La luna se reflejaba en las aguas oscuras del mar de Alborán mientras el viejo pesquero Estrella del Sur avanzaba lentamente. A simple vista, parecía una embarcación más en una noche de faena, pero en su interior, Álvaro Ríos y su equipo se preparaban para la operación más arriesgada hasta el momento.
—Recibimos la confirmación —susurró Lucía, sosteniendo un pequeño dispositivo—. Karim moverá el cargamento esta noche.
Ríos asintió y ajustó su chaleco táctico. Habían seguido la pista del cargamento durante días, rastreando los movimientos de la red de Karim Benomar hasta este preciso momento. La inteligencia apuntaba a una lancha semirrígida que partiría desde una cala oculta en la costa marroquí con destino a la bahía de Melilla.
A unos kilómetros de distancia, ocultos entre la bruma, varios zódiacs con agentes de la Guardia Civil y un equipo especial de operaciones aguardaban la señal para intervenir.
—Aquí vamos —murmuró Ríos, al ver en el radar un punto acercándose velozmente.
La lancha de los traficantes emergió de la negrura como un depredador en caza, surcando las olas con su potente motor. Dos hombres armados iban en la proa, mientras otros custodiaban los fardos de droga. Pero algo no encajaba.
—Demasiado fácil… —susurró Lucía, con el ceño fruncido.
Un segundo después, el infierno se desató.
Desde la costa, luces rojas parpadearon en clave, y de la nada surgieron dos motos acuáticas con sicarios armados que comenzaron a disparar ráfagas hacia el pesquero.
—¡Emboscada! —gritó Ríos, lanzándose al suelo mientras las balas silbaban sobre su cabeza.
Los agentes en los zódiacs respondieron al fuego, pero entonces la verdadera trampa se reveló: desde otro punto del radar, una segunda lancha apareció con un lanzagranadas en manos de un sicario.
—¡Nos quieren hundir! —vociferó uno de los guardias.
Ríos sintió la adrenalina inundarle el cuerpo. Sabía que si no reaccionaban rápido, no saldrían vivos de allí.
—¡Lucía, avisa a la patrullera, necesitamos refuerzos ya! —rugió, mientras sacaba su rifle y apuntaba al sicario con el lanzagranadas.
La noche estalló en fuego, plomo y caos sobre el Estrecho.
Editado: 19.02.2025