Sombras de Erytharis

Capitulo 38: Tensión de la realidad, el inicio del ataque.

Mientras que Hasato tenía su pelea, Mizu también tenia sus problemas personales mientras intentaba escapar.

"¡Ten cuidado!" Ordena Mizu estirando la mano para intentar alcanzar a dos de sus soldados, los cuales estaban caminando, pero antes de que pueda llegar, algo aparece de repente cortando en diagonal a los soldados, estos se desvanecen en cenizas como si nada.

"¿Eh?" Pregunta Mizu a si mismo mirando con sus ojos bien abiertos como sus compañeros se desvanecen.

"¿Por que se desvanecen?" Pregunta Mizu mirando con frustración, cuando se voltea para ver al resto ya no ve nada, solo cenizas de sus compañeros.

"Debe ser por la gema, se desvanecen para alimentar a la gema de los dragones" Explica la voz de una mujer desde lo alto de la rama de un árbol.

"¿Quien eres tu?" Interroga Mizu mirando arriba rápidamente pero no ve nada.

Solo siente una corriente de viento pasar por él.

Intenta voltearse, pero siente como una mano se posa en su pecho.

"Te atrape" Murmura la chica como si estuviera jugando.

Para Mizu todo se veía en cámara lenta, intenta parpadear, pero antes de poder hacer algo la chica lo toma del rostro con su mano y lo estrella contra el piso dejando un enorme hueco.

Mientras tanto Hasato, seguía moviéndose entre los arboles mientras retrocedía hacía atrás con gran agilidad, salta entre los árboles de lado a lado, mientras que el enemigo sigue atacando, pero por alguna razón cada golpe iba mas rápido y potente que el anterior, al punto de que con solo un movimiento cortaba arboles enteros.

Hasato cae en la tierra y cuando se levanta ve como él chico aparece lanzando una patada apuntando a su cabeza.

Él siente como si esa patada le golpeara, sus ojos se abren, siente el tiempo detenerse.

Siente como si algo lo golpeara, como si su cabeza explotara en miles de pedazos.

Cierra sus ojos y suelta un suspiro finalmente esquivando ese golpe, todo regresa a la normalidad, Hasato se agacha esquivando la patada, esta sigue derecho y corta cinco arboles seguidos.

"Ya veo, con cada golpe que lanzas eres mas rápido" Nota Hasato mirando los arboles dañados y finalmente mira a su enemigo, pero no alcanza a ver nada.

"Y con cada golpe que doy aumenta su fuerza" Resalta la voz de él enemigo apareciendo a un costado de Hasato y golpeando su costado derecho en sus costillas, lanzándolo a volar.

Hasato sale volando por el lugar como una bala y finalmente cae rebotando en el piso y chocando contra el tronco de un árbol de la selva.

"¡Lo hiciste muy bien Masume!" Grita él chico mirando hacía las ramas de los arboles saludando con su mano.

"No seas idiota Lias, si dicen en donde estoy ya no tiene caso que me esconda" Protesta y se queja la voz de un hombre entre los arboles, una voz que resuena entre todos lados.

<Mierda, esto es malo, son dos contra mi, ellos tienen magia, yo no> Observa Hasato levantándose y tambaleándose con todas sus heridas y a duras penas puede ponerse de pie.

"¡Oigan, ¿Ustedes fueron los que atacaron a mi grupo?!" Pregunta Hasato directamente, Lias baja su mirada y ve a Hasato a los ojos.

"¿Nosotros? No, nosotros no fuimos, acabamos de llegar, con nuestro olfato fue que te encontramos" Aclara Lias cruzando sus brazos y levantando una ceja.

"Ahora que lo mencionas, es extraño, los cuerpos de los soldados no se desvanecen" Nota la voz de Masume, saliendo de los arboles y mostrándose, cayendo al lado de Lias.

"¿A que te refieres?" Cuestiona Hasato intentando tener una postura erguida, pero falla, cierra el ojo con dolor y suelta un quejido.

"¿No lo sabes? Que estúpido, los cuerpos que mueren cerca a la gema de los dragones es absorbida por esta antes de que la vida se desvanezca, es como si quien los mato hubiera desvanecido las almas y la vida entera de los soldados" Explica Lias mirando con decepción a Hasato.

"En Cyan no tenemos muchas ideas de lo que es la Pangea, venimos a investigar ya que nuestro dios sintió una extraña presencia en este lugar que podría ser peligrosa" Expone Hasato desviando su mirada al piso.

"Vaya, que interesante..." Murmura Masume llevando sus manos a la quijada pensando en una respuesta.

"Este lugar es muy misterioso, tranquilamente eso que sintió tu dios pudo haber sido una bestia intentando escapar, pero en fin, sigamos con nuestra pelea que me aburro" Exige Lias tronando su cuello para después ponerse a saltar de lado a lado con energía listo para seguir con la pelea.

"Escóndete entre los arboles y distráelos Masume" Ordena Lias en un murmuro, para finalmente clavar sus pies en la tierra y salir disparado contra Hasato apunto de impactar un golpe.

Masume hace caso y se esconde entre los arboles, Hasato siente la presión del golpe y abre sus ojos intentando notar que pasa, finalmente saca su báculo y desvía el golpe de Lias contra el piso y le da un golpe en todo el estomagó a Lias elevándolo en el aire.

Intenta levantar su arma para golpearlo en todo el pecho, pero cuando logra impactar el cuerpo de Lias se desvanece, como si fuera solo una ilusión.

Hasato se da la vuelta bruscamente dándose cuenta de la trampa, pero no había nadie atrás.

"Pero..." Tartamudea Hasato con frustración, ya había dado el salto en el aire y no pudo hacer nada, y Lias aprovecha apareciendo finalmente tomándolo de la camisa y lanzándolo nuevamente.

"Son muy predecibles" Exclama Lias con diversión cayendo en el piso y alistándose para volver a lanzarse.

Hasato cae arrastrándose en el piso y dejando un rastro, cuando intenta volver a ponerse en pose de batalla, solo siente como alguien le cae encima.

Sus ojos se desvían arriba, y ahí ve a Masume, a punto de caer sobre él para clavar un cuchillo en su espalda, se había lanzado de los arboles.

<¿Esto es una ilusión?> Intenta pensar Hasato, pero ya estaba al limite.

Solo ve como de arriba le llega Masume y de al frente le llega Lias, suelta un quejido y pone su mano para bloquear el golpe de Lias logrando atraparlo, pero el impacto fue tan grande que Hasato siente como sus huesos se rompen en pedazos y solo sale volando por el lugar, evitando que Masume le caiga encima.




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