Sombras en El Encanto

Capítulo 27: La Oscura Verdad

La noche había sido larga y llena de confrontaciones. Mariana, debilitada y herida, había logrado escapar de la mansión de los Velasco, dejando atrás un rastro de caos y magia descontrolada. Sin embargo, no había tiempo para descansar. El destino de El Encanto aún estaba en peligro, y necesitaba respuestas urgentes.

Se dirigió rápidamente hacia la cabaña del anciano, el único aliado que había encontrado en medio del terror. A medida que se acercaba a la cabaña en el bosque, la sensación de urgencia crecía. Mariana sabía que necesitaba una estrategia para enfrentarse a los Velasco y, más que nada, debía comprender su papel en todo esto.

Cuando llegó a la cabaña, el anciano estaba esperándola. Sus ojos arrugados mostraban una mezcla de preocupación y determinación. Mariana, exhausta y con la ropa ensangrentada, se desplomó en una silla frente a él.

—Debes estar cansada y aterrorizada —dijo el anciano con voz grave—. Pero lo que tengo que decirte es de suma importancia. La verdad es más oscura y compleja de lo que imaginas.

Mariana lo miró con ansiedad, su mente aún nublada por los recientes eventos. Necesitaba respuestas, y el anciano era su única esperanza.

—Por favor, dime qué es lo que está pasando —imploró Mariana—. ¿Cómo puedo detener a los Velasco?

El anciano asintió lentamente y se dirigió a un antiguo baúl en un rincón de la cabaña. Lo abrió con cuidado, revelando documentos y pergaminos desgastados por el tiempo. Sacó un libro viejo y lo colocó sobre la mesa frente a Mariana.

—Este libro contiene la historia de tu familia —dijo el anciano—. Es una historia que ha sido enterrada en el pasado, oculta para proteger el legado y la verdad. Pero tú, Mariana, eres la clave para detener a los Velasco.

Mariana abrió el libro con manos temblorosas, sus ojos recorriendo las páginas llenas de símbolos y escritos antiguos. El anciano comenzó a narrar la historia mientras ella leía.

—Hace siglos, tu familia era parte de una línea de guardianes que se oponían a los Velasco —explicó el anciano—. Eran conocidos como los Protectores del Equilibrio, encargados de mantener a raya las fuerzas oscuras que amenazaban con desatar el caos en el mundo. A lo largo de generaciones, lucharon contra los Velasco y otros seres oscuros, defendiendo la humanidad y protegiendo el equilibrio.

Mariana escuchaba con atención, absorbiendo cada palabra. La revelación era asombrosa, y la conexión con su propia historia la dejaba sin aliento.

—¿Pero por qué no sabía nada de esto? —preguntó Mariana—. ¿Por qué mi familia nunca me lo contó?

El anciano suspiró, su rostro mostrando un pesar profundo.

—Tus antepasados trataron de protegerte del conocimiento y del peligro. Sabían que el legado de los Protectores del Equilibrio venía con un alto precio y que solo alguien con una gran fortaleza y valor podría enfrentarse a los Velasco. Han mantenido el secreto para evitar que la carga caiga sobre ti antes de que estuvieras lista.

Mariana cerró el libro y se quedó en silencio, procesando la magnitud de lo que había escuchado. La verdad sobre su linaje y el papel que debía desempeñar era abrumadora, pero también le daba una nueva perspectiva sobre su misión. Ya no era solo una víctima de las circunstancias, sino una heredera de una tradición de lucha y coraje.

—Entonces, ¿qué debo hacer? —preguntó con determinación, sintiendo una nueva oleada de fuerza y propósito.

El anciano le entregó un pergamino con antiguos símbolos y fórmulas escritas en él.

—Este pergamino contiene los encantamientos y rituales necesarios para enfrentar a los Velasco —dijo el anciano—. Utilízalo para reforzar tus habilidades y tu determinación. La clave para detenerlos está en tus manos, pero necesitarás todo tu valor y conocimiento para enfrentarte a ellos y romper la maldición.

Mariana asió el pergamino con firmeza, sintiendo que un nuevo sentido de propósito se apoderaba de ella. Su papel como Protectora del Equilibrio no era solo una carga, sino una responsabilidad que podía cambiar el destino de su pueblo. La verdad sobre su familia le había dado las fuerzas necesarias para enfrentarse a los Velasco con una determinación renovada.

—Gracias —dijo Mariana, levantándose con determinación—. Haré todo lo que esté en mis manos para salvar a El Encanto y detener a los Velasco. No dejaré que la oscuridad prevalezca.

Con una nueva resolución y el peso de su herencia sobre sus hombros, Mariana se despidió del anciano y se preparó para su confrontación final. La batalla estaba lejos de terminar, pero ahora sabía que tenía las herramientas y el valor necesarios para enfrentarse a sus enemigos y proteger a su hogar.



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En el texto hay: misterio, suspenso, mentiras dolor

Editado: 06.02.2025

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