Sombras en el polvo

Capítulo 19: Un Nuevo Amanecer

El sol se elevaba lentamente sobre Silver Creek, iluminando las cicatrices de la batalla. La plaza del pueblo, que horas antes había sido un campo de guerra, ahora estaba llena de sobrevivientes que comenzaban a recoger los escombros.

Abigail se apoyó contra un poste de madera, observando en silencio. El dolor en su brazo, donde la bala de Maddox la había rozado, palidecía ante el alivio de saber que habían resistido.

Nathan se acercó con una expresión seria.
—Hemos asegurado el perímetro. Los que quedaron de la banda de Maddox han sido desarmados y encerrados.

—¿Cuántos perdimos? —preguntó ella.

Nathan bajó la mirada.
—Cinco del pueblo, tres de los hombres de Luther.

Abigail cerró los ojos por un instante. Cada pérdida pesaba sobre ella, pero no podían permitirse flaquear.

—Hay que asegurarnos de que reciban un entierro digno —dijo con firmeza.

Nathan asintió y se alejó para dar las órdenes.

Caleb apareció junto a Abigail, con una taza de café en la mano.
—Tomará tiempo que las cosas vuelvan a la normalidad.

Ella aceptó la taza y tomó un sorbo. El líquido caliente le reconfortó la garganta.
—Si es que algo vuelve a ser normal alguna vez.

Caleb sonrió de lado.
—Al menos hoy no tenemos que pelear por nuestras vidas. Eso es un cambio.

Abigail soltó una leve risa y le dio un golpe amistoso en el brazo.
—Supongo que tienes razón.

Mientras tanto, en el borde del pueblo, Victor y Luther observaban el horizonte.

—Bueno, parece que ganaste tu guerra —comentó Victor.

Luther, con los brazos cruzados, miró a Abigail a lo lejos.
—Por ahora. Pero las cosas nunca se quedan quietas por mucho tiempo en el Oeste.

Victor sonrió.
—Entonces será mejor estar preparados.

Luther asintió antes de girarse hacia su grupo.
—Nos quedaremos un tiempo más. Asegurar que no haya represalias.

Victor levantó una ceja.
—¿Eso es lealtad o interés?

Luther rió entre dientes.
—Ambas cosas.

Abigail caminó por el pueblo, observando a la gente trabajar juntos para reconstruir. A pesar del dolor, había esperanza en sus rostros.

Cuando llegó a la iglesia, vio a Aidan sentado en los escalones, con la mirada perdida en el horizonte.

—¿En qué piensas? —preguntó ella, sentándose a su lado.

Aidan suspiró.
—En todo lo que ha pasado… en lo que viene después.

Abigail lo comprendía. Silver Creek había cambiado para siempre, pero aún quedaban desafíos por delante.

—Lo que venga, lo enfrentaremos juntos —aseguró.

Aidan la miró y sonrió levemente.
—Siempre tienes una respuesta para todo, ¿verdad?

Ella sonrió de vuelta.
—No siempre… pero hago lo que puedo.

El viento sopló suavemente, arrastrando el polvo del suelo. Un nuevo día comenzaba en Silver Creek, y con él, la promesa de un futuro diferente.

El pueblo ha resistido, pero la historia aún no ha terminado. ¿Qué creen que les espera a nuestros protagonistas? ¡Déjenme sus teorías!



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En el texto hay: misterio, intriga, viejooeste cowboys

Editado: 05.02.2025

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