, un par de personas caminando y paseando, por el lugar Kael y Eryss caminaban.

Eryss toma una manzana roja de un puesto amablemente de una señora que solo sonríe.

"Parece que aquí la comida es gratis" Nota Eryss para finalmente darle un mordisco a su manzana.

"Creo que solo son amables..." Añade Kael, pero antes de poder seguir siente una presión que llena el lugar.

Eryss y Kael se detienen en seco y cuando se voltean disimuladamente esa presión desaparece, salen de ese trance y sacuden su cabeza.

"¿Que fue eso?" Pregunta Kael algo confuso, su vista se pone borrosa pero un segundo después regresa a la normalidad.

"Oye tu...¿Eres un perceptor de almas?" Pregunta una voz amable de alguien detrás de ellos.

Eryss es el primero en voltearse, ve a un chico alto algo musculoso, pelo amarillo y ojos negros, una bata blanca y un collar de oro colgando en su cuello.

"No se de que hablas" Responde Kael algo exaltado ocultándose detrás de Eryss.

"Debes equivocarte de persona señor, nosotros somos nuevos" Aclara Eryss mirando a los ojos a ese señor.

"Tranquilos, ser perceptor de almas es algo común no se asusten, mi nombre es Rosbal, soy un predicador de la puerta iluminada, el Anima" Se presenta el señor agachando la cabeza.

<¿Anima? ¿Almas? ¿Dragón de las almas?> Se pregunta Kael a si mismo cada vez mas confundido, sintiendo su cabeza arder.

"Somos nuevos en el mundo de la magia, estamos pasando por nuestro primer día como estudiantes oficiales, solo sabemos las bases, los 7 elementos iniciales y como se van mesclando para crear la magia que tenemos" Explica Eryss tratando de librarse de Rosbal.

"Yo también soy un vidente, me encargo de niños abandonados que terminaron en las torres, si necesitan información mi pabellón queda en la parte oeste del piso 67, espero les vaya bien" Se despide Rosbal pasando derecho con la mano en alto.

"¿No te parece extraño?" Murmura Kael mirando con desconfianza a Rosbal mientras deja el lugar.

"¿A que te refieres?" Devuelve la pregunta Eryss separándose de Kael.

"Fuimos los únicos en reaccionar ante la presión en el lugar, los mercaderes siguieron su mercado como si nada, él y nosotros fuimos los únicos" Analiza Kael mirando el lugar y ve como todos siguen con su día a día.

"No deberían preguntarse esas cosas, ustedes acaban de llegar" Dice la voz de una mujer, la cual aparece en el lugar comiendo un poco de carne de un pincho de carne con naturalidad.

Pelo negro largo, uniforme morado oscuro, ojos amarillos y una figura hermosa.

"¿Y tu que quieres?" Pregunta Kael sintiendo temblar su espalda.

"Sal de esa zona de confort hermano, socializar no mata" Murmura Eryss de forma sugerente hacía Kael, él cual siente como tiembla como si fuera un gato callejero.

"Mi nombre es Arie, estudiante de Rosbal" Se presenta la chica alzando su mano saludando amablemente.

"¿Y que necesitas?" Pregunta Eryss soltando un suspiro algo largo.

"Que groseros, deberían presentarse primero" Responde Arie soltando una pequeña risa.

"Déjalo hermanito, mejor vámonos" Ruega Kael jalando a su hermano para escapar.

"Pero miren que cosita tan adorable" Nota Arie, sus ojos brillan y desaparece de un golpe para atrapar a Kael en un abrazo mientras le acaricia el pelo.

Kael salta del susto y trata de escaparse, pero el agarre de Arie era muy fuerte.

"Ayuda..." Pide Kael tratando de escapar, pero Eryss solo mira como Arie acaricia consentidamente a Kael.

"Me recuerda a un perrito perdido, amo los animales, que cosita tan hermosa" Señala Arie consintiendo a Kael como si nada.

"Mejor dinos que hacen acá" Gruñe Kael separándose de Arie y escondiéndose lejos de ella.

"Buena pregunta, yo también quiero saber como termine acá... se me olvido" Arie golpea su cabeza suavemente sintiéndose torpe y saca un poco la lengua.

<¿Cómo es esto posible?> Se pregunta Kael sin opiniones.

"¡YA ME ACORDE!, seguía a Rosbal, venía de un entrenamiento en el piso 30" Recuerda Arie levantándose rápidamente del piso y se sacude la ropa.

"¡NOS PODRÍAS GUIAR AL PISO 30!" Pide rápidamente Eryss de una vez.

Kael se sobresalta y da un paso atrás.

"Pues claro, lo malo es que toca ir en ascensor, a esos pisos no se pueden teletransportar ya que sería peligroso para los estudiantes que estén hay en caso de un ataque" Explica Arie caminando hacía los hermanos con naturalidad y una sonrisa amigable.

Kael suelta un grito y se esconde aun mas.




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