Había pasado únicamente un día. La noche anterior se dio cuenta que aquello le había destrozado cuando las únicas ganas que tenía era de ir a la cama, dormirse y nunca despertar.
Días más tarde dejaría de querer acostarse allí, en esa cama. Ya no quería dormir ahí. Porque eso supondría que se llenara un vacío. El vacío de ella. Y tendría que esperar una eternidad para que aquel hueco se llenase.
Sin embargo, al día siguiente se levantó, y todo había cambiado. Su vida había cambiado de un día para otro. Así de simple. El mundo no alternaba. El mundo seguía. Y él seguía ahí. Existiendo. Y él se mostraba perdido no sabiendo hacia dónde caminar.
Tomó su cuaderno y escribió la última frase que se juró escribir en su vida:
«He didn't want to go out into a world where she didn't exist. So he watched the light shift and change, and let the world pass by without him»
«No quería salir al mundo donde ella no existía. Así que observó la luz cambiar y moverse, dejando el mundo pasar frente a sus ojos.»
***
Muchas gracias por todos aquellos que decidieron leer la novela hasta aquí, en serio. Sé que debo hacer una serie de ediciones en la trama y en cuanto a fallos ortográficos y descuidos. Aún así, quiero deciros que he escrito una serie de escritos de Austin tras el epílogo. Sus notas, para ser más precisos, tras la muerte de Michaela.
Puede que algunos de vosotros no hayáis quedado satisfechos con el final, pero es que tenía pensando desde un principio, además de que ella se sabía desde un principio que sus problemas de corazón estaban ahí, y su condición también le impedía llegar a cierta edad. De todas maneras, espero que os haya gustado.
Nos vemos en las notas de Austin ;)
XOXO,
Nina Rubí.