Sombras De Obseción

Desintegración

Los días siguientes al encuentro con Lucas y Tomás fueron intensos y llenos de planificación. Ethan sentía que, por primera vez, tenía una oportunidad real de derrotar a Lucian. Pero Lucian, siempre un paso adelante, no estaba dispuesto a perder tan fácilmente.

Lucian, utilizando sus vastos recursos, comenzó a investigar a fondo a los amigos de Ethan. Pronto descubrió un punto débil en Tomás: un complejo asunto legal relacionado con la herencia de sus difuntos padres. Manipulando sus contactos y ejerciendo presión en las autoridades correspondientes, Lucian logró que Tomás recibiera una citación legal urgente que lo obligaba a viajar al extranjero para resolver el asunto.

Una mañana, Tomás recibió la notificación y se apresuró a informar a Ethan y Lucas.

- Tengo que irme - dijo con voz tensa - No tengo opción. Este asunto legal es serio y podría llevarme meses resolverlo.

Ethan sintió como si le hubieran dado un golpe en el estómago. - Pero, Tomás, ¿y nuestro plan? No podemos hacerlo sin ti.

- Lo sé - respondió Tomás, su expresión llena de dolor - Pero no tengo elección. Si no voy, podría perderlo todo. Prometo que volveré lo antes posible.

Ethan y Lucas acompañaron a Tomás al aeropuerto, cada uno de ellos sintiendo el peso de la incertidumbre y la desesperanza.

-Volveré pronto - les aseguró Tomás antes de abordar su vuelo - Manténganse fuertes. No dejen que Lucian los derrote.

Ethan y Lucas regresaron a la ciudad en silencio, sintiendo la ausencia de su amigo como una sombra que se cernía sobre ellos. La unidad que habían formado se desmoronaba, y ambos sabían que enfrentar a Lucian sin Tomás sería mucho más difícil.

Esa noche, Ethan se encontraba solo en su apartamento, sintiendo una mezcla de frustración y desolación. Había llegado tan lejos, solo para ver cómo sus planes se desmoronaban. La falta de Tomás era un golpe devastador.

Mientras intentaba concentrarse en su dibujo, su mente vagaba, llena de pensamientos oscuros y temores. Se sorprendió a sí mismo deseando que Tomás renuncie a su propia vida para ayudarlos a ellos. Aquel pensamiento tan egoísta no podía ser suyo, se dijo a sí mismo intentando recuperar su antigúa confianza.

Lucas, por su parte, había regresado a su propio apartamento. Se sentía vulnerable y perdido sin el apoyo de Tomás. Decidió salir a dar un paseo nocturno para despejar su mente. Mientras caminaba por las calles oscuras, no notó el coche negro que lo seguía a una distancia prudente.

De repente, dos hombres enmascarados salieron del coche y se abalanzaron sobre Lucas. Antes de que pudiera reaccionar, lo inmovilizaron y lo metieron a la fuerza en el vehículo. La puerta se cerró de golpe y el coche aceleró, desapareciendo en la oscuridad de la noche.

Lucas luchó, pero estaba atado y amordazado. La desesperación llenaba sus ojos mientras trataba de liberarse inútilmente. Sabía que esto era obra de Lucian y que estaba en grave peligro, igual que le sucedió en el pasado.

En su apartamento, Ethan intentaba calmar su mente cuando su teléfono sonó. El número era desconocido, pero una sensación de malestar lo invadió. Contestó la llamada, y la voz fría y familiar de Lucian resonó en sus oídos.

- Buenas noches, Ethan - dijo Lucian con un tono suave pero amenazante - Espero que estés disfrutando de tu soledad.

Ethan sintió un nudo en el estómago. 
- ¿Qué quieres, Lucian?

- Solo quería informarte que tu amigo Lucas ha tenido un pequeño contratiempo - continuó Lucian, ignorando la pregunta de Ethan - Está conmigo ahora, y no te preocupes, estoy cuidando bien de él.

La sangre de Ethan se heló. 
-¿Qué le has hecho? ¡Déjalo ir!

Lucian rió suavemente. 
- Ethan, Ethan... ¿cuántas veces tengo que decirte que no puedes escapar de mí? Esta es una advertencia. Si continúas con tus intentos inútiles de detenerme, las cosas se pondrán mucho peor para todos tus amigos. Recuerdalo.

Ethan sintió la desesperación apoderarse de él. 
- ¿Qué quieres de mí, Lucian?

- Quiero que entiendas quién tiene el control - respondió Lucian fríamente - Ríndete, Ethan. Acepta tu lugar y todo esto puede terminar.

La llamada se cortó, dejando a Ethan en un estado de shock absoluto. Se dejó caer en el suelo, sintiendo que su mundo se desmoronaba a su alrededor. La partida de Tomás, el secuestro de Lucas y la amenaza de Lucian lo abrumaban. Estaba al borde de la locura total.

Sin embargo Ethan sabía que no podía darse por vencido, pero la situación parecía desesperada. La sombra de Lucian se extendía por todas partes, y cada intento de resistirse solo parecía fortalecer la determinación de su acosador.

Mientras se sentaba en la oscuridad de su apartamento, Ethan se dio cuenta de que debía encontrar una nueva manera de luchar. No podía dejar que el miedo y la desesperación lo paralizaran. La vida de Lucas y su propio futuro dependían de ello.

La batalla contra Lucian estaba lejos de terminar, y Ethan sabía que necesitaba reunir todas sus fuerzas para enfrentar los desafíos que aún estaban por venir.

La oscuridad era profunda, pero en su interior, una chispa de esperanza seguía ardiendo. Después de todo él era el ave fenix.
 




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