Something different

Mariposas

Como cada año nuestros padres nos acompañaron hasta la estación de Gringotts para abordar nuestro tren, la plataforma poco a poco comenzaba a llenarse de estudiantes y padres, estudiantes de primer año, el bullicio ciertamente es insoportable. A lo lejos distinguí la cabellera pelirroja de mi querida amiga.

  • Iré con Rose. Los veremos en vacaciones.-Abrace con fuerza a mis padres.-
  • Suerte, y no olvides, no pierdas de vista el balón.
  • Si papá-
  • Ten, buena suerte mi niña. –Dijo mi madre mientras dejaba un corto beso sobre mi frente, tome mi mochila acomodándome esta en la espalda antes de ir hacia mi amiga.

Apenas estuve tras ella rodee con ambos brazos sus hombros, un grito por el susto, seguido de una expresión de felicidad por vernos nuevamente. Al igual que yo, Rose había cambiado bastante durante el verano, se veía mas alta y sus pecas habían desaparecido, al menos la mayoría de ellas.

  • Te extrañe tanto. –Dijimos ambas al unísono.-
  • Subamos, mis primos ya están arriba.

Juntas subimos al tren, esquivando a los demás estudiantes en los estrechos pasillos del tren. Ingresamos al vagón en donde estaba Albus, Lily y su hermano James. James, de quien he estado enamorada durante todos estos años escolares. Tomamos asiento frente a ellos, su mirada estaba fija en el periódico sin siquiera prestar atención a nuestra llegada, supongo que el haber cambiado no ha marcado ninguna diferencia, el sigue viéndome solo como la amiga de su prima y compañera de equipo.-

  • ¿Qué tal el verano Amanda? –Aquella pregunta me tomo desprevenida ¿Realmente me esta hablando?
  • Estuvo bien, estuve entrenando con mi padre y Adam, viajamos a Nueva York.
  • Que bien. Nosotros solo estuvimos en la madriguera.  Castigados.
  • ¿Castigados?
  • ¿Rose no te contó? –Gire el rostro hacia mi amiga, mis ojos de inmediato se abrieron de golpe al recordar aquella carta, una de las primeras que recibí después de terminadas las clases.-
  • Oh, te refieres a la escapada que tuvieron a París.
  • Si, nos metimos en problemas. La abuela Molly nos hizo trabajar a diario sin parar.

Continuamos charlando por el resto del viaje, siento un pequeño cosquilleo en el vientre, desde que conozco a James, es la primera vez que me dirige la palabra de esa manera, es la primera vez que tenemos una charla más larga, que no implique hablar de Quiddittch- Estoy emocionada, pero claro, no debo tomarme las cosas de otra manera, solo esta siendo amable. El carro con golosinas paso por el paillo, claro no me percate de el pues me había quedado profundamente dormida, desperté al sentir un apretón contra mi rostro, abrí mis ojos encontrándome con la mirada fija de James y una rana de chocolate.

  • Gracias. –Recibí la caja abriendo la misma, teniendo cuidado de que no saltará. Sonreí al ver a Ninphadora en mi carta.- Genial.
  • No hay de que ¿Quién te salió?
  • Thonks .-Le enseñe la carta antes de guarcarla en el interior de mi mochila.- Por cierto ¿Dónde fueron los demás? –Cuestione al darme cuenta que estábamos solos.-
  • Fueron con Hugo, Molly y Lucy.
  • ¿Y tu porque no fuiste con ellos?
  • No seria educado dejarte sola mientras dormías, además.-Hizo una pausa antes de tomar asiento a mi lado.- Quería tener un momento a solas contigo. Para hablar.
  • Oh ¿De qué quieres hablar? ¿Las nuevas tácticas que me enseño papá para poder ganar todos los juegos?
  • No exactamente. Primero quería disculparme contigo, he sido bastante cruel.
  • James, no hace falta. Esta bien.

 

Le dedique una sonrisa, mis manos se sienten temblorosas y algo frías. El estar así con el me hizo sentir de cierta forma extraña. Los demás regresaron al vagón, James se aparto para regresar a su lugar, no sin antes decirme algo en voz baja “Hablamos luego”.




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