Este es el inicio. Este es el momento. Aquí estoy. Acostada en un lecho azulado que lastima mi espalda, cortando las palabras y tejiendo un nuevo significado.
Tal vez no sepa muchas cosas, no entienda las matemáticas, ni comprenda la inmensidad del universo, que la física y la química se me dificultan y que las relaciones interpersonales se me confundan y abrumen.
Aún así, sé que en la profundidad de mi ignorancia, se ilumina el deseo de conocimiento, salta sin contensión la necesidad de educarme, resuena a lo lejos la voz de mi versión infantil que todo lo pregunta y que todo lo que quiere saber.
Hoy, esa niña, se embarca en una travesía digna de Don Quijote, solo que esta vez mi aventura será el autodescubrimiento y mis compañeros de viaje: un lápicero de gel de una tienda de dolár, los miles de pensamientos que día a día desbordan mi mente y las ganas de salir de una tediosa rutina de 9 horas de trabajo.
Y, no puedo olvidar a mi fiel compañero que para motivos de entendimiento será llamada Sancho Panzo.
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Editado: 07.04.2025