Sombras en El Encanto

Capítulo 24: La Emboscada

La noche se había vuelto opaca y silenciosa mientras Mariana se acercaba a la mansión de los Velasco. Sabía que la confrontación era inminente y estaba decidida a enfrentarse a ellos con todo lo que tenía. La determinación la guiaba, pero el miedo y la ansiedad estaban siempre presentes, recordándole la magnitud del peligro que enfrentaba.

Mariana se movía con cautela entre las sombras, utilizando sus habilidades para evitar ser detectada. Había planeado un ataque sorpresa para aprovechar la oscuridad y el silencio de la noche. Sin embargo, al acercarse a la mansión, notó algo inquietante: una sensación de ser observada, como si algo o alguien estuviera esperándola.

Con una mezcla de nerviosismo y determinación, Mariana continuó su camino hacia el patio trasero de la mansión, donde sabía que los Velasco podrían estar menos vigilantes. Sin embargo, antes de que pudiera dar un paso más, un grupo de sombras emergió de entre los árboles. Los hermanos Velasco, liderados por Gabriel, estaban allí, esperándola.

—Mariana —dijo Gabriel con voz grave—. Sabíamos que no te rendirías fácilmente. No podemos permitir que arriesgues todo lo que hemos trabajado para lograr.

Mariana se detuvo en seco, sintiendo un nudo en el estómago. Los Velasco estaban completamente preparados para recibirla. La emboscada era evidente, y su plan había sido frustrado. Los hermanos la rodearon, y Sofía, Lucía y Javier se posicionaron estratégicamente para asegurarse de que no pudiera escapar.

—¿Cómo sabían que iba a venir? —preguntó Mariana, su voz cargada de desesperación—. ¿Cómo supieron lo que planeaba?

Lucía avanzó un paso, su expresión seria pero casi compasiva.

—No es difícil adivinar tus intenciones cuando has mostrado tantas señales de resistencia. Además, tenemos nuestros propios medios de vigilancia y conocimiento. No podemos permitir que te pongas en peligro a ti misma o a otros.

Mariana se preparó para enfrentarse a ellos, pero Gabriel levantó una mano para detenerla.

—Hay algo que queremos ofrecerte antes de que tomes una decisión final —dijo Gabriel—. Esta es tu última oportunidad para unirte a nosotros. Tenemos un propósito que va más allá de lo que puedes imaginar, y necesitamos tu ayuda para lograrlo. Si te unes, podrás tener un papel importante en lo que está por venir.

Mariana miró a Gabriel con incredulidad. La oferta de unirse a ellos parecía una burla en medio de la traición y el engaño que había sufrido. La idea de unirse a los Velasco era inconcebible, pero también sabía que la batalla que se avecinaba sería dura y peligrosa.

—¿Unirme a ustedes? —preguntó Mariana con voz temblorosa—. ¿Después de todo lo que han hecho? ¿Cómo puedo confiar en ustedes ahora?

Gabriel suspiró, su mirada mostrando una mezcla de resignación y urgencia.

—No pedimos que confíes ciegamente en nosotros —dijo—. Solo queremos que consideres la posibilidad de que lo que estamos haciendo puede tener un propósito mayor. El poder que buscamos no es solo para nuestro beneficio, sino para el equilibrio de todo lo que conocemos. Hay fuerzas en juego que no entiendes completamente.

Mariana sintió una oleada de emociones conflictivas. Su lealtad a su pueblo y el deseo de detener los planes oscuros de los Velasco chocaban con la oferta de una posibilidad de cambiar el rumbo de la situación. La decisión parecía más difícil que nunca.

—Si no aceptas —dijo Javier, interrumpiendo sus pensamientos—, enfrentarás las consecuencias. No podemos permitir que interfieras con nuestros planes. Tu vida está en juego, y debes decidir si estás dispuesta a arriesgarla por una causa que puede estar más allá de tu comprensión.

Mariana sintió el peso de la amenaza en las palabras de Javier. Sabía que cualquier decisión que tomara tendría consecuencias devastadoras. La tensión en el aire era palpable, y el enfrentamiento estaba a punto de estallar en cualquier momento.

Con un suspiro profundo, Mariana se enfrentó a los hermanos Velasco, su mente trabajando a toda velocidad mientras trataba de encontrar una manera de superar la trampa en la que se encontraba. No podía unirse a ellos, pero tampoco podía permitir que la situación se volviera aún más peligrosa.

—No me uniré a ustedes —dijo finalmente, su voz llena de resolución—. No puedo ser parte de lo que están tratando de hacer. Pero no permitiré que me detengan. Haré lo que sea necesario para proteger a mi pueblo.

Los Velasco intercambiaron miradas de frustración y decepción. Gabriel, con una expresión de resignación, asintió lentamente.

—Entonces, enfrentaremos las consecuencias —dijo Gabriel—. No queremos hacer esto, pero no nos dejaremos detener. Prepárate para enfrentar lo que viene.

Con un gesto, los hermanos Velasco se prepararon para actuar, y Mariana se dio cuenta de que la confrontación inevitable estaba a punto de comenzar. La batalla que había estado evitando se iba a librar en ese momento, y la vida de El Encanto dependía de la valentía y la determinación que Mariana pudiera reunir.

El enfrentamiento estaba a punto de estallar, y Mariana se preparó para luchar con todas sus fuerzas, sabiendo que el destino de su hogar estaba en juego.



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En el texto hay: misterio, suspenso, mentiras dolor

Editado: 06.02.2025

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