Sombras de un nosotros

1 - Alba

Escuchar mi alarma en las mañanas nunca fue mi sonido favorito, pero saber que viajaría con mis amigos hacía que el mal humor desapareciera. Había pasado toda la última semana pensando en este viaje, estaba tan emocionada que armé mi maleta tres días antes.

Miami era uno de mis lugares favoritos. El clima era cálido y la gente muy amable, pero lo que más me gustaban eran los atardeceres. Desde South Beach se podían ver los más hermosos del mundo, y contemplar los colores del cielo reflejados en las tranquilas olas del mar era como viajar a otro universo. Pensar en todo eso me ayudaba a sobrellevar la tristeza de no ver a mi madre durante un año. Irme de intercambio era algo que siempre había querido hacer, y saber que todo el esfuerzo de mis padres estaba dando frutos me llenaba el corazón de alegría.

Eran las seis de la mañana. Me levanté un poco más temprano de lo habitual para arreglarme y contemplar por última vez el gris cielo de Toronto. Tomé mi teléfono para cargarlo, ya que había pasado la noche hablando con Gaspar, mi novio. Me entristecía dejarlo, pero escucharlo me hacía sentir mejor.

Conecté mi teléfono y me fui a dar una ducha. Al salir, elegí mi ropa: un polo, un buzo negro y mis Converse. No me maquillé demasiado, sería un día largo y no quería sentirme incómoda. Me recogí el cabello en un moño desordenado para definir mis ondas y bajé a desayunar.

— Hoy madrugaste, dormilona —me dijo mi madre mientras me daba un beso en la cabeza.

— No pude dormir mucho pensando en el viaje —respondí, sentándome a la mesa con mi plato de cereales y un vaso de jugo—. Siento que pasarán muchas cosas en este viaje. Me emociona, pero también me entristece estar lejos de ustedes.

— Mejor dejemos la tristeza y desayunemos juntos —dijo mi padre, dejando su libro a un lado y probando el desayuno que mamá había preparado.

La conversación fluyó entre risas y planes sobre mi llegada. Cuando terminé de desayunar, lavé mi plato, subí a cepillarme los dientes y guardé lo último en mi maleta antes de bajarla.

Mi vuelo salía a las 12:30, pero había quedado en reunirme antes con mis amigos, así que fui a casa de Denisse, mi mejor amiga desde los nueve años. Al llegar, nos dimos un fuerte abrazo y matamos el tiempo mientras esperábamos a los demás.

A las 11 ya estábamos todos en el aeropuerto. Éramos un grupo grande, así que sería difícil perdernos. Como el vuelo duraría tres horas, llevamos algunos juegos como Uno para entretenernos. Denisse y yo estábamos comprando un café cuando vi a Darek. Llevaba un buzo gris con una polera negra y sus audífonos puestos.

Siempre me pareció un chico extraño, alguien de quien prefería mantenerme alejada porque no me daba buena espina. Denisse lo sabía y solía bromear al respecto. Me quedé mirándolo por un momento hasta que la voz de mi amiga me trajo de vuelta a la realidad. Era hora de pasar los controles.

—Adiós, ma. Adiós, pa. Los quiero mucho. Los extrañaré demasiado y trataré de llamarlos todas las noches —les dije mientras me abrazaban.

—Nunca pensé que este día llegaría tan rápido. Me entristece que te vayas, pero me alegra saber que cumplirás uno de tus sueños —dijo mi madre antes de darme un beso en la cabeza. Luego tomó su teléfono para capturar el momento.

—Déjame tomarte una foto antes de que te vayas.

Hice una mueca, no me gustaban las fotos.

—Solo una, ma, ya me tengo que ir.

Sonrió, tomó la foto y, con el corazón acelerado, me despedí de ellos por última vez.



#6128 en Novela romántica

En el texto hay: romance, friendstolover

Editado: 09.02.2025

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