El día pasa y Kael se encontraba tirado en el piso sufriendo, sudando, agitado y con la vista borrosa.
"Detente, llevo todo el día corriendo con esto" Ruega Kael tumbado en el pasto del enorme campo en el que se encontraban.
"Nada de nada, esto no es nada con lo que tuve que hacer para llegar a mi puesto" Exclama y exige Dihle con firmeza mirando relajado desde una banca del enorme parque.
"Pero yo no quiero llegar a tu puesto" Se queja Kael intentando levantarse, pero es inútil, cae nuevamente desparramado.
"Pensé que 2.5 toneladas iba a ser bien para empezar con tu chaleco de entrenamiento" Murmure Dihle desviando la mirada.
"¿¡Enserió me pusiste a correr y a entrenar con un chaleco de 2.5 toneladas!?" Protesta Kael quitándose la camisa, para después de eso quitarse un chaleco de peso muerto que tenía cargando, soltándolo en el piso, el golpe fue seco y dejo un hueco en el piso.
"Debo admitir que resististe muy bien, mas de lo que esperaba" Agrega Dihle caminando hasta Kael con tranquilidad.
"¿Ya puedo ir a descansar?" Pregunta Kael con algo de esperanza.
Dihle no responde, pero antes de que Kael pueda dar un paso atrás para irse, Dihle manda un golpe hacía la cara a Kael, con demasiada velocidad, Kael se percata de esto a tiempo y abre los ojos con sorpresa y en ese instante esquiva por poco el golpe derecho que había mandando Dihle, inclinándose atrás.
El golpe resuena en el aire y cuando se detiene, el impacto del golpe en el aire sigue derecho como una cuchilla que corta a lo lejos una corteza de un árbol y lo deja en el piso.
"Oye oye, ¿Planeas matarme?" Pregunta Kael con sus ojos mira sorprendido el puño de Dihle.
"Me sorprende, tus reflejos están mas que decentes, de aquí en adelante te entrenare con espada" Responde Dihle regresando su puño y guardando sus dos manos en los bolsillos y le da la vuelta a Dihle.
"¿Una espada? No me quejaría" Murmura Kael mirando la espalda de Dihle con los ojos entrecortados.
Dihle sigue su camino y Kael lo sigue rápidamente.
Pasan los días, Dihle guiaba a Kael por el gran comercio.
"Estos son los puestos de los grandes lideres de las familias, ¿sabes quienes son y que hacen?" Pregunta Dihle mientras camina entre la gente y Kael intenta seguirle el ritmo.
"No conozco sus nombres, intente estudiarlos, pero son demasiado líneas genéticas son extensas y confusas, se que se dividen el trabajo en las familias y que ayudan a la torre de alguna forma, ya sea económica, social o comercial, pero dentro de si es todo muy confuso" Expone Kael intentando pasar por todas las personas, siguiendo el paso de Dihle.
"Pues si, la torre se mantiene gracias a su ayuda constante y yo tampoco es que sea experto en el árbol genealógico de las familias" Responde Dihle deteniéndose en una enorme puerta.
Kael aparece entre la gente tropezándose y cayendo sobre la puerta sin querer y esa puerta de madera se abre por el peso que ejerció Kael y el chico cae torpemente en esa habitación ante los pies de una chica.
"Mira nada mas, tu debes ser Kael" Dice la voz de esa chica con un tono de burla en sus palabras.
Kael sacude la cabeza confundido y levanta la mirada.
"Mira nada mas Edina, la princesa de los Edhelvar" Saluda Dihle entrando en la habitación con los brazos cruzados.
La chica se sienta en una elegante sonrisa con sus manos juntas con diversión.
"Así que este es el chico que debes llevar a donde Lorel, interesante" Murmura Edina jugando con un abanico en su mano derecha y con su mano izquierda juega con un mecho de su cabello castaño y su mirada de ojos carmesí.
"Así es y también debo entrenarlo, es demasiado problemático" Se queja Dihle rascándose la cabeza y soltando un suspiro.
"Puedo escucharte" Declara Kael entrecerrando los ojos.
"Que divertido, me parece bien, le daré una espada al caballero, será de esas espadas que por mas que se rompan pueden volver a aparecer, tendrá tu marca, a partir de ahora dejaras de ser un simple estudiante, pero claro, se demorara en forjar una, así que pueden seguir su camino, mientras yo misma la forjo" Acepta Edina con orgullo tapándose la boca con el abanico mirando con curiosidad a Kael.
"Que amable de tu parte..." Agradece Kael abriendo sus ojos con cierta esperanza.
"¿Quien dijo que era gratis?" Interroga Edina con un brillo pícaro y divertida.
"Mas te vale no exagerar con el preció" Pide Dihle dolido al escuchar a Edina frunciendo el ceño al pensar en el preció que esa engreída iba a exigir.
Kael y Dihle dejan el lugar y Edina empieza a trabajar en la propia espada de Kael.
Y mientras eso pasaba, durante los próximos días siguieron una rutina, un día de descanso, otro para seguir subiendo y otro de un entrenamiento duro y progresivo.
Donde Kael empezó a manejar sus reflejos, ya habían pasado dos semanas y según la rutina hoy tocaba entrenamiento.
Se encontraban en los pisos 630, en el campo de entrenamiento de esa sección.
Kael esta parado en medio del campo, sus ojos buscando por el campo, en sus manos una espada de entrenamiento, dando un par de pasos atrás.
Pero en ese momento una corriente de viento aparece con potencia, despistando a Kael, quien cierra los ojos.
Dihle aprovecha y aparece, abajo de Kael y manda un corte en horizontal con la espada de madera, golpeando a Kael y elevándolo en el aire.
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Editado: 08.11.2025