Después de una batalla feroz y despiadada, Anderson y Thompson lograron derrotar a los líderes de la organización criminal. La verdad fue expuesta ante el mundo, y aquellos que habían estado involucrados en la corrupción y el crimen fueron llevados ante la justicia.
La ciudad celebró la victoria de los detectives, reconociendo su valentía y dedicación en la lucha contra el mal. Anderson y Thompson se convirtieron en héroes, símbolos de esperanza en un mundo oscuro.
Pero su trabajo no había terminado. Aunque la organización criminal había sido desmantelada, sabían que siempre habría nuevos desafíos y enemigos que enfrentar. Se comprometieron a seguir luchando por la justicia, protegiendo a los inocentes y exponiendo la corrupción dondequiera que se encontrara.