Encuentros en la Penumbra

La mansión estaba sumida en un silencio inquietante, como si estuviera conteniendo el aliento en espera de lo que iba a suceder. Violet y Ross se encontraban nuevamente en el sótano, donde la atmósfera parecía más pesada de lo habitual. Marcus, con una mirada que mezclaba curiosidad y determinación, estaba frente al espejo, analizando cada detalle de su intrincado marco.

"Este lugar tiene una energía peculiar," murmuró Marcus, rompiendo el silencio. Su voz parecía resonar entre las sombras, como si el sótano amplificara sus palabras.

Ross, siempre alerta, no apartaba la mirada del hombre. "¿Puedes decirnos algo útil o solo seguirás admirando el artefacto?"

Marcus esbozó una leve sonrisa, pero no respondió de inmediato. En cambio, extendió una mano hacia el espejo, sin llegar a tocarlo, como si estuviera sintiendo la vibración que emanaba de su superficie.

"Este espejo no solo refleja imágenes, sino que también conecta con algo más profundo," dijo finalmente, su tono lleno de misterio. "Para desvelar su propósito, necesitamos entender su origen. Y para eso… habrá que abrir más puertas."

Marcus permaneció en silencio frente al espejo, sus dedos trazando el intrincado marco como si intentara descifrar el significado de cada detalle tallado en la madera. Sus ojos, oscuros y calculadores, reflejaban una mezcla de fascinación y cautela que ponía a Violet en tensión.

"No entiendo cómo puedes estar tan tranquilo," espetó Ross, cruzando los brazos mientras se apoyaba contra la pared de piedra. "Este espejo no es solo un artefacto. Es peligroso."

"Dangeroso es subjetivo," respondió Marcus sin apartar la mirada del espejo. "Pero fascinante… eso es indiscutible."

Violet se acercó a ellos, sujetando el diario de su abuela con fuerza. "¿Qué necesitamos para entender lo que realmente hace este espejo? No podemos seguir esperando."

Marcus levantó la cabeza y la miró directamente, su expresión seria. "Necesitamos activar su conexión, pero no es algo que se haga a la ligera. Este espejo responde a la energía… y al sacrificio."

"¿Sacrificio?" repitió Ross, su tono más desafiante que incrédulo. "No dejaré que hagas nada que ponga a Violet en peligro."

Violet levantó una mano, deteniendo la discusión antes de que empezara. "Esto no se trata de lo que tú dejes o no dejes, Ross. Esta es mi decisión. Si el espejo guarda respuestas sobre mi abuela y esta mansión, estoy dispuesta a correr el riesgo."

Ross la miró, sus ojos llenos de preocupación, pero no dijo nada más.

"Bien," dijo Marcus, rompiendo la tensión. "Necesito tiempo para preparar el ritual que activará el espejo. Pero antes de hacerlo, deben entender algo: el precio no siempre se paga de inmediato. A veces, las consecuencias tardan en aparecer."

Violet asintió, sintiendo que cada paso que daba la acercaba más a algo que cambiaría su vida para siempre.

Marcus se movía con precisión en la habitación del sótano, preparando los elementos que usaría para activar el espejo. Colocó velas en un círculo perfecto alrededor del artefacto, sus llamas proyectando sombras que se deslizaban inquietas por las paredes. Violet observaba cada movimiento con atención, mientras Ross se mantenía en la entrada del sótano, su postura rígida reflejando su desconfianza hacia Marcus y el ritual.

"No sé si esto es buena idea," murmuró Ross, aunque su voz apenas rompió el silencio.

"Las mejores ideas rara vez lo parecen al principio," respondió Marcus sin levantar la vista, su tono casi divertido.

Violet, ignorando la tensión entre los dos hombres, sujetó el diario de su abuela con fuerza. Buscaba cualquier pista que pudiera guiarla en lo que estaba por venir. Entonces, encontró una anotación casi al final del diario que la dejó helada:

"El espejo no solo revela. Conecta con las sombras que guardamos dentro. Toma fuerza de quien lo activa y refleja no solo verdades… sino también miedos."

"Esto no es solo un ritual," dijo Violet, levantando la mirada hacia Marcus. "El espejo tomará algo de mí, ¿verdad?"

Marcus se detuvo por un momento, su expresión seria. "Es posible. Los artefactos como este tienen voluntad propia. Lo que quieran tomar no siempre depende de nosotros."

Ross avanzó hacia ellos, su voz firme y desafiante. "No puedo quedarme quieto mientras algo le ocurre a Violet. Si esto se sale de control, detendremos el ritual de inmediato."

Marcus suspiró, como si estuviera acostumbrado a lidiar con advertencias como esa. "Puedes intentarlo, pero una vez que el espejo esté activo, no será tan simple como detenerlo."

Violet ignoró las advertencias y caminó hacia el espejo, quedando en el centro del círculo de velas. Su reflejo en la superficie del artefacto era extraño, casi distorsionado, como si la imagen no estuviera del todo sincronizada con sus movimientos.

"Estoy lista," dijo con firmeza.

Marcus comenzó a recitar palabras en un idioma antiguo, su voz resonando en el sótano como si fuera amplificada por las propias sombras. Las llamas de las velas parpadearon, y la temperatura de la habitación pareció descender. Violet sintió un escalofrío recorrer su cuerpo mientras el espejo comenzaba a emitir un suave resplandor.

De repente, las imágenes en la superficie del espejo se desdibujaron, y una figura comenzó a formarse en el cristal. Era su abuela, joven y radiante, pero su expresión estaba marcada por una mezcla de tristeza y desesperación. Violet intentó hablar, pero las palabras no salieron de su boca.

La figura en el espejo levantó una mano, como si estuviera tratando de tocarla, y sus labios se movieron, formando una única palabra: "Corre."

Violet dio un paso atrás instintivamente, el reflejo de su abuela en el espejo parecía tan real que su corazón latía con fuerza en su pecho. Las velas seguían parpadeando, y el aire en el sótano se sentía pesado, como si algo invisible estuviera presente, observándolos.