—No te duermas tan tarde —le advertí a Callie antes de despedirnos.
Ella negó con la cabeza y Kate se despidió, deseándome suerte en la cena.
—Tú te comportas más como su madre —habló bajo después de dejar a Callie.
—Me preocupo mucho por ella, es una gran niña, aunque no lo demuestre porque no hable mucho.
Eso era cierto, siempre trataba de estar presente para Callie. No quería que mi hija se sintiera abandonada, ya tenía suficiente con no conocer a su padre como para que yo no le diera la atención que ella necesita.
—Es maravilloso que estés ahí para ella. No todos los niños tienen a alguien como tú a su lado hoy en día —dijo Asher y se acercó a mi cuando tardé en subirme al auto de nuevo—. Te vas a enfermar, sube.
—Tienes razón —suspiré pesadamente—, espero estar haciendo lo correcto.
En el camino al restaurante o cual sea el lugar al qué Asher nos llevaba, hablamos de pocas cosas, pero que nos sirvieron para bajar el muro que había entre nosotros hasta ahora.
Tal vez, al final, tomar la decisión de salir con Asher, no fue una mala idea.
Al llegar, él estacionó su auto debajo de un árbol, podía observar que el sol estaba a minutos de desaparecer por completo y el lugar en donde estábamos no era un restaurante, como lo imaginé.
El bonito parque estaba decorado con luces, todas de diferentes tamaños, agradecí no traer tacones altos ya que se me complicaría caminar en este momento.
—Solo sigue caminando —me indicó y yo seguí las instrucciones, mirando atentamente todo mi alrededor.
Finalmente, llegamos a un área más abierta e iluminada del parque, donde un mantel extendido en el suelo estaba rodeado de cojines.
Era más sencillo que las imágenes que salían en Internet, donde colocaban miles de pétalos de rosas y un montón de velas para decorarlo todo, y en mi preferencia, era mejor así.
—¿Te gustan las estrellas? —Asher se sentó sobre el mantel y yo me quedé estática, aún observándolo todo.
—¿Por qué la pregunta?
¿Estaba nerviosa?
Si, definitivamente lo estaba.
—Porque hoy vas a ver muchas, te lo aseguro.
Él dio unas palmaditas al espacio vacío a su lado, indicando que me sentara. La brisa de la noche no era fría y me senté junto a Asher, emocionada, mientras veía como él sacaba algunas cosas de una canasta de picnic.
—Me encanta mirar las estrellas —susurró sin verme—. Espero que a ti igual.
—No lo hago muy seguido, casi no hay muchas en la ciudad.
—Tienes razón, aquí habrá más porque estamos lejos. Deberíamos comer un poco primero, mientras esperamos que oscurezca.
De la canasta sacó bastante comida, frutas y algunos dulces. Y me ofreció de cada uno para empezar a comer.
—Lo lamento —dijo en un momento de silencio—, lamento no haber entendido cómo te sentías antes, sobre lo que pasó.
—Ambos cometimos el error, fue cosa de los dos.
—Lo sé y por eso quiero disculparme, arreglar las cosas. Espero no sea demasiado tarde.
Lo miré a los ojos y pude ver la sinceridad en su expresión. Había pasado bastante tiempo de aquella noche, en tres años podían pasar muchas cosas.
—Nos dejamos llevar por el alcohol, fue solo eso. No creas que te guardo rencor o algo parecido, así que acepto tu disculpa. Y yo también lo lamento, por dejarte esa mañana sin ninguna explicación.
—Admito que me sorprendí —rio al hablar—, nadie me advirtió que las chicas salían corriendo después de una noche así.
—No creo que todas las chicas, solo las locas como yo —me sonrojé al escucharlo hablar tan tranquilo—. Tengo una duda... ¿Te acuerdas de todo lo que sucedió?
—Si, lo recuerdo —contestó sin problemas—. ¿Tú no?
—Ehh, bueno, siendo honesta, no mucho.
—Vale —tenía una voz muy calmada y juraba que si cerraba los ojos podría quedarme dormida gracias a su tono relajante—, eso ya no importa.
—¿Y cómo te ha ido los últimos años? Aparte de trabajar con tu hermana en la misma empresa —traté de cambiar el tema.
—Alice... Solo la estoy ayudando por un tiempo, es uno de los últimos favores que le haré.
—¿Te iras? Eso suena como si no la fueras a volver a ver.
—No es así, me quedaré en la ciudad, pero mi tiempo libre disminuirá ahora que soy el presidente.
—Entonces, estás cumpliendo tu sueño, te ascendieron.
—Lo recuerdas —se notó sorprendido por lo que dije—. Por cierto, te ves muy bien, algo diferente de cuando nos conocimos, yo creo que mejor.
—¿Acaso intentas coquetear conmigo? —levanté una ceja, intrigada.
—No lo sé, ¿está funcionando? —se acercó un poco a mi, haciendo el mismo gesto que yo.
Ambos reímos por el comentario y sentí cómo la tensión se disipaba aún más. Era refrescante poder tener una conversación ligera y divertida con él.
—Creo que no aún, no me dejo llevar tan fácilmente.
Asher me miró de soslayo y sonrió de manera traviesa.
—Oh, entonces será un desafío interesante. Estoy dispuesto a aceptarlo.
Continuamos hablando animadamente mientras admirábamos el lugar y comíamos lo que él trajo.
Hablamos sobre nuestros intereses y escuché sobre algunos de los planes que él tenía a futuro.
En un momento dado, cuando el cielo estaba completamente oscuro, Asher ubicó un telescopio en medio de nosotros.
—Así se verá mejor, inténtalo.
Me acerqué al telescopio y por medio de este observé las estrellas, era fascinante verlos con tanto detalle a través del telescopio, y Asher me explicaba cosas sobre algunos de ellos.
Después de un rato, nos sentamos nuevamente en el mantel y nos quedamos en silencio, simplemente disfrutando de la tranquilidad de la noche estrellada.
—Espero de verdad que esta no sea la última vez que salgamos.
—Fue divertido —contesté, pero en ese momento recordé a Callie y todo lo que le estaba ocultando a él—, solo que no tengo mucho tiempo como para salir por estas cosas.
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Editado: 08.08.2024