Capítulo 29: La Trampa del León

Ríos repasaba los detalles del fallido intento de captura en la pista clandestina. Saïd el-Mokhtar permanecía detenido, pero no había soltado más que frases crípticas sobre un cargamento aún mayor.

—Tenemos que anticiparnos —dijo Ríos a Lucía—. Karim está planeando algo grande.

—¿Cómo lo hacemos? —preguntó ella.

—Vamos a tenderle una trampa. Filtraremos información sobre una supuesta redada en el puerto y observaremos su reacción.

La noticia de la redada falsa llegó rápidamente a los oídos de Karim.

—Quieren atraparnos en el puerto —dijo a su equipo—. Cambiaremos el punto de entrega al muelle industrial esta misma noche.

Ríos y su equipo, preparados, observaron cómo una embarcación de pesca atracaba en el muelle industrial. Desde su escondite, vieron a Karim supervisando la operación.

—Ahí está —susurró Ríos—. ¡Ahora!

La policía irrumpió en el muelle. Estallaron disparos, y Karim intentó huir hacia una lancha, pero Ríos lo alcanzó.

—Se acabó, Karim —dijo, apuntándole con su arma.

Karim levantó las manos, sonriendo con frialdad.

—¿De verdad crees que esto acaba conmigo? —preguntó—. Siempre hay alguien dispuesto a ocupar el trono.

Ríos lo esposó mientras la policía aseguraba la escena. La red había sido desmantelada, pero sabía que la batalla contra el narcotráfico en el mar de Alborán nunca terminaría por completo.

A la mañana siguiente, desde el puerto, Ríos observó el horizonte. El mar seguía siendo una frontera peligrosa, pero ahora, al menos, había ganado una batalla importante.

—¿En qué piensas? —preguntó Lucía.

—En el próximo paso —respondió—. Karim era solo una pieza. La lucha continúa.