EL INICIO DEL VIAJE
"Despierta Kael..." Dice una voz misteriosa de una gran bestia.
"¿Eres tu Asphal?" Pregunta la voz de Kael en medio de la niebla helada, la voz dispersa la niebla por el lugar, dejando ver frente a él a un enorme dragón de escamas plateadas, unos ojos que alumbran de un color rojo, un tamaño descomunal, que frente a Kael, ese niño no era nada.
"Me sorprende ver lo rápido que creciste Kael, han pasado 16 años desde que llegaste a este mundo y puedo decir que estoy orgulloso" Dice Asphal con una voz cálida inclinándose dejando ver su cara por completo.
Kael en silencio acaricia la superficie de las escamas de Asphal.
"¿Como no me podía acordar de ti?" Pregunta Kael sintiéndose estúpido y frunce el ceño ligeramente.
"Se que es difícil, después de todo yo te críe durante un tiempo mientras vagabas como alma" Agrega Asphal cerrado los ojos con pacifismo.
Su respiración es lenta y figurada.
"¿Que es lo que quieres que haga? ¿Por que me hiciste rencarnar aquí?" Pregunta Kael aun sin quitar su mano de la nariz de Asphal.
"Ya te había dicho... debes llegar a la punta de la torre, hay te esperare una gran recompensa, ella acepta visitas, pro desgracia se demoran en llegar, las cartas de recomendación pasan de un personal a otro y de otro a otro hasta llegar al rey, si el rey ve que la carta vale la pena lo pone en la fila de espera y sobre lo otro... ¿quieres escucharlo?" Explica y pregunta Asphal, siguiendo los latidos de Kael.
"Si quiero saberlo, por favor" Pide Kael asintiendo con la cabeza.
"Cada dragón elige un sucesor, como la era de los dragones llego a su fin se tomo la decisión de ya no tomar a dragones como sucesores, queremos un futuro prometedor, apuntamos hacía la especie que es mas destructiva, territorial y estúpida, la humana, pero también la que en los momentos indicados y de conveniencia es la mejor decisión, yo como el dragón de las almas tome a una alma perdida, sin rumbo, y la críe, de hay saliste tu Kael, es lo que eres, mi sucesor" Aclara Asphal con una voz tranquila abriendo los ojos en donde Kael se ve reflejado.
"¿Yo? ¿Por que yo?" Pregunta Kael dejando de acariciar a Asphal y aprieta sus manos en un puño, sus ojos tiemblan y su respiración se entrecorta.
"No hay una historia que seguir, no hay un porque eres un elegido, no hay un destino, en cualquier momento puedes morir, yo te quise elegir en ese camino del //Anima// Porque vi a un pequeño niño que nunca tuvo la oportunidad de tener una vida" Resalta Asphal volviendo a levantarse.
Kael siente algo de frío y cierra los ojos negándose.
"Hay mas personas además de mi que también sufrieron" Contradice Kael llevando una mano a su pecho.
"Pero yo te elegí a ti y eso es lo que te hace especial, que no tienes nada de especial y puedes volverte especial" Responde Asphal con voz cálida mientras se esconde entre la niebla y lentamente esa sombra de un enorme dragón se iba encogiendo.
"Pero..." Kael intenta reprochar y alcanzar a Asphal en la niebla.
"Asegúrate de subir la torre, de terminar esta historia, yo te elegí a ti" Esas últimas de Asphal son acompañadas por una pequeña caricia en la mejilla de Kael, de una mano que salía del humo.
El humo se condesa al punto de que Kael no puede ver nada.
"¡Espera!" Ruega Kael intentando correr por el lugar, pero siente sus piernas ser atrapadas en la niebla, hasta que finalmente es tragado y despierta.
Suelta un gemido algo desesperado, un par de lagrimas y se levanta exaltado, su mirada perdida en la habitación y algo sudado.
<Asphal... ¿Enserio crees que yo seré capas de eso? No puedo ni pelear contra alguien> Piensa Kael llevando sus manos a la cara mientras se oculta en las cobijas.
Kael se levanta de su cama y se estira recibiendo la luz del sol, entrecierra los ojos.
"¿Por qué te despiertas tan temprano?" Pregunta Agatta, Kael se voltea y ve a la chica tirada en el piso de la habitación.
"Parece que ya te acostumbraste a dormir en mi habitación, consíguete una casa vagabunda" Se queja Kael caminando hasta la puerta.
"Oye... yo pregunte amablemente, que grosero" Fanfarronea Agatta desviando la mirada con un puchero y cruzando sus brazos aun somnolienta.
"Alístate y vámonos, tenemos entrenamiento" Pide Kael mirándose al espejo algo inseguro mientras intenta peinarse torpemente.
"Oye oye, así no te peinas idiota" Regaña Agatta levantándose del piso y camina hasta donde esta Kael y con sus suaves manos toma el cepillo y empieza a arreglar a Kael.
"O-Oye..." Susurra Kael algo nervioso pero dejando que Agatta lo arregle.
<Huele muy bien y es demasiado lindo-... ¡AGATTA, NO PIENSES ESAS COSAS!> Se grita a si mismo algo avergonzada.
"¿Sabes de estilos?" Pregunta Kael mirando de reojo a Agatta.
"Pues claro, en mi tiempo libre suelo ser muy productiva, llegue a ser estilista en donde antes vivía y también estoy mirando si me contratan en una tienda de productos de belleza" Aclara Agatta con orgullo terminando de alistar a Kael y cuando termina se sienta en el borde de la cama cruzando una pierna encima de la otra.
"Ahora alístate tu, iré al lugar donde Yairo indico" Y con eso Kael abre la puerta y deja el lugar. Dejando a Agatta con sus pensamientos.
Ella a solas finalmente suelta un suspiro.
<Se me hace raro... lo sentí algo distante hoy, es muy extraño normalmente no despierta tan exaltado, ¿tuvo una pesadilla? ¿estará bien? ush... no debería preocuparme tanto, a penas lo conozco, aunque claro en ese tiempo lo secuestre y le di una paliza, pero bueno, supongo que es normal, si vuelve a pasar le pregunte> Observa Agatta tomando el cepillo de cabello y empieza a cepillarse el pelo con los ojos cerrados mientras tararea una canción.
Las horas pasan con normalidad.
Kael se encontraba entrenando con Yairo, sus movimientos intentaban parecer agiles, lanza golpes y un par de patadas que fallan, ya que Yairo lo esquiva con facilidad y desvía con normalidad cada golpe que lanza Kael.
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Editado: 08.11.2025