Sombras en El Encanto

Capítulo 18: La Trampa

El viento susurraba a través de los árboles, llevando consigo el eco del caos que había invadido El Encanto. La decisión de Mariana de quedarse y enfrentar la verdad estaba ahora más clara que nunca. Con la reciente revelación de Lucía y la creciente desesperación en el pueblo, sabía que debía tomar medidas drásticas. Era hora de preparar una trampa para descubrir si los Velasco eran realmente responsables de los asesinatos.

La noche había caído y el bosque estaba envuelto en una oscuridad profunda, solo interrumpida por la luz temblorosa de una linterna. Mariana se movía con sigilo entre los árboles, llevando consigo una serie de suministros que había reunido para su plan. Había decidido colocar falsos rastros y señales que llevarían a los Velasco a un lugar específico en el bosque, con la esperanza de atraparlos en el acto.

Mariana se dirigió a un claro aislado, el mismo donde había encontrado el altar ritualista en sus visitas anteriores. Con cuidado, comenzó a colocar pistas que aparentaban ser parte de un nuevo ritual, utilizando símbolos y objetos que habrían atraído la atención de los Velasco. También escondió cámaras de observación en lugares estratégicos para captar cualquier actividad sospechosa.

A medida que la preparación avanzaba, la sensación de inquietud aumentaba. La idea de enfrentar a los Velasco directamente la ponía en una posición vulnerable, pero no había vuelta atrás. Mariana necesitaba pruebas contundentes para demostrar su culpabilidad o para confirmar su inocencia. Apretó los dientes y terminó de preparar la trampa, luego se escondió en un rincón oscuro del bosque, observando el claro con atención.

El tiempo avanzaba lentamente, y el bosque permanecía en silencio, salvo por el sonido ocasional de hojas crujientes bajo el peso de alguna criatura nocturna. Mariana miraba a su alrededor con nerviosismo, el corazón latiéndole con fuerza mientras esperaba que su plan se pusiera en marcha.

De repente, escuchó un sonido que la hizo tensarse. Pasos suaves pero deliberados, acercándose al claro. Mariana se encogió más en las sombras, su respiración contenida. Los pasos se hicieron más claros, y pronto vio figuras que se movían hacia el centro del claro. Eran los cuatro hermanos Velasco, cada uno con una expresión seria y decidida.

Mariana observó con cuidado. La presencia de los hermanos confirmaba sus sospechas, pero el verdadero desafío era ver cómo actuaban y si se comportaban de manera que corroborara su culpabilidad. Se acercaron al lugar donde había colocado los símbolos rituales y comenzaron a inspeccionarlos.

Todo parecía ir según el plan hasta que, de repente, algo cambió. Lucía, la hermana mayor, se adelantó y miró alrededor con una intensidad que hizo que el estómago de Mariana se revolviera. Lucía parecía saber exactamente dónde estaba Mariana, como si percibiera su presencia a pesar de la oscuridad.

—¡Mariana, sal de allí! —gritó Lucía, su voz cargada de una mezcla de enojo y desesperación.

Mariana se quedó paralizada por un momento, pero rápidamente se dio cuenta de que su cobertura había sido comprometida. Los Velasco estaban más preparados de lo que ella había anticipado. Con una sensación de pánico creciente, intentó moverse discretamente para alejarse, pero el terreno traicionero hizo que tropezara y se revelara.

—¡La tenemos! —exclamó Gabriel, el hermano mayor, con una mezcla de furia y determinación—. No deberías haberte metido aquí, Mariana.

Antes de que pudiera reaccionar, los Velasco se movieron con rapidez, rodeándola. Mariana intentó buscar una salida, pero estaba atrapada en el claro, sin una ruta clara de escape. Los hermanos estaban ahora a su alrededor, con expresiones que oscilaban entre la ira y la preocupación.

—No era mi intención causarles daño —dijo Mariana, tratando de mantener la calma mientras se enfrentaba a los Velasco—. Solo quería descubrir la verdad.

Javier, el hermano encantador, se adelantó con una expresión de dolor en su rostro.

—¿Cómo pudiste pensar que esto iba a terminar bien? —preguntó Javier—. Estás jugando con fuerzas que no comprendes.

Mariana sintió un escalofrío al escuchar sus palabras. Parecía que había subestimado la situación, y ahora enfrentaba las consecuencias de su intrusión. Los Velasco estaban enojados, pero también había una desesperación en sus ojos que indicaba que había más en juego de lo que ella había imaginado.

—Escúchame —dijo Mariana, su voz temblando—. No sé qué está pasando, pero necesito entenderlo. El pueblo está en peligro, y no puedo detenerme ahora.

Lucía la miró con una mezcla de tristeza y enojo. Parecía luchar con sus propios sentimientos mientras trataba de mantener la situación bajo control.

—Estás jugando con fuego, Mariana —dijo Lucía—. Hay cosas que no entiendes, y si sigues insistiendo en investigar, podrías poner en peligro a todos, incluidos nosotros.

Mariana sabía que sus opciones se estaban agotando. Estaba atrapada en una trampa que ella misma había creado, y ahora debía encontrar una manera de salir de ella antes de que la situación se agravara. La tensión en el claro era palpable, y cualquier movimiento en falso podría desencadenar una reacción peligrosa.

Con un esfuerzo, Mariana trató de apelar a la razón de los Velasco.

—Si me explican lo que está sucediendo, tal vez pueda ayudar —dijo—. No quiero ser una amenaza para ustedes. Solo quiero salvar a mi gente y entender la verdad.

El silencio se instaló en el claro mientras los hermanos intercambiaban miradas. Finalmente, Gabriel se acercó un paso, su expresión un poco más suave.

—Te daremos una oportunidad —dijo—. Pero debes prometer que no harás más tonterías. Tenemos que resolver esto de una manera que no ponga en riesgo a más personas.

Mariana asintió con fervor, sintiendo una mezcla de alivio y desesperación. Los Velasco estaban dispuestos a escucharla, pero el precio era alto. Ella sabía que estaba caminando en una cuerda floja, y que cualquier paso en falso podría costarle caro.



#658 en Thriller
#307 en Misterio
#139 en Ciencia ficción

En el texto hay: misterio, suspenso, mentiras dolor

Editado: 04.02.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.