Somnus

V I S I T A

Callen se encontraba nuevamente recostado sobre el diván con sus ojos cerrados, mientras el doctor Neila se encontraba sentado frente a el con un anotador en manos.

—¿Listo para comenzar, Callen?— inició el doctor.

Luego de un breve respiro, Callen asintió con la cabeza.

—¿Recuerda en donde nos habíamos quedado en la sesión anterior?

—Mis padres— respondió Callen con desgano.

—¿Ha tenido tiempo de pensar en ello? 

Callen quedó en silencio ante la pregunta.

—Recuerde que hemos hablado de la culpa y que los sentimientos no son algo que podamos controlar. El sentimiento es la experiencia subjetiva de la emoción. Es decir, el sentimiento sería la combinación de la emoción instintiva y breve, junto con el pensamiento que obtenemos de forma racional de esa emoción. Entonces, ¿qué siente por sus padres adoptivos?

—Un agradecimiento eterno. Fueron los que me amaron incluso con todo lo que había sobre mis hombros y me dieron la mejor vida que pudieron. 

—¿Usted los ama?

—Siempre voy a hacerlo.

—¿Pero?

—No dejo de pensar en mis verdaderos padres— respondió apenado.

El doctor Neila asintió.

—¿Qué siente por sus padres biológicos?

—Resentimiento, molestia, enojo...

—Y aun así no deja de pensar en ellos. 

—No puedo hacerlo.

—¿Sabe que pienso?— el doctor Neila se levantó de su silla—Siento que le hubiera gustado que sus padres adoptivos fueran sus verdaderos padres o que sus padres biológicos hubiesen sido como sus padres adoptivos, ¿estoy en lo correcto?

—Tal vez, es posible.

—¿Qué cree que es para usted la familia?

Callen abrió sus ojos y levantó la mirada hacia el cielorraso de la habitación.

—¿Las personas que están unidas por una misma sangre?

—¿Se refiere a vínculos de consanguinidad?

—¿Consanguinidad?— repitió Callen.

—Como la filiación entre padres e hijos o los lazos que se establecen entre los hermanos que descienden de un mismo padre. También puede diferenciarse la familia según el grado de parentesco entre sus miembros.

—Eso mismo pienso.

—¿Piensa que es la única definición de familia o que puede haber más?

—No lo sé, honestamente.

—¿Qué hay entonces de sus padres adoptivos? ¿No los considera parte de su familia?

—Legalmente lo son.

—Olvídese de eso, piense en los vínculos que lo conecta a ellos. ¿Pensaría en ellos como sus padres sin de por medio no existiría la legalidad?

—Tal vez, no estoy seguro.

—Se ha convencido tanto de que la familia se compone de vínculos exclusivamente de consanguinidad, que no pensó en que realmente existen otros tipos de vínculos familiares y que incluso son más verdaderos de lo que creía tener.

—Tal vez pase demasiado tiempo deseando tener una familia como los demás niños. Solían burlarse de mí, preguntando por qué no me parecía mis padres, sobre todo preguntaban por qué mi madre lucia diferente.

—¿Piensas que tu madre es diferente?

—Cuando era pequeño me molestaba porque tampoco podía entenderlo, pero con el tiempo, me di cuenta de que todos somos diferentes y eso está bien.

—¿Has oído la frase "La sangre te hace pariente, pero la lealtad te convierte en una familia"?

—No la he oído.

—Quiere decir que el vínculo familiar no se lleva en la sangre únicamente. El vínculo no se lleva en la sangre, se lleva en el corazón. La lealtad familiar es lo que realmente hace que una familia sea fuerte y tenga vínculos inquebrantables. El respeto, las vivencias, las experiencias y el amor que une a las personas será lo que realmente nutra una buena relación familiar, sin importar mucho el tipo de sangre que corre entre las venas.

Los ojos de Callen se cristalizaron y un nudo se formó en su garganta.

—Aunque es cierto que lo que somos va en nuestra sangre en un tanto por ciento, son nuestras vivencias y nuestro entorno y las personas que están a nuestro alrededor, los que realmente nos ayudan a formar nuestra personalidad y a hacernos ver el mundo de una forma u otra. Las experiencias vividas a lo largo de la infancia nos marcarán para siempre, pero el vínculo con las personas de nuestra familia, de sangre o de lealtad, aún más

Una lágrima cayó por el rostro de Callen.

—Estás a tiempo de volver a encontrarte con ellos y abrirles tu corazón con completa sinceridad. Hablar de todo lo que tienes guardado en tu corazón, lo que has vivido como su hijo, lo que te ha molestado, lo que aún te molesta, el lo siento que tienes guardado bajo llave en lo más profundo de tu corazón y el agradecimiento, pero no haber cuidado de ti, el agradecimiento por ser tus padres, por amarte y darte, como tú lo has dicho, la mejor vida que pudieron.

—Es demasiado tarde— se lamentó.

—¿Sabes cuando será realmente tarde?

Callen negó con la cabeza.

—Cuando no los tengas de frente para poder decírselo. Las personas no somos eternas e incluso puedes ser tú quien los abandone primero, por eso es importante decir lo que sentimos, aunque sea molestia, enojo, cariño o cualquier otro sentimiento. Decir lo que sientes no te vuelve ingenuo, te hace valiente y el mundo necesita más personas valientes.

—No creo que quieran verme— se justificó.

—Solo hay una forma de averiguarlo.

—¿Y si no quieren recibirme?

—No importa el resultado, importa que lo hayas intentado y no te hayas rendido.

—Honestamente, me he detenido frente a su casa innumerable veces, pero nunca me anime a tocar su puerta.

—Es verdad que el amor es cambiante, pero no cuando es verdadero.

—Supongo que no pierdo nada con intentarlo.

—Es así como comenzaras a cerrar ciclos, revivir los vínculos e incluso fortalecerlos y comenzar a ver las cosas de una manera diferente.

Callen asintió.

—Eso te ayudará a recuperar lentamente los recuerdos de tu infancia que has olvidado, si realmente quieres recuperarlos, búscalos con un corazón sincero y ellos volverán a ti. 




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