Sombras del Engaño

Capítulo 9. Las ruinas del eco

La mañana era fría y gris cuando Amara bajó del auto, con el viento arrastrando el polvo de la carretera abandonada. Owen cerró la puerta detrás de ella, revisando el mapa que sostenía en sus manos, trazado con líneas rojas, anotaciones hechas a toda prisa y marcas circulares que apuntaban a un solo lugar: Villa Roca, el pueblo fantasma a pocos kilómetros de la antigua mina.

—¿Crees que Elina y Mark vinieron aquí? —preguntó Amara, ajustándose la bufanda al cuello.

—No lo sé —respondió Owen—. Pero este lugar aparece varias veces en los documentos que encontramos de Evan. Mira esto —le mostró una hoja arrugada—: "El punto de enlace está en las ruinas. Donde el eco no responde."

Amara frunció el ceño—. ¿Una metáfora?

—O una advertencia.

La villa estaba sumida en el silencio. Casas con los techos derrumbados, paredes cubiertas de grafitis viejos y puertas que crujían al menor soplo de aire. El tiempo la había devorado, y sin embargo, había algo en ella que resistía.

Entraron en una vieja escuela, guiados por la intuición y la nota de Evan. El pasillo principal estaba cubierto de escombros, pero al fondo, detrás de una pared semi caída, encontraron una trampilla oxidada. Owen tiró de ella con esfuerzo. Una escalera descendía a lo que parecía ser un refugio subterráneo.

—¿Quieres que baje yo primero? —preguntó Owen.

—No. Vamos juntos —respondió Amara, sacando su linterna.

El aire era denso, cargado de humedad y moho. Avanzaron entre columnas de hormigón agrietado, hasta llegar a una sala con estanterías destrozadas y una mesa metálica en el centro. Encima, una carpeta vieja con el logo del conglomerado Ricci.

Amara la abrió. Dentro había fotografías en blanco y negro, planos de la mina... y una imagen que la hizo contener el aliento: Dalia Ricci, mucho más joven, de pie junto a un hombre que no reconocía, frente a una puerta con el mismo símbolo tallado que habían visto en los túneles.

—Esto... esto lo vieron Elina y Mark —dijo Amara, señalando el símbolo—. Estoy segura. Mark nos enseñó una fotografía que tomó hace unos días. Es una conexión directa.

—Mira esto —añadió Owen, apuntando a una nota en el margen del plano—: "No permitir que el acceso B-7 sea reabierto. Si lo encuentran, la verdad saldrá a la luz."

Ambos se miraron.

—¿Acceso B-7? —repitió Amara—. Tiene que ser la sección de la mina donde casi mueren Elina y Mark. Esto lo confirma.

Owen levantó otro documento. Era una carta que parecía reciente, tal vez no más de una semana, firmada con iniciales: R.M.

—¿Raphael? —murmuró Amara.

La carta decía:

"Elina no debe saber. Si se entera, destruirá todo lo que hemos construido. La conexión entre su madre y el conglomerado debe seguir enterrada. Si Mark habla, actúa. Sin vacilar."

Un silencio helado llenó la sala.

—Lo sabían todo —dijo Amara, la voz apenas audible—. Sabían lo de Dalia Ricci, sabían quién era realmente Elina. Todo este tiempo... la estaban vigilando.

Un golpe seco resonó arriba. Ambos se quedaron quietos.

—¿Escuchaste eso? —susurró Owen.

Otro golpe. Luego una voz apagada. Pasos.

—No estamos solos.

—¿Tú crees? — Expresó Owen con una evidente ironía.

—No es momento para tus comentarios sarcásticos, Owen. Andando, salgamos de aquí.

Apagaron las linternas. Owen tomó un hierro oxidado del suelo, y Amara guardó la carpeta bajo su abrigo. Permanecieron en silencio, escuchando cómo alguien descendía lentamente por la escalera.

—Tenemos que salir —susurró ella—. Ahora.

Owen asintió. Buscaron otra salida. Al fondo, una rendija en la pared permitía ver la luz del exterior. Con esfuerzo, rompieron la plancha corroída que la cubría y salieron arrastrándose entre los escombros.

Detrás de ellos, una figura alcanzó la sala subterránea y observó la mesa vacía. Llevaba guantes de cuero y una insignia dorada en el cuello. Levantó la vista hacia el hueco por donde habían escapado y maldijo en voz baja.

Amara y Owen corrieron hacia el bosque cercano, sabiendo que habían encontrado más de lo que esperaban. Elina tenía que saberlo. Raphael o alguien más estaba más cerca de lo que creían. Y ahora, ellos también eran parte del secreto.



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En el texto hay: misterio, venganza, ficcion

Editado: 20.06.2025

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