LUCES Y SOMBRAS

La puerta dorada se abrió con un sonido profundo y resonante, como un susurro amplificado por la mansión misma. Más allá de ella había un corredor que parecía infinito, con luces parpadeantes que se alternaban entre el dorado cálido y un gris oscuro casi opaco, como si la mansión estuviera mostrando sus dos caras: lo que ofrecía y lo que ocultaba.

"Esto no se siente como los otros pasajes," dijo Ross, mientras su linterna iluminaba las paredes del corredor, que estaban cubiertas con espejos pequeños que reflejaban las luces. "Es como si estuviera intentando confundirnos... o mostrarnos algo."

Violet avanzaba con cautela, sosteniendo la llave que ahora parecía emanar una luz más débil que antes, como si estuviera agotada. "Este lugar es diferente porque estamos entrando en lo más profundo. Las luces y sombras nos están diciendo algo. Debemos entenderlo antes de continuar."

Marcus estudiaba las luces parpadeantes y los reflejos en los espejos, su mente claramente buscando un patrón. "Esto no es solo una decoración. Es un mensaje. La mansión está intentando mostrarnos su dualidad: luz y oscuridad, verdad y engaño. Debemos decidir cuál seguir."

A medida que avanzaban, el corredor comenzó a transformarse. Los espejos reflejaban no solo las luces, sino también imágenes del pasado de cada uno de ellos, aunque estas estaban distorsionadas, como si hubieran sido divididas en dos: una mitad llena de luz y otra cubierta de sombras.

Violet se detuvo frente a uno de los espejos, viendo su propio rostro reflejado, pero con una expresión que no reconocía del todo. En la mitad iluminada, veía a alguien seguro de sí mismo, listo para aceptar el legado de su abuela. Pero en la mitad en sombras, veía a alguien cargado de dudas y miedo, cuestionando si realmente era digna de ese legado.

"Esto... esto no somos solo nosotros," dijo Violet, con la voz temblorosa. "Es lo que llevamos dentro. Lo que hemos enfrentado, lo que hemos ocultado."

Marcus asintió, mirando su propio reflejo, que mostraba una versión de sí mismo dividida entre el investigador obsesionado con la verdad y el hombre que había ignorado todo lo demás en su vida. "La mansión está jugando con nuestras percepciones. Nos está mostrando que cada uno de nosotros lleva ambas cosas: luz y sombra. Pero la pregunta es, ¿cuál elegimos seguir?"

Ross, aunque claramente inquieto, se acercó a un espejo y vio su propio reflejo. Una mitad mostraba una versión de sí mismo valiente y decidida, alguien que enfrentaba cualquier desafío con fuerza. La otra mitad mostraba su vulnerabilidad, su miedo a ser atrapado por el pasado y por las decisiones que había tomado. "¿Esto significa que no podemos cambiar? ¿Que siempre seremos estas dos versiones de nosotros mismos?"

Los susurros regresaron, llenando el corredor con una voz única que parecía surgir de todas las paredes: "La luz y la sombra no son opuestas. Son parte de lo que son. Solo al aceptar ambas podrán atravesar el núcleo."

Las luces en el corredor parpadeaban cada vez con mayor intensidad, proyectando sombras alargadas que parecían moverse por cuenta propia. Los espejos, al reflejar las dualidades de cada personaje, no solo les mostraban sus conflictos internos, sino también los vínculos que los mantenían unidos.

Violet se detuvo frente a un espejo que reflejaba imágenes de su abuela trabajando en la mansión, pero esta vez la imagen no estaba dividida. La luz y la sombra se entremezclaban en la figura de su abuela, mostrando cómo su fuerza y sus dudas coexistían en armonía. "Mi abuela no era solo luz ni solo sombra," dijo en voz baja. "Era ambas cosas, y eso es lo que la hizo fuerte. Eso es lo que me dejó como legado."

Marcus, observando su propio espejo, vio cómo su pasión por descubrir verdades se mezclaba con los momentos en que esa obsesión lo había alejado de las personas importantes en su vida. "La mansión no está juzgándonos," dijo, casi para sí mismo. "Nos está mostrando que debemos aceptar cada parte de lo que somos... no solo lo que queremos mostrar."

Ross permanecía frente a su espejo, mirando cómo su reflejo mostraba su valentía y sus miedos en igual medida. "No entiendo cómo aceptar esto me ayudará a avanzar," murmuró. "Pero si hay algo que este lugar me ha enseñado, es que huir no es siempre la opción."

De repente, los espejos comenzaron a emitir una luz constante, que llenó el corredor y las paredes con una claridad abrumadora. Las sombras en movimiento se detuvieron, y los susurros regresaron, más profundos y resonantes que antes: "La luz y la sombra no son enemigos. Son partes del todo. Solo al aceptarlas podrán encontrar el núcleo."

El corredor comenzó a cambiar, las paredes se disolvieron lentamente, revelando una sala completamente nueva. Esta sala era amplia y estaba dividida en dos partes: una inundada de luz dorada cálida, y la otra cubierta de una sombra azulada fría. En el centro, había un pedestal que sostenía una esfera brillante, que parecía contener ambas energías.

Marcus fue el primero en acercarse, observando cómo la esfera emitía un pulso constante, como si estuviera viva. "Esto es el Núcleo de las Luces y Sombras," dijo en voz baja. "No se trata solo de aceptarlas. Debemos decidir cómo utilizarlas."

Violet y Ross se unieron a Marcus, observando la esfera mientras su luz fluctuaba, proyectando imágenes en el aire. Estas imágenes mostraban los momentos que habían enfrentado en la mansión, desde los sacrificios de las ataduras hasta las marcas que habían descubierto.

"La mansión nos está pidiendo que decidamos qué hacer con estas verdades," dijo Violet, mirando la esfera con determinación. "¿Utilizamos estas luces y sombras para proteger la mansión y su legado, o dejamos que todo se disuelva, llevándonos las verdades con nosotros?"

Los susurros regresaron una última vez, suaves pero firmes: "La luz y la sombra son el núcleo. Su decisión definirá el futuro de la mansión.