Asher
Después de ver a Nyx en ese estado, estaba que explotaba de ira.
Encontraría a esa mujer para hacerla pagar por esto.
Los tiernos ojos de la chica que tenía en frente me miraron con sorpresa cuando trató de entender lo último que le dije.
—No, yo no... No quiero ser una molestia para ti.
—Nyx, escucha con atención —dije con firmeza pero con suavidad—. Tú y Callie son lo más importante en mi vida. No eres una molestia, eres mi familia. Y no permitiré que nada malo les suceda. No puedo estar tranquilo si no sé que están a salvo. Además, ya estábamos hablando sobre vivir juntos.
Mis pulgares acariciaron con cuidado el dorso de su mano mientras ella pensaba.
Nyx asintió lentamente, dejando escapar un suspiro y en ese instante sus ojos se llenaron de lágrimas. La estreché en un abrazo con cuidado, siendo consciente de su herida en el rostro, y ella correspondió, aferrándose a mí como si temiera que desapareciera.
Amaba a esta mujer más que a mi propia vida.
Después de obtener la autorización del médico para irnos, con Nyx en el asiento del pasajero y después de llamar a Kate para ver cómo se encontraba Callie, arranqué el motor para ir a mi casa.
Nyx estaba en silencio, y desee hacer algo para borrar la expresión que tenía en su rostro. Estiré mi mano para alcanzar la suya y entrelazarlas. Ella miró con curiosidad mi acción, pero siguió sin decir nada.
Llegamos a mi casa, y mientras entrábamos, sentí la necesidad de mantenerla cerca. La seguridad en la casa estaba reforzada, y tenía la esperanza de que eso le brindara algo de tranquilidad.
Subimos las escaleras hacia el dormitorio, y mientras Nyx se cambiaba, me aseguré de que todo estuviera en orden tanto adentro como fuera de la casa.
—Puedo ir a dormir en el sofá o si lo prefieres, puedo quedarme aquí contigo —le dije cuando terminó de arreglarse—. No dejaré que nada malo te suceda, te lo prometo.
Ella asintió y la abracé cuando se recostó en la cama. Con ella en mis brazos, me sentía más calmado, solo se escuchaban nuestras respiraciones y el sonido de la lluvia que caía suavemente contra la ventana.
Supe exactamente el momento en donde ella pudo dormir y yo lo hice minutos después. Esperando poder descansar bien lo que restaba de noche.
***
Nyx se había quedado en casa con la compañía de algunos de nuestros agentes de seguridad mientras yo estaba en camino para ir a trabajar. Aunque parte de mí deseaba quedarme en casa y asegurarme de que ella estuviera bien, tenía que encargarme de otro asunto.
Antes de salir, me aseguré de que la casa estuviera bien resguardada, revisando las medidas de seguridad que habíamos implementado, las cámaras, los guardias, las cerraduras, y varias cosas más.
—Asher, mi querido amigo. ¿A qué se debe tu llamada? No creo que sea para preguntarme cómo estoy.
—Dave —saludé, subiendo en el ascensor—. Tienes razón, mira, iré al punto. Necesito que encuentres a una mujer, te enviaré todos los detalles y una foto de cómo se ve por mensaje. Debe ser rápido, es importante.
—Puedo pasar por tu oficina hoy mismo, estoy cerca. Así podremos conversar.
Acepté y en menos de una hora, mi asistente anunció la llegada de Dave y nos reunimos en su oficina.
Le conté sobre todos los detalles que tenía sobre Melissa y le entregué una foto para que supiera cómo era ella.
Rápidamente le expliqué la gravedad de la situación, esperando que pudiéramos acelerar el proceso. Dave asintió con seriedad y tomó notas mientras hablaba. Sabía que podía confiar en él, ha sido una persona de confianza desde años atrás.
En ese momento, Dave llamó a otra persona para que pudiera rastrear a Melissa y conseguir contactos de su familia que pudieran saber su ubicación.
Mientras Dave hablaba por teléfono, mi ansiedad crecía, esperando saber lo que decía.
Finalmente, vi a Dave fruncir el ceño y escuché la mitad de su conversación.
—¿Qué quieres decir que no estaba en casa? —preguntó Dave con incredulidad—. ¿Sus padres no saben en dónde está?
Carajo, Melissa había desaparecido. Y seguro ahora iba a ser más difícil encontrarla.
Cuando Dave colgó el teléfono, y me miró con una expresión nada buena.
—No tenemos una ubicación actual de ella y sus padres están tan preocupados como nosotros cuando les explicaron lo que sucedió. Esto complica la situación, no te lo voy a negar, pero seguiremos buscándola. Asignaré a otro equipo para que la siga buscando.
Sus palabras no trajeron ningún alivio. Si Melissa estaba suelta, significa que aún tenía oportunidades de hacerle daño a Nyx y a mi hija.
—Necesitamos poner fin a esto lo antes posible.
—No te preocupes, estaré en contacto contigo y te informaré de todo.
Después de despedir a Dave, me quedé trabajando en la oficina por unas horas más.
Hasta que recibí el mensaje de Kate y pasé a recoger a Callie a su casa.
Callie parecía estar tranquila a pesar de lo que pasó anoche, aunque era de agradecer qué ella no presenció todo.
—¿Vamos a quedarnos aquí? —preguntó Callie, mirando la casa.
—Por ahora si, princesa. Después ya podrás volver a tu casa.
El sol se comenzaba a ocultar y cuando le ofrecí a Nyx dormir en el sofá o en una habitación diferente, ella insistió en que compartiéramos la cama, y claro, no podía negarme. Menos tratándose de ella.
***
Nyx, comenzó a retomar su rutina diaria unas semanas después de lo sucedido. No quería quedarse en casa sin hacer nada.
Melissa seguía sin aparecer. A pesar de todos los intentos qué hacíamos para encontrarla, ella no dejaba ninguna pista de su paradero.
La seguridad en la casa se mantuvo alta, con agentes vigilando las 24 horas del día, no podíamos bajar la guardia.
Cuando llegué a casa después del trabajo, Callie estaba sentada en el sofá junto con Nyx, viendo una película animada. Parecían no darse cuenta de mi presencia a pesar de estarlas observando por varios minutos.
#421 en Novela romántica
#168 en Chick lit
romance, embarazo insperado, embarazo inesperado desconocido
Editado: 15.02.2025