Sombras del Pasado

14

—Dios santo. ¿De verdad dijo eso? —yo asentí— ¿Y tú aceptaste? —volví a asentir.

—Si algo sale mal, me mudaré a la luna. No pude ser tan malo.

Había compartido con Kate los detalles de la conversación en la que Asher había expresado su deseo de darle una oportunidad a nuestra relación.

Ella dejó escapar un suspiro de asombro y luego estalló en risa.

—No puede ser tan malo, ¿verdad?

—No, claro que no. Y recuerda, si te mudas a la luna, asegúrate de enviarme una postal.

—Si, cómo no. Lo prometo. Ahora, me voy, debo ir a dejar a Callie.

Ya era tarde, y mi hija tenía actividades que le dejó su profesora.

Salimos juntas y caminamos hasta llegar a las instalaciones, Callie se despidió de mi con un abrazo y entró emocionada por lo que iba a aprender hoy.

Después de dejar a Callie en sus actividades, me quedé un momento en el área de espera, observando cómo otros padres llevaban a sus hijos. Yo me veía muy niña en comparación con los otros padres.

Después de dejar a Callie en sus actividades, regresé a casa y me sumergí en mis tareas diarias. Intentaba mantenerme ocupada, enfocándome en el trabajo y en mis proyectos personales mientras mi mente seguía dando vueltas.

Pasaron algunas horas, y finalmente decidí tomar un descanso y preparar algo de comida para la cena. Mientras estaba en la cocina, mi teléfono sonó, indicando un mensaje entrante. Lo revisé y vi que era un mensaje de Asher.

Asher

¿Qué te parece si pasas por mi casa esta noche? Tengo una sorpresa para ti.

Me sorprendió la invitación de su parte, pero también me intrigó la idea de una sorpresa. Decidí aceptar y le respondí:

Nyx
"Está bien, ¿a qué hora debo ir?"

Él respondió rápidamente con la hora y dirección de su casa. Terminé de preparar la cena y luego me dispuse a arreglarme para la visita. Kate pasaría por Callie, ya que estaba cerca del lugar.

Cuando llegué a su casa, Asher me recibió en la puerta con una sonrisa.

—Espero que te guste lo que tengo preparado.

Intrigada, lo seguí adentro de la casa. Asher me llevó a la sala de estar, donde había un proyector y una pantalla blanca montada en la pared. Parecía que estaba a punto de mostrarme algo.

—¿Qué es esto? —pregunté, curiosa, observando todo a mi alrededor.

Asher se acercó y presionó un botón en un control remoto, y la pantalla se iluminó con un vídeo que me dejó sin aliento.

Me volví hacia Asher, con los ojos completamente abiertos y llenos de emoción.

—Es... Es hermoso, Asher. No puedo creer que hayas hecho esto.

Él sonrió y me tomó de la mano, mientras yo seguía mirando lo que se proyectaba, sin poder apartar la vista.

Mi sorpresa se intensificó al darme cuenta de que Asher había creado una atmósfera hermosa en su propia casa. La nieve en la pantalla caía lentamente y todo parecía tan real, afuera todo estaba oscuro y solo estaba la luna adornando el cielo.

Asher me miró con una sonrisa juguetona y me invitó a bailar en medio de la "nieve" que caía en la pantalla. Aunque la sorpresa me había dejado sin palabras, no pude resistirme a su encanto. Acepté su invitación y comenzamos a bailar juntos en la sala de estar, rodeados de la música que él había encendido hace no mucho, nos movíamos juntos al ritmo de la canción suave que sonaba de fondo.

—Te gusta el invierno, ¿Verdad? —asentí, la verdad era que me encantaba.

—Es una de mis estaciones favoritas.

— Aún falta para el verdadero invierno, pero espero que esto reduzca el tiempo de espera.

Él me sonrió y me atrajo más cerca mientras seguimos moviéndonos al ritmo de la música.

Las luces tenues y la "nieve" que caía creaban una atmósfera íntima y romántica. Podía sentir el calor de Asher a medida que me acercaba cada vez más a él, y sus brazos me rodeaban con suavidad mientras continuábamos bailando.

—No importa la estación del año, quiero que seas feliz —susurró Asher, su voz llena de ternura.

Sus palabras llenaron mi corazón de calidez y ambos sonreímos como nunca antes. Nuestros ojos se encontraron, y en ese momento, no hacía falta decir más.

Bailamos juntos en ese rincón de su casa y deseaba con todas mis fuerzas que aquel momento no se acabara.

—¿Te imaginas que se fuera la luz ahora?

—Tan linda, siempre viendo el lado positivo de las cosas —sonrío gracias a mi comentario.

En ese instante, no quería pensar en el futuro ni en las decisiones complicadas que debía tomar. Solo quería estar allí, con Asher, olvidando el resto de problemas.

Bailamos durante un tiempo que pareció detenerse por completo, en ese pequeño rincón de la sala

Finalmente, Asher me tomó de la mano y me llevó hacia el sofá cercano, donde nos sentamos juntos, aún rodeados por la romántica que él había creado.

—Yo... Creo que necesito decirte algo —comencé hablando, quería contarle sobre Callie, pero no tenía idea de cómo.

—¿Si?

—La primera vez que nos vimos, eh, yo quedé...

—Tranquila —me interrumpió—, no tenemos que recordar nada de esa noche si tu no quieres.

Él sonrió con ternura y acarició mi mejilla.

—Entonces, demos un paso a la vez, sin apresurarnos. ¿Mejor?

Asentí, no tan convencida, porque no quería guardar más secretos, no con él ahora.

A medida que se acercaba el momento de irme, Asher se ofreció a llevarme, escuchamos la radio todo el camino y cuando llegamos, me acompañó hasta la puerta.

¿Qué debía de hacer ahora? ¿Abrazarlo? ¿darle la mano? ¿Un beso? No, no, no. Eso último era muy rápido.

Al final me decidí, me acerqué a él y lo abracé con suavidad, sintiendo su calor y su aroma. Asher, por suerte, correspondió al abrazo.

—Gracias por esta noche, Asher. Fue realmente especial —le dije cuando nos separamos del abrazo.

—Gracias a ti por aceptar venir. Adelante, me iré cuando entres.

Cuando entré a casa, no pude evitar sonreír mientras pensaba en lo que sucedió esta noche.




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