Sombras en el Alborán

Capítulo 14: Caza en la Oscuridad

El motor rugía mientras la lancha de Álvaro Ríos zigzagueaba entre las olas, intentando escapar de sus perseguidores. Las balas seguían impactando en el agua a su alrededor, levantando salpicaduras luminosas bajo la tenue luz de la luna.

—¡Van armados hasta los dientes! —gritó Lucía, sujetándose al borde de la embarcación.

—¡Lo sé! —respondió Álvaro, apretando el timón—. Pero no nos atraparán.

La lancha enemiga se acercaba con rapidez. Álvaro calculó la distancia y giró bruscamente hacia un arrecife cercano.

—¿Qué haces? ¡Ahí hay rocas! —exclamó Lucía.

—Confía en mí.

La lancha pasó a centímetros de las formaciones rocosas. Los perseguidores intentaron imitar la maniobra, pero una de sus embarcaciones impactó contra una roca y estalló en una bola de fuego.

—¡Uno menos! —gritó Álvaro.

La lancha restante no desistió. Los disparos continuaron. Álvaro divisó una cueva marina a poca distancia.

—Nos meteremos ahí —anunció.

Ingresaron a la cueva, envueltos en sombras. Álvaro apagó el motor. El sonido del agua goteando era lo único que se escuchaba.

—¿Crees que nos seguirán? —preguntó Lucía en un susurro.

—Seguro que lo intentarán.

Los faros de la lancha enemiga iluminaron la entrada de la cueva. Álvaro sacó su pistola y se colocó en posición.

Los hombres desembarcaron y comenzaron a caminar por las rocas.

—Lucía, llama a refuerzos. Yo me encargo de darles la bienvenida.

Ella asintió y activó su radio. Álvaro se deslizó entre las sombras, avanzando sigilosamente. Uno de los hombres pasó cerca. Álvaro lo derribó con un golpe certero.

El segundo hombre disparó hacia el sonido, pero Álvaro ya se había movido. Le propinó una patada que lo lanzó al agua.

De repente, un clic metálico detrás de él lo congeló.

—No te muevas —ordenó una voz fría.

Álvaro giró lentamente y vio al hombre de la gorra apuntándole con una pistola.

—Así que tú eres el famoso Ríos. El que mató al Halcón —dijo el desconocido, esbozando una sonrisa cruel—. Ahora, tú también desaparecerás en estas aguas.

Álvaro tensó la mandíbula. La verdadera batalla apenas comenzaba.



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En el texto hay: españa, marruecos, melilla

Editado: 19.02.2025

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