Sombras en las Highlands

Capítulo 8

El crepúsculo se asentaba sobre el castillo mientras Amelia y Caelan regresaban de su prueba. La experiencia en el sendero de las llamas había dejado una marca indeleble en sus corazones. El cristal en el altar, que habían tocado al final del desafío, parecía haber impartido no solo una prueba, sino una claridad renovada sobre su misión.

En la biblioteca, el lugar que se había convertido en su cuartel general, Moira estaba esperándolos con impaciencia. Sus ojos, cansados pero brillantes, se iluminaron al verlos regresar. Aunque el aire estaba cargado de tensión, había una promesa de respuestas y revelaciones.

—Habéis demostrado mucha valentía —los alabó la anciana al verlos entrar.

La pareja intercambiaron miradas, compartiendo una comprensión tácita sobre la profundidad de lo que habían vivido.

—La prueba fue intensa —comenzó Amelia—. Nos enfrentamos a nuestras propias dudas y temores. Al final, tocamos un cristal en un altar que parecía representar el corazón ardiente.

—El corazón ardiente es una parte crucial del ritual —asintió Moira—. Simboliza la pureza y el valor interior. La prueba no solo verifica la habilidad, sino también la intención y el compromiso.

—¿Y qué significa todo esto en relación con el círculo? —quiso saber Caelan—. ¿Cómo nos acerca esto a entender el círculo y su poder?

—Todo está conectado —respondió la mujer con una sonrisa—. El círculo de piedras tiene un propósito específico, y el desafío del corazón ardiente es solo una parte de la prueba para demostrar que se está listo para manejar su poder. Lo que falta ahora es descubrir el rol del guardián del círculo.

—¿El guardián? ¿Quién es? —ese nombre resonó en la mente de Amelia.

Moira se inclinó sobre la mesa para abrir un libro antiguo que parecía más desgastado que los demás y leyó:

—El guardián es una entidad o ser designado para proteger el círculo y asegurar que su poder no caiga en manos equivocadas. En algunos relatos antiguos, se describe al guardián como un espíritu o una figura mística encargada de mantener el equilibrio del poder.

—¿Dónde lo encontramos? ¿Cómo podemos interactuar con el guardián?

—Eso es lo que necesitamos descubrir. Los textos antiguos hablan de un ritual que debe realizarse para convocar al guardián. Pero los detalles del ritual están incompletos. Necesitamos encontrar la parte faltante de la información para realizar la invocación.

***

Esa noche, Amelia y Caelan se sumergieron en los textos antiguos, buscando cualquier indicio que pudiera revelar el ritual para convocar al guardián.

Mientras las horas pasaban, el castillo se sumió en un profundo silencio interrumpido solo por el suave murmullo de las páginas y el ocasional suspiro de frustración.

Amelia, después de varias horas, encontró una página rasgada al final de un libro que parecía tener la información que buscaban. El texto era fragmentario, pero mencionaba un lugar específico en el bosque y una serie de ingredientes necesarios para el ritual.

—Esto podría ser lo que necesitamos —dijo la chica mostrando la página a Caelan y Moira—. Menciona un lugar en el bosque donde el guardián podría aparecer. También lista algunos ingredientes para el ritual.

—Esto es lo que buscábamos —afirmó la anciana al examinar la página con atención—. Debemos ir a ese lugar y reunir los ingredientes. El ritual para convocar al guardián debe realizarse con precisión para asegurar que se obtengan los resultados deseados.

***

A la mañana siguiente, el trío se preparó para su expedición al bosque. Llevaron con ellos los ingredientes necesarios para el ritual y un mapa antiguo que indicaba el lugar donde debían realizarlo. La atmósfera estaba cargada de anticipación mientras se adentraban en el bosque con sus pasos resonando en el suelo cubierto de hojas.

El bosque parecía más enigmático de lo habitual, con el viento susurrando entre los árboles y la luz del sol filtrándose en haces dorados. Después de una caminata prolongada, llegaron a un claro rodeado de antiguos árboles. En el centro había un círculo de piedras, similar al círculo que habían visto antes, pero con una energía más palpable y vibrante.

—Este es el lugar —confirmó Moira al señalar el círculo de piedras—. Aquí es donde realizaremos el ritual para convocar al guardián.

Amelia y Caelan comenzaron a prepararlo todo, colocando los ingredientes en los lugares indicados y siguiendo las instrucciones del libro. Mientras trabajaban, la anciana recitaba encantamientos en voz baja, aunque reverberando con una energía mágica que parecía llenar el claro.

El ritual estaba listo. Moira se colocó en el centro del círculo y levantó las manos para invocar al guardián con una serie de palabras antiguas. La energía en el aire se volvió palpable y el suelo comenzó a temblar ligeramente. Los jóvenes observaron con asombro y respeto mientras la magia tomaba forma.

De repente, un resplandor brillante emergió del centro del círculo, y una figura etérea comenzó a manifestarse. El guardián apareció ante ellos: una entidad de luz y energía que parecía flotar sobre el suelo. Su presencia era majestuosa y poderosa, irradiando una sensación de autoridad y sabiduría.




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