Somnus

A C C I D E N T E

Callen había arribado a la escena del accidente y noto a la patrulla policial que se había estrellado sobre una concesionaria de vehículos.

La policía científica arribo al cabo de minutos en conjunto con algunos refuerzos.

—Rodeen la escena con una cinta policial y alejen a los curiosos, podrían arruinar la escena— pidió Callen a los refuerzos.

Una cinta policial rodeo toda la escena y las personas comenzaron a acumularse mientras los refuerzos intentaban alejarlos.

Callen se acercó hasta la patrulla y examinó su interior a través de la ventanilla, los oficiales no se encontraban dentro, pero notó un teléfono esparcido en el suelo del copiloto.

Cubrió sus manos con unos guantes descartables y tomó el teléfono para seguidamente examinarlo. En la pantalla inicial observó varias llamadas perdidas de un número sin registrar, el cual reconoció rápidamente como el de Lain.

—Son ellos— se lamentó.

A juzgar por el vidrio frontal despedazado en pequeños fragmentos, podía decir que los oficiales salieron expulsados del vehículo.

Abrió la puerta del piloto y se adentró en ella. Comenzó a examinar el vehículo con detenimiento y su mirada se detuvo en el freno de mano.

—Si se encontraban consientes en ese momento, en caso de haber sido un accidente, deberían haber recurrido al freno— Callen llevó la mirada hacia el freno principal para seguidamente presionar el pedal repetitivamente.

—¿Tal vez Lain tenía razón?— preguntó para si mismo luego de que el freno no ejerciera presión sobre el vehículo.

Volvió la mirada hacia el freno de mano y descubrió que los cables estaban sueltos.

—No había forma de salir con vida— dedujo para posteriormente retirarse del vehículo.

Callen entregó el teléfono a uno de los miembros de la policía científica y este fue puesto en una bolsa de plástico para juntarlo con las pertenencias del oficial.

Se adentró hasta la concesionaria en busca del cuerpo de los oficiales.

Una pared con una mancha roja llamó su atención y avanzó en aquella dirección.

Varios vehículos tapaban el paso, por lo que Callen se encogió para poder observar por debajo de los vehículos y una mano humana sobresalía por una de las ruedas del vehículo.

Callen escaló por sobre el rodado hasta llegar hacia el otro lado, en donde se encontró con el cuerpo sin vida de uno de los oficiales. Se encogió para quedar a la altura del cuerpo y giró la cabeza del cuerpo que se encontraba boca abajo.

Una gran contusión podía verse a simple vista con una pequeña herida abierta en medio de su rostro.

—¿Impactó sobre el muro?— se preguntó a si mismo.

Rebuscó entre los bolsillos de su uniforme para seguidamente encontrar su cartera con su identificación policial y otros documentos en ella.

—Dorek Oset— leyó en el carnet de identificación.

Procedió a guardar la cartera en una bolsa transparente para ser guardada junto con sus pertenencias personales.

Callen llevó la mirada unos centímetros más adelante para notar al segundo cuerpo del oficial.

Avanzó hacia el segundo cuerpo que se encontraba esparcido en la acera con sus extremidades descolocadas.

Y nuevamente buscó entre los bolsillos de su uniforme, la identificación policial.

—Argus Llop— confirmó.

Callen guardó la identificación en conjunto con la cartera del oficial Orset y regresó hacia donde se encontraba la policial científica, la doctora Allan acababa de llegar.

—Agente Messinas— saludó.

—Buenos días, doctora. He encontrado alguna de las pertenencias de los oficiales fallecidos— Callen le entrego la bolsa con lo recaudado.

—¿Accidente?— interrogó mientras observaba detenidamente el vehículo.

—No lo creo, tanto el freno principal como el de mano, se encuentran defectuosos y no debido al accidente. Pide que revisen el sistema de frenos con detenimiento, estoy seguro de que no fue un accidente. Por cierto, ¿ha recibido el cuerpo de una anciana esta madrugada o antes de ser solicitada en la escena del accidente?

La doctora lo observó extrañada.

—No hemos recibido ningún cuerpo.

Callen asintió y dejó el resto a la policía científica.

—En cuanto tenga los resultados de las autopsias, envíemela, por favor. Esperaré por las fotos de la escena— Callen tomo su teléfono—Los cuerpos de los oficiales se encuentran detrás de los vehículos acumulados en la parte trasera.

La doctora asintió en respuesta y Callen se adentró en su vehículo para seguidamente llamar a Lain.

—Callen, ¿has encontrado algo?— indagó un Lain con la voz agitada y molesta.

—¿Te encuentras bien, Lain?

—No puedo esconder mi molestia, así que solo te lo diré— Lain realizó una breve pausa—Han arrestado a Blaise bajo el cargo de homicidio de la señora Ros.

—¡¿Qué?! ¿Hay pruebas que lo demuestren?

—Fue encontrado en la escena del crimen con un arma blanca entre manos.

El rostro de Callen se había tornado molesto.

—Tiene que haber un error.

—Es lo que también creo, pero Nil está haciendo todo lo posible para hacerlo confesar.

—¿Sabes a donde fue llevado el cuerpo de la señora Ros?. La doctora Allan ha dicho que no recibieron ningún cuerpo el día de hoy.

—¿No ha sido llevada al laboratorio de la doctora Allan?

—Algo extraño está ocurriendo, Lain. Iré enseguida hacia la estación.

...

Nil se encontraba en la sala de interrogación frente a Blaise.

—¿Ha hecho algún tipo de voto de silencio, señor Lahoz?— interrogó Nil con serenidad hacia Blaise, que no había emitido palabra alguna desde que arribo a la estación.

—Me niego a declarar— respondió con la voz apagada.

Nil golpeó el escritorio con fuerza, la paciencia comenzaba a esfumarse.

—¿Te niegas a declarar cuando las pruebas son contundentes?

—Solo hablaré con el agente Boyle o Messinas.




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