Capítulo 03—Ecos del Pasado

Capítulo 3 – Ecos del Pasado

Punto de vista: Irina Romanova

El garaje olía a óxido, gasolina y tiempo. Las paredes eran de concreto sin pintar, decoradas solo por el moho y algunas telarañas.

Una lámpara portátil lanzaba una luz anaranjada sobre la mesa metálica donde Irina se sentó, con la pistola aún en mano.

La marca en su antebrazo ardía como si siguiera grabándose.

—Esto no puede ser real —murmuró. No lo decía como negación, sino como plegaria.

Su voz sonaba quebrada, rota por dentro. Nadie la había escuchado hablar así antes.

Y ahora, el nombre del enemigo tatuado en su carne.

—¿Por qué yo? —preguntó en voz alta, sin esperar respuesta.

Nikolai estaba sentado frente a ella, observándola.

No había burla en su mirada. Solo una intensidad serena, peligrosa. Como un animal que aún no ha decidido si atacará o huirá.

—Quizá no es sobre ti —dijo él—. Quizá es sobre algo más grande.

Ella lo miró con desprecio.

—¿Ahora crees en cuentos de hadas?

—Creo en señales. Y esta es una que no podemos ignorar.

—Podría matarte y acabar con esto ahora mismo.

—Podrías intentarlo. Pero no lo harás.

Silencio. Otra vez esa cuerda tensa entre ellos. Ella sabía que él tenía razón, y eso la enfurecía.

—¿Y si esto es una trampa? —preguntó Irina— ¿Y si todo esto fue planeado por tu familia?

Nikolai negó con la cabeza.

—Confía en mí. Nadie en mi familia es lo bastante estupido para planear algo así.

Eso la hizo sonreir. Apenas. Pero fue suficiente para romper un poco el hielo.

Y entonces, de repente, un estruendo metálico en el techo. Irina apuntó hacia arriba instintivamente.

—¡Nos encontraron!

Nikolai se levantó de golpe.

—Toma la escotilla del fondo. Yo los detendré.

—¿Estás loco?

—Solo un poco.

—Ve

—¡AHORA!

Irina vaciló un segundo.

Luego corrió sin mirar atrás.