Antes de finalmente partir...
Kael pasaba por la torre, encontrándose frente a frente con una enorme puerta dorada y metálica bien reforzada.
"Sería grosero irme sin avisar" Murmura Kael para si mismo, pone una mano en la enorme puerta y finalmente ejerce presión para abrirla.
Cuando abre entrecierra los ojos irritado por la luz, pero cuando los abre algo lo recibe con un abrazo.
"¡Kael, pensé que no me volverías a visitar!" Celebra la voz de una chica, Kael sonríe y baja la mirada acariciando la cabeza de la chica.
"Perdón, estaba alistando unas cosas" Aclara Kael mirando a la nueva Daine.
"Te estuve esperando" Sonríe Daine levantando su mirada pero sin separarse de Kael.
"Déjalo Daine y regresa" Ordena la voz de una chica llegando al lugar soltando un suspiro frustrado.
Daine se separa de Kael y le saca la lengua a la chica, ella era Nasha.
"No me des ordenes" Protesta Daine cruzando sus brazos negándose.
"Oye Kael... realmente no se que hacer, es demasiado revoltosa, se la pasa buscando como escapar" Se queja Nasha pisoteando frustrada.
"Es como una recién nacida" Nota Kael caminando hasta llegar con Nasha.
"En fin, tienes un viaje, yo me encargare de Daine como pueda tu no te preocupes" Afirma Nasha con orgullo levantando su dedo pulgar.
"¿Te iras?" Pregunta Daine agachando su cabeza algo decepcionada.
"Si y tal vez me demore varios días en regresar, así que vine a dejarles un regalo" Dice Kael sacando de su bolsillo dos cajas algo pequeñas.
"Bueno, supongo que es tierno de tu parte" Murmura Nasha intentando ocultar su emoción.
"Es no me importa, me prometiste que íbamos a pasar final de año juntos" Susurra Daine mirando al piso algo decepcionada.
"Si, lo siento, pero es algo importante, cuando regrese te llevare a algún lado, siempre y cuando te portes bien" Exclama Kael dándole en regalo en sus manos a Daine.
"Esta bien" Acepta Daine asintiendo con su cabeza.
"Suerte" Se despide Nasha junto con Daine.
Daine se despide con su mano en alto mientras que Kael deja el lugar.
Ya habían pasado esos tres días, ya era hora de partir.
Finalmente el viaje empezaba.
Kael en un carruaje, junto con Hidder, Eryss, Agatta y otro infiltrado no llamado Vlide, ellos se encontraban en un carruaje.
En otro carruaje irían, Dusa, Rein, Wynma, Eand y Winder.
A parte estan, Aeryon y otro hombre quien se encargaría de llevar al caballo, este es Zenlei, ese hombre miraba con interés el como los tres vehículos empezaban el recorrido.
"Esto es interesante, no puedo creer que la águila haya querido venir conmigo" Nota Zenlei mientras empieza su camino siguiendo a todos desde atrás, azotando suavemente al caballo para que empiece a trotar.
"Se me hizo raro que quisieras irte solo, no puedo confiar en alguien del gremio y menos contigo" Desconfía Aeryon acomodándose en su asiento y mirando con sospecha a Zenlei.
"Haces muy bien en desconfiar de mi" Revela Zenlei con un tono misterioso mientras sigue mirando atentamente el como empieza ese viaje.
Mientras tanto, en el primer día, salen de la ciudad. Pasaban por largos caminos y montañas cada uno por un camino distinto.
Y mientras ellos seguían su viaje de cuatro días, varías cosas sucedían al mismo tiempo de esto.
En la Pangea, un terreno complejo en donde se teoriza que empezó la vida, donde los primeros humanos se escondían para evitar ataques de los dragones, un enorme hueco en la tierra rodeado de una jungla compleja, donde el tiempo es mas lento, un lugar en el cual todo el tiempo esta atardeciendo.
Un bosque con vida difícil de explicar, cascadas cayendo hacía el enorme hueco y en el centro un trozo de tierra flotando con una ciudad abandonada y destruida, vegetación entre las casa destruidas y un enorme templo en el centro.
En ese lugar caminando como si nada y con tranquilidad se encontraba el mismo Zeyvarn.
"Al fin he llegado Afat" Saluda Zeyvarn caminando por el lugar mirando todas las casas destruidas.
"Eres muy puntual Zeyvarn, eres el primero en llegar" Observa una voz de un hombre, el lugar tiembla ante su presencia.
Zeyvarn aprieta sus manos en puños y sus ojos se abren al sentir toda la Pangea temblar.
"Y-Ya veo... este es el poder de Afat... el creador de la reglas humanas" Señala Zeyvarn volteando a ver por todo lugar, pero no veía nada, solo destrucción de lo que fue ese lugar.
Y ante la luz del atardecer, con su presencia intimidante pero calmada, Afat, Zeyvarn observa su espalda y ve como el hombre mas poderoso miraba el sol de la Pangea.
En el lugar se acercaban otras tres sombras caminando del otro lado.
"Ya llegaron, los otros descendientes" Dice Zeyvarn volteando a mirar a esas tres personas que caminaban al lugar.
"Me da risa lo estúpido que puede ser el ser humano, en cualquier momento empezara una guerra, ustedes los descendientes y portadores del Ragnor deberán esperar a mi señal, mientras tanto manténganse ocultos mientras los humanos se acaban entre ellos, tengo un plan en mente" Ordena Afat sentándose con armonía en los escombros de esa casa y mirando con paciencia la enorme Pangea.
A la par de eso, en el Arca de la verdad, todo el mundo empezaba su movilización en distintas caravanas, una llegaría por el frente y las otras dos rodearían la Pangea por la espesa selva, en unas de esas se encontraba Nald y en esa caravana en el vehículo principal se encontraba Nald junto con Rosbal.
Y en ese mismo lugar se encontraban Bethan y Elowen, dos infiltrados de un reinado.
En la caravana, en uno de los carruajes intermedios.
"Tal parece que ya estamos cerca, mira" Señala la voz de Bethan señalando afuera del carruaje, la gente que los acompañaban estaban durmiendo y roncando.
"La vegetación esta muriendo" Nota Elowen mirando con pesar él como entraban en el bosque, en la entrada se veían raíces muertas y arboles muertos.
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Editado: 08.11.2025