Un, dos, tres. Un, dos, tres.

La calidez del sol matutino y la brisa fresca golpeando mi rostro, una nueva mañana de entrenamiento junto a mi padre y mi hermano. Aquellas rutinas diarias se habían convertido en una de mis cosas favoritas de los veranos, era de las pocas veces en que podía compartir con mi padre, cuya agenda estaba totalmente ocupada el resto del año. El día iniciaba con un recorrido por todo el valle, correr varios kilómetros de ida y vuelta, siempre me quedaba atrás, aunque es comprensible, mis piernas son mucho mas cortas que las de mi hermano, el idiota mide casi dos metros y yo, apenas llego al metro cincuenta. Pero aun así tengo la habilidad suficiente, lo que me valió ocupar el puesto que alguna vez fue de papá.

Ser la guardiana de Griffindor es lo mejor que pudo sucederme, apenas le conté a mi padre me repetía una y otra vez lo orgulloso que estaba de mi. Me regalo mi primera escoba profesional ¿Soy feliz? Lo soy, tengo una vida llena de dicha, una familia que me encanta, mi hermano mayor que es mi mejor amigo. Pero claro, aun hay una cosa que me hace falta, algo que me ha costado conseguir.

• Amanda, ya despierta.
• Lo siento papá, estaba pensando.
• Mañana vuelven al colegio.
• Lo sé. Estoy ansiosa.
• Harán un buen trabajo. –Dijo mi padre mientras daba algunos apretones a mis mejillas, un gesto que ciertamente adoraba. Una sonrisa se formó en mis labios antes de abrazarme a su cuerpo.-
• Gracias.
• Anda, ve a empacar y asegúrate de llevar todo.

Regresar a Hogwarts, un nuevo año, encontrarme con mis amigas. Aunque me he escrito durante el verano con Rose, no es lo mismo, Rose es mi mejor amiga, quien me alienta en todos los momentos de tristeza, si he tenido varios momentos en los que he sentido que ya no puedo mas. Cansancio, estrés, penas del corazón. Ella es mi otra mitad, si tal vez es exagerado, pero ella sabe que estaré siempre para lo que necesite y se que ella para mi.

Empacar es una de las cosas que menos me gusta hacer, siempre termino olvidando, razón por la que tengo que hacer una lista para no dejar nada en casa. Dentro del baúl comencé a dejar todas mis cosas, ropa, algunos accesorios, siempre me ha gustado usar diademas, es de mis cosas favoritas, mi madre dice que tengo complejo de princesa, pero lo soy. Mi padre dice que soy su princesa y yo me creo eso. Algo de maquillaje, libros, materiales y por supuesto mi uniforme. Ya tenía todo listo, incluida mi escoba.

A la mañana siguiente desperté temprano con el sonido de la alarma, afuera el día estaba alumbrado ya por el sol y las aves cantando sus bellas melodías. Salí de mi cama, ya lista para partir a la escuela. Mi cabello rizado adornado con una coleta y un listón color rojo que combinaba con mi vestido blanco con pequeñas flores de color rojo, tenis blancos y medias. Un toque de maquilla sutil, labial y mascara de pestañas. Según mis padres y mi hermano, este año me he vuelto alguien mas madura y por sobre todo mas bonita ¿Será suficiente para llamar su atención? Espero que este año se de cuenta de que existo, bueno somos compañeros de equipo, pero pareciera que no me ve. Es tan triste.

Ya lista fui hacia la cocina en donde mi madre ya tenía un delicioso desayuno preparado. Tome asiento en mi lugar para comenzar a comer de inmediato. Este es el último año de mi hermano, Adam ha sido capitán de Griffindor por cinco años, según papá si ganamos la copa este año, Adam podría llegar a ser parte de un gran equipo.