En un enfrentamiento final lleno de acción y suspense, Anderson se enfrentó a su enemigo. La verdad fue revelada, y las consecuencias fueron devastadoras. La conspiración se desmoronó, pero no sin dejar cicatrices en el camino.
Anderson y Thompson lograron llevar a los responsables ante la justicia, pero el costo fue alto. La ciudad de Nueva York nunca volvería a ser la misma, y los detectives se enfrentaron a las secuelas de su lucha contra el crimen y la corrupción.