"¿Que será de mi?" Pregunta Eryss, sus ojos se abren sintiendo un poco de irritación, frunce el ceño ante la luz, y unos segundo después abre los ajos bien y pestañea varias veces.
"Así es, tienes un parasito, a estos se les conoce como hajimas, son experimentos que hacía Rosbal, se pego a ti y solo hay dos formas de despegarlo" Responde la voz de una chica separándose de Eryss mientras revisaba atentamente el rostro de Eryss.
"Muchas gracias por venir a atendernos señora Lasvia" Agradece Hidder entrando en esa habitación estrecha.
Una hermosa chica de la misma estatura de Eryss.
"No te preocupes Hidder, igual no es que sea barato" Responde Lasvia como si jugueteara mirando de reojo a Hidder.
"¡No te pases con los precios, ni que fueras tan exclusiva!" Regaña Hidder señalando a Lasvia con molestia.
"Ay perdón, pues resulta que me molestaste justo cuando tengo mucho trabajo, me estoy encargando de los refugiados de los laboratorios y los heridos durante el ataque de Afat" Explica Lasvia con orgullo y una sonrisa, golpeando su cabeza juguetonamente y sacando la lengua.
"Deja de jugar y mejor dime que debo hacer" Reclama Eryss soltando un suspiro profundo.
"No te preocupes, una de las formas es que mueras en un lugar tan profundo que el parasito no tenga a donde escapar y se pudra" Agrega Lasvia con un tono aterrador volteándolo a mirar con los ojos oscurecidos y una sonrisa aterradora.
"Ya no quiero nada..." Se arrepiente Eryss entrecerrando los ojos aun mirando a los ojos a Lasvia.
"Tu tranquilo, tengo mas de cien métodos de asesinato para estos casos" Añade Lasvia con una mano en su frente, sobre algo muy extraño en ella, una gema roja en su frente.
"Mejor dile el otro método, no quiero recurrir a esos métodos, pero si hay que hacerlo..." Pide Hidder disimulando mirando a otro lado.
"Siempre hay otra forma, los hajima solo son vistos en situaciones extremas, cuando eso pasa tu mismo puedes buscar la fuente de su poder en tu interior y arrancarla, dolerá mas que cien muertes, pero cuando todo pase ese bicho morirá, el problema es que tienes que pelear contra el mismo parasito" Cuenta Lasvia mirando a los ojos de Eryss con preocupación disimulada.
"Supongo que no hay mas opción, hasta entonces tienes prohibido pelear" Ordena Hidder cerrando sus ojos y cruzando sus brazos.
"Pero- Se supone que entreno para eso" Protesta Eryss levantándose de su camilla, pero de las heridas que tiene cae en el piso.
Justo a tiempo Lasvia lo atrapa y lo levanta.
"Seguirás entrenando y hasta que te hagas tan fuerte que no tengas que depender de ese parasito, no pelearas" Señala Hidder aun sin moverse.
Eryss refunfuña y se separa de Lasvia sentándose en la camilla.
En los lugares de centros médicos, eran atendidos Kardlen, Winder, Rein y Agatta.
Agatta se encontraba vendada sentada en una camilla al lado de una venta.
La chica levanta la mirada y ve el cielo nocturno.
<¿Cómo le estará yendo a Kael?> Se pregunta Agatta mirando al cielo con los ojos entrecerrados.
Mientras que Rein se encontraba sentado al lado de la camilla donde Winder se encontraba durmiendo.
Rein miraba con preocupación sentando a su lado.
"Supongo que debo dejarla descansar" Murmura Rein levantándose para dejar el lugar, pero antes de que se pueda ir, siente como una mano lo detiene.
"Por favor no te vayas, me haces sentir mejor" Ruega la débil Winder sosteniendo la mano de Rein.
Los dos estaban vendados y heridos. Rein en silencio se sienta nuevamente y asiente mirando a Winder descansar mientras toma su mano.
La mañana empieza a llegar, el sonido de las aves por el lugar.
En el calabozo ingresaban dos personas a la fuerza.
"Estos son los sospechosos, Lucy y el señor Najime, unos de los líderes de los gremios" Anota uno de los guardias cerrando la jaula donde estaban los dos.
"¿Como es que fueron capaces de traicionar al reino de tal forma?" Interroga Kaeles apareciendo de las sombras con una mirada de asco ante los prisioneros.
"No hay forma de justificarnos, tenemos nuestras razones idiota, si crees que me voy a detener solo porque me encarcelaron estas equivocado" Advierte Najime levantándose de la oscura celda, dejando ver sus ojos a través de sus gafas, ojos color café y con determinación, y un pelo amarillo con tonalidad plateada y algo muy notable, una cicatriz enorme en su ojo derecho hasta la mejilla.
"¿Y por que se pelearon?" Cuestiona Kaeles cruzando sus brazos alzando una ceja ante Najime.
"Ya dejen de pelear me estresan" Se queja la voz de Lucy tapándose los oídos.
"Nos unimos al gremio para tener mejor acceso, o al menos yo, pero mi gremio llamado Oglu entro en conflicto con el de esa señora de allá, nos peleamos porque es una guerra interna" Explica Najime mirando con indignación a Lucy.
"No me mires así, yo solo me uní a mi gremio oscuro porque no tenía nada mejor que hacer, de alguna forma tengo que alcanzar el nivel de Kimia" Gruñe Lucy entrecerrando los ojos con diversión apuntando al pecho de Najime desde él piso.
"Que molesta eres" Pelea Najime frunciendo el ceño aguantando las ganas de empezar una pelea.
"Me da igual sus razones después de todo mi trabajo solo era atraparlos" Aclara Kaeles dando la vuelta para dejar el lugar soltando un suspiro profundo.
"No te esfuerces mucho, después de todo tu querida patria algún día se desmoronara, la gente esta abriendo sus ojos, se están dando cuenta que no sirve de nada depender de una torre con un sistema tan anticuado, la gente quiere empezar a abrirse al mundo, aquí no somos mas que moscas atrapadas, siguiendo un régimen" Añade Lucy apoyándose en la reja relajada pero con una sonrisa misteriosa en su rostro.
"¿Por que crees que todos están vivos?, los reyes dieron su vida, se condenaron a si mismos, las antepasadas de las sacerdotas y de la emperatriz se sacrificaron para sellar a Tyrseri, sufren cada día y noche por darle avance a esta ciudad, tu no sabes nada" Contesta Kaeles golpeando la pared, haciendo que el lugar tiemble ligeramente.
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Editado: 08.11.2025