¿Especial?

Me dije que no iba a publicar esta semana. Que no escribría/ publicaria nada triste. Me fallé, y lo siento mucho.

Quizás no mucha gente lo alcance a leer. Ni sé si lo publicaré o solo voy a escribir para soltar los ríos de emociones que llevo en este momento dentro de mí.

Tengo varias enfermedades complicadas, por decirlo de alguna forma. Fibromialgia, endometriosis, asma y migraña. Los diferentes especialistas me dicen los mismo siempre: tienes que aprender a vivir con ellas y ya. No hay cura. Por si no saben, todas las que mencione son extremadamente dolorosas e inflamatorias. Agregale el punto de que soy alérgica a todos los antiinflamatorios. Así que sí, he aguantado mucho dolor tanto físico como emocional prácticamente desde que tengo doce años.

Mañana, domingo 2 de marzo, cumplo una semana con un episodio de fibromialgia. Te lo resumo, me duele todo el cuerpo las veinticuatro horas del día, no importa que haga tengo dolor. No puedo tomar pastillas, me baño con el agua más caliente que puedo tolerar para relajar los músculos, tomó té de jengibre, hago estiramientos, intento caminar dentro de la casa a pesar del dolor. Fue hospitalizada cuando tuve el primer episodio, mi madre me tenía que cargar para poder bañarme y ayudarme con los ejercicios, porque sí, cuando tienes fibromialgia aunque te duela tienes que moverte porque si no es peor.

En fin, llevo varios días con dolor todo el tiempo. Ayer estuve en cita con un ginecólogo muy reconocido que confirmó mi diagnóstico de endometriosis. ¡Lo niego! ¡Niego tener esa maldita enfermedad! ¡Odio que el único tratamientos son anticoncepticos! Mi médico anterior me dijo que los voy a tener que tomar hasta mis nueve noches (si entienden lo que digo), que solo me las quitarían cuando quisiera tener hijos de resto toda mi vida va a ser encerrada con esas pastillas a todo lugar. Es decir, no tendré mi periodo nunca más. Llevo casi cinco meses sin que me llegué porque ya inicie el tratamiento.

¡No voy a poder comer nada! Algunas carnes y algunas verduras. De resto, ¡PROHIBIDO! ¿Qué punto tiene la vida si no puedes disfrutar ni de la simpleza de un alimento?

Sé que a muchos les va peor, pero ¿pensar en eso alivia mi propio dolor? ¿Me debería sentir mejor porque a otro le vaya mal? Es un poco psicópata.

Siento que hoy tuve un mental breakdown. Se perdió algo de mi cepillo de rizos que lo tenía apartado y ayer lo movieron mientras no estaba y nadie responde por mi cepillo. Ese simple hecho detonó miles de cosas en mi: rabia, frustración, IRA MUCHA IRA. Me provocó hasta una migraña, lo que más me ayuda es tomar un café negro sin azúcar, el café también me lo prohibieron ayer.

ME DUELE EL CUERPO, LA CABEZA, NO PUEDO TOMAR NADA PARA EL DOLOR, TODO EL MUNDO PIENSA QUE SOY UNA PARANOICA, QUE EXAGERO. R E L A J A T E, me dicen.

El ginecólogo dice que tengo que soltar cargas emocionales, perdonar, seguir adelante, que es por MI, que ayuda a mi recuperación.

¿A quién debo perdonar?

¿Al maldito que me tocó de niña?

¿A los que supieron y aún así estuvieron hasta su último aliento ayudandolo y desviviendose para que estuviera bien? ¿A los que saben todo y aún así hablan maravillas?

¿A los que me abandonaron?

¿A los que destrozaron mi autoestima desde pequeña?

¿A mi?

Estoy en una habitación oscura. Camino entre vivos. Siempre el problema nunca la solución. Siempre la que no se le puede decir nada, no la que pasan sus derechos por encima. No tengo derecho a enojarme, no tengo porque sentir, no tiene porque importarme que nunca importe lo que opino. Nononono solo sé buena y quedáte callada.

¿Y, si desaparezco? No vale a donde vaya, el problema soy yo.

Si llegaste aquí, espero que te encuentres bien. Realmente lo hago.