Sombras en las Highlands

Capítulo 9

La mañana siguiente se levantó con un cielo despejado y una suave brisa que soplaba entre los árboles del bosque. El trío había partido temprano en busca del Lago de la Serenidad, el primer lugar donde debían descubrir uno de los secretos del círculo.

El viaje había sido largo y arduo, pero la promesa de desentrañar el primer secreto mantenía su determinación intacta.

Mientras avanzaban por el sendero que les llevaría hasta el lago, Amelia sintió una mezcla de emoción y nerviosismo. Habían superado las pruebas del círculo, pero ahora se enfrentaban a un nuevo desafío que pondría a prueba su paciencia y su capacidad para mantenerse en calma bajo presión.

***

Después de varias horas de caminata, llegaron a un claro rodeado de altos cipreses y el borde de un lago cristalino. El Lago de la Serenidad se extendía ante ellos como un espejo de calma y belleza mientras su superficie reflejaba el cielo azul y las copas de los árboles. La masa de agua estaba tranquila y serena.

—Aquí está —dijo Moira al señalar el lago—. El primer secreto del círculo se encuentra aquí. Debemos buscar la manera de encontrarlo.

Los jóvenes miraron a su alrededor, observando el entorno con atención. El lago parecía inmaculado y pacífico, pero había algo en su presencia que sugería una profundidad oculta.

La anciana se acercó a la orilla y comenzó a revisar un antiguo libro que había traído consigo. Sin alzar la mirada de las páginas explicó:

—Según los textos, el secreto del Lago de la Serenidad está relacionado con la calma y la claridad. Debemos demostrar nuestra capacidad para mantener la serenidad en medio de la prueba que enfrentaremos.

—¿Qué tipo de prueba? —quiso saber Caelan con la voz llena de curiosidad.

—El lago es conocido por reflejar no solo el mundo exterior, sino también los pensamientos y emociones internas de quienes se acercan a él. La prueba aquí será enfrentar y superar cualquier inquietud o ansiedad que surja dentro de nosotros —contestó la mujer al volverse hacia ellos.

—Entonces, debemos enfrentarnos a nuestras propias dudas y miedos para descubrir el secreto —resumió Amelia al comprenderlo.

El grupo se acercó al borde del lago. El agua clara estaba tranquila al extenderse ante ellos. El sol brillaba sobre la superficie del agua, creando destellos de luz que parecían danzar suavemente. Mientras se preparaban para enfrentar la prueba, el ambiente a su alrededor comenzó a cambiar.

De repente, el lago empezó a emitir una ligera neblina que se elevó sobre su superficie. La neblina parecía formar figuras y patrones en el aire, reflejando las emociones y pensamientos internos de los presentes. Amelia sintió un nudo en el estómago mientras las figuras comenzaban a manifestar sus propias inquietudes y temores.

—El lago está mostrando nuestras preocupaciones —informó Moira intentando mantener la tranquilidad—. Debemos mantener la calma y enfrentar lo que vemos.

Las figuras en la neblina tomaron forma, mostrando visiones de los miedos más profundos de Amelia, Caelan y Moira. La chica vio imágenes de su propio fracaso y duda, las voces de la inseguridad resonaron en su mente. El chico enfrentó visiones de la pérdida y la desesperación, mientras que la anciana se vio rodeada por recuerdos de fracasos pasados y decisiones difíciles.

A pesar de la intensidad de las visiones, la muchacha se esforzó por mantener la calma. Recordó las palabras del guardián sobre la serenidad y la claridad. Con un profundo suspiro, cerró los ojos y se centró en su respiración, tratando de despejar su mente de las imágenes perturbadoras.

—Recuerda por qué estamos aquí —murmuró la joven para dirigirse a sí misma y a sus compañeros—. Debemos mantener nuestra serenidad y superar esta prueba.

Caelan y Moira también hicieron un esfuerzo consciente por calmarse. A medida que lo hacían, las visiones comenzaron a desvanecerse y la neblina en el lago a disiparse. La superficie del agua volvió a ser clara y serena, reflejando la luz del sol y el cielo despejado.

Con la mente más despejada, Amelia se acercó a la masa de agua y miró su reflejo. En lugar de verse afectada por las visiones anteriores, ahora veía una imagen de determinación y fortaleza. La calma que había encontrado en medio de la prueba parecía haber abierto una puerta para descubrir el primer secreto.

De repente, una forma luminosa emergió del fondo del lago, deslizándose sobre la superficie del agua. La figura era un espíritu de agua, una entidad etérea que parecía estar hecha de la misma esencia que el lago. La presencia del espíritu era pacífica y benevolente, irradiando una energía tranquilizadora.

—Has demostrado tu capacidad para mantener la calma y la claridad —dijo el espíritu con una voz suave y melodiosa—. El primer secreto del círculo está relacionado con la comprensión y la serenidad. Has enfrentado tus propios miedos y has logrado encontrar la paz interior.

—Estamos listos para aprender el secreto del lago —afirmó Amelia al sentir la sensación de logro y satisfacción.

El espíritu se acercó al borde del lago con una mano etérea extendida hacia ellos y habló:

—El secreto del Lago de la Serenidad es que la verdadera claridad y comprensión solo se logran cuando enfrentamos nuestras propias inquietudes y mantenemos la serenidad en medio de la adversidad. Este es un poder esencial para proteger el círculo y mantener su equilibrio.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.