RICK
El suave arrullo de la lluvia golpeando la ventana hizo que me abrigara con las cobijas sintiendo una punzada en mi costado
izquierdo al girar en la cama.
Entre abrí los ojos sin ganas de despertar siendo golpeado por destellos de recuerdos de lo que ocurrió con Carlos.
No deseaba pensar pero mi mente ya estaba trabajando obligándome a levantarme al no saber donde estoy o que ocurriría después.
-No te levantes -ordeno.
-Podrías dejarme en paz -pedía cansado.
-Lo haré cuando dejes de llamar la atención.
No entendía porque o como pero se estaba convirtiendo en un completo problema que comenzaba a odiar.
-¿Que llamo la atención?.
Nací aquí y ni siquiera se saben mi nombre.
Pero porque debo explicárselo aun idiota.
Me levanté pasando junto a la silla en la que ese sujeto se encontraba sentado caminando al baño en un intento de liberarme
del cansancio.
-Se te abrirá la herida.
Me detuve en medio de la trémula que producía el vértigo que comenzó a marearme sintiendo que ya no existía que había pasado a ser una tercera persona en ese instante, un espectador que veía todo desde otra perspectiva, veía la habitación y la
ventana pero no le prestaba atención a nada en realidad.
-No haré nada.
Respondí volviendo a caminar hasta el baño como un autómata o como un niño que mueve un auto a control remoto, mi
razón, mi alma o simplemente la costumbre tomaba el papel del niño y mi cuerpo la del juguete.
Cerré la puerta con calma y me lave el rostro en el lavabo quedándome inmóvil viendo el agua desapareciendo en el desagüe con un sonido de estática y ruido blanco ensordeciendome.
Una gota golpeando al caer me sacó del trance levantando la mirada hasta hallar mi reflejo.
Esa imagen patética de alguien derrotado me hizo parpadear incrédulo tratando de convencerme de que ese era mi reflejo.
-Si fuera igual de atractivo tan bien me quedaría impresionado con mi reflejo -¿bromeaba?.
Observe mi reflejo y trate de ver algo bueno en mi pero sólo veía aun chico ridículo de apariencia espantosa y... -Bonitos ojos.
Dirigí mi atención a Erik buscando alguna respuesta a lo que acababa de decir como si hubiera hablado en otro idioma.
-Tienes una mirada interesante.
-Serás feliz le dijo la compasión al sufrimiento -respondí irónico.
Regrese a la habitación y busque mis cosas encontrando las en un pequeño armario junto a la ventana.
-Perdiste mucha sangre.
-Tal vez muera esta vez.
Regrese al bañó y me quite la bata de hospital vistiendo me algo asqueado con mi ropa manchada de sangre.
Debía regresar y cuanto antes, mejor.
Salí de esa habitación caminando sin rumbo pero con una sola cosa en mi cabeza, mi madre.
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Editado: 07.11.2023