Pétalos de rosa.

Las horas avanzaban con normalidad, las clases continuaban y apenas el primer día ya nos estaban llenando de deberes. Genial. Junto a Rose fuimos hacia el gran comedor para comer. Aún faltaba un rato para las cuatro, no tengo prisa alguna por comer. Me serví algo de pollo y ensalada de papas con calabaza. Algo liviano, no puedo darme el gusto de subir de peso, mi pobre escoba no resistiría tanto. Bueno, es algo exagerado. Pero prefiero mantenerme en buena forma.

La hora finalmente había llegado, me aleje de Rose con la excusa de ir al campo de Quiddittch a practicar un poco. Es la primera vez que le miento a mi mejor amiga, pero es por una buena causa. Mi corazón merece sentir felicidad con mi primer amor. Llegue a la lechuceria agradecida de que ninguna persona mas estuviera cerca, no deseo que los rumores se comiencen a esparcir por toda la escuela. Llegue unos minutos mas tarde de lo acordado, no había señal de James por ningún lado. Tal vez se retraso un poco. Las aves entraban y salían, su canto comenzaba a volverse un tanto nostálgico. Los minutos seguían avanzando y no había señal de el. Había pasado ya una hora, me siento como una completa tonta ¿En serio me creí esto? Salí de la lechucería enfadada y ciertamente dolida por aquella broma de mal gusto. Mis pasos me llevaron hacia las cercanías del bosque, claro no soy tan tonta como para adentrarme en el. Solo me deje caer junto a un árbol, abrazando mis propias piernas. Por un momento pensé que James tenía interés en mi, pero solo fueron mis sentimientos traicionándome.

• Que tonta has sido Amanda Wood. Una completa tonta.

El cielo comenzaba a oscurecerse, a esta hora ya todos deben encontrarse en el gran comedor cenando. Es la hora ideal para volver a la torre y pasar de ser percibida. No quiero encontrarme con el, sería vergonzoso. Con precaución fui por entre los pasillos del colegio hasta estar frente al gran retrato de la dama gorda.

• Palabra.
• Frijoles saltarines.

Una vez que la puerta se abrió ingrese hacia la sala. Para mi mala suerte James estaba sentado en el sofá junto a Fred. Respire profundo caminando a toda prisa hacia mi dormitorio, suspire aliviada al estar entre las paredes de mi habitación. Y claro que no se percatará de mi presencia. Es un patán. Al ´poco rato Rose llego junto a las chicas.

• ¿Dónde habías estado? Te buscamos por todos lados.
• No quiero hablar de eso.
• Te trajimos algo de comer.-Dijo Petra en lo que dejaba algunas tostadas con dulce y fruta sobre mi cama.-
• Gracias.-Suelo ser alguien realmente sentimental, ante aquella acción no aguante y comencé a llorar. Ahora soy como una bella flor que poco a poco va perdiendo sus pétalos. Mis amigas me abrazaron haciéndome sentir aun mas triste, pero reconfortada.