~Cap. 5~

Anteriormente:

Mayumi fue lentamente cobrando consciencia, observando lentamente el lugar donde estaba, una celda vieja y rustica la cual parecía podrida y mal atendida, pacientemente termino de abrir los ojos para enfocar a una persona la cual se paró frente a la celda de la chica.

No lo conocía en lo absoluto pero era obvio retomando tranquilamente su memoria, que ellos eran quienes atacaron a sus amigos y por ende quienes la secuestraron.

Afilando la mirada la chica que antes era amabilidad y pura felicidad estaba observando con hostilidad como aquel hombre con una máscara extraña entraba en la celda acercándose a ella.

Para luego tomarla del mentón como si estuviera apreciándola lentamente, ahí fue donde ella noto como varios de sus mechones de cabello eran de color marrón rojizo ¿sobre exposición a las bacterias que componen el virus? ¿O se está adaptando completamente a la misma?

El hombre de aspecto extraño solamente negó con la cabeza la actitud de la chica —bienaventurados los que caminan en la oscuridad porque la luz se les dará… y pensar que tú eres la única que puede salvarnos de esta plaga.

—¿Qué dices…? —Mayumi observo como el delicadamente tomo sus manos mostrando sus uñas un poco más afiladas de lo normal, no era como su modo de adrenalina pero se notaba que podría hacer daño si quisiera

—para este punto… la cura que trasmuta tu cuerpo y se conduce por su sangre ya ha tomado gran parte de todas tus células… incluso alguien de buena fe diría que con solo tus uñas se podría desarrollar una cura potente para acabar con la infección —el hombre tenía razón, lentamente el virus desarrollado por la cura ya fue transformando toda célula del cuerpo de Mayumi hallen gracias al acceso al modo adrenalina.

Era solo cuestión de tiempo para que ella fuera considerada una mitad humano y una mitad Korusein, algo nunca antes visto

—como Jeshua… tú debes sacrificarte por una voluntad mayor, la voluntad de EL —dijo el hombre con gran voluntad para el espanto de la chica que solamente movió su mano rápidamente soltándose del agarre

—¿¡Estas demente?! Si bien es cierto que donare mi sangre para que se recree la cura… no me sacrificare por nadie ni tampoco moriré… me puede importar cuanto menos tu dios, si muero la cura no funcionara y lo sabes —dijo Mayumi determinada y lentamente tomando el modo adrenalina.

—¡¿Cómo te atreves…?! —cuando el hombre iba a golpearla, una patada que no noto fue directo a su cara desestabilizándolo levemente y haciendo que Mayumi clave una mordida en el cuello del sujeto arrancando la máscara en el proceso.

Revelando a un hombre caucásico de alrededor de entre 45 a 50 años, de cabello canoso y algunas arrugas pero estaba en buena forma, siguiendo seguramente una buena rutina de ejercicio.

Una sonrisa colmilluda aparecía lentamente en la cara de la chica mientras las facciones del modo adrenalina iban apareciendo lentamente pero había algo diferente… parecía tener completo control de su cuerpo

—Vaya… si este es tu verdadero rostro, señor —los ojos de Mayumi Hallen ardían con el deseo de derrotar a este sujeto, no será la típica doncella que debe esperar por ayuda… le partirá los dientes a este viejo imbécil a sus ojos.

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La bestia aprendió a controlarse

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Varios estruendos se hicieron presentes por toda la zona alarmando a los presentes, varios agentes del clero fueron a toda velocidad hacia la causa de dicho alboroto, cuando observaron cómo Lutero se estrellaba contra una ventana causando más alboroto, con espada en mano el hombre estaba fatigado al respecto pero también visiblemente alarmado.

—¡Mi Señor! ¿Qué esta…? —dijo uno de los agentes extrañado por el asunto pero Lutero rápidamente lo detuvo de preguntar y solo señalo al frente.

De la misma ventana aparece una persona de cabellos castaños rojizos, pero su altura había aumentado más de lo normal, sus manos ahora parecían garras en toda regla, con otras características de una bestia plumada, sus iris con forma bestial estaban irritadas y solo miraban al hombre que solamente empuño más su espada

—Parece que subestimamos a aquella mujer —dijo el hombre con seriedad mientras empuñaba fuerte su arma apuntando a aquella mujer bestia que solamente sonreía con sarcasmo.

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Erick iba abriendo los ojos lentamente mientras deslumbraba el lugar donde estaba, observando cómo estaba durmiendo en la cama de un hospital, recuperando completo control de la consciencia intento recordar lo sucedido.

Donde sus ojos se abrieron ante la posibilidad que se le cruzo en su mente.

Y ese miedo se confirmó, cuando observo como Erina conjunto con los demás iban entrando en la habitación pero faltaba Mayumi.

—¡Erick! —grito Erina completamente aliviada mientras abrazaba al mencionado que solamente sonrió de lado mientras correspondía el abrazo.

—Veo que despertaste grandote —dijo Linn divertida al respecto pero luego acomodo sus lentes seria al respecto —se lo que estás pensando… si así es, Mayumi Hallen fue raptada por esos malditos del clero.

Erina reprimió su cara de tristeza al recordar ello, y los demás se sentían impotentes.

—No se preocupen demasiado, Mayumi no puede salir de este estado bajo ninguna posibilidad… ya hemos declarado la desaparición de la chica y quienes fueron los responsables, todo está siendo revisado por todos los efectivos de GARDIAN que existen —dijo Linn de forma seria mientras señalaba al grupo —si están listos prepárense y vengan conmigo, porque tengo la sensación personal de saber dónde está aquella chica.