Una mujer con el rostro en color rojizo y un llanto desconsolado, arribó a la escena.
La mujer intentó atravesar la advertencia policial, pero fue detenida por el agente Ryan.
—No puede pasar, señora.
Pero la mujer no hizo más que observarlo con una mirada completamente devastada.
—¿Es familiar de los Fezon?— interrogó Kyle apenado.
Y la mujer asintió mientras las lágrimas no dejaban de caer por sus mejillas.
Kyle tomó la cinta policial para darle paso a la mujer y pudiera ingresar a la escena del crimen.
—¿Dónde están?— preguntó la mujer con la angustia sonando en cada una de sus palabras.
—Aún no han sacado los cuerpos, pero el pequeño está siendo asistido en la ambulancia y está acompañado por uno de mis compañeros.
—¡¿Bayl se encuentra bien?!— la mujer cayó de rodillas al pavimento y el llanto desconsolado regreso a ella.
Kyle se acomodó a su altura.
—El está bien— respondió en consuelo.
—Habrá pasado por mucho— se lamentó la mujer.
Kyle la observó con aflicción.
—Lo mejor es que vaya junto al pequeño, pronto serán retirados los cuerpos— informó para seguidamente apoyar por un instante unas de sus manos sobre su hombro.
Kyle retomó su postura y se encaminó hacia el interior del centro comercial.
—¿Los cuerpos están listos para ser retirados de la escena?— interrogó Kyle al encontrarse con Lain.
Lain asintió.
—No debemos permitir que el pequeño presencie la salida.
—Callen cuidará bien de él, de todas formas, un pariente acaba de arribar y pedí que se quedara con él.
—Bien, prepárense para acicalar la escena— pidió la doctora Allan.
—Ayúdame a contener a los espectadores— pidió Lain hacia Kyle, a lo que el asintió.
Ambos se dirigieron hasta la entrada del sitio y Lain se acercó hacia la ambulancia en donde contempló a Callen tomando la mano del pequeño y una sonrisa se escapó de sus labios.
—Siento interrumpir— se disculpó Lain a lo que Callen se giró hacia él— Trasladaremos, ya sabes— avisó mientras señalaba el centro comercial— Cuida de él— pidió.
—No te preocupes, gracias por avisarme.
Lain asintió y llevó la mirada hacia el pequeño que los observaba aún con temor.
Sonrió al cruzar miradas con el niño para seguidamente acomodarse junto a Kyle y abrir paso a las camillas que trasladarían los cuerpos.
—¿La mujer es el familiar de quien hablabas?— interrogó Lain al observar a una mujer con el rostro rojizo e hinchado que estaba siendo interrogada por la policía.
—Aún no estoy seguro cuál es su parentesco con la familia, pero así parece— respondió Kyle.
El sonido de las camillas comenzó a oírse a la distancia y la multitud comenzó a amontonarse para poder observar los cuerpos más de cerca y junto con la multitud, la prensa que intentaba hacerse camino para hablar con las autoridades.
—¿Unas palabras?— pedían los reporteros mientras combatían con la multitud para encontrar un espacio al frente.
—¿Qué puede decirnos de asesinato?— un reportero se había acercado hacia Lain y estiró un micrófono de mano hacia él a la espera de una respuesta.
—Lo siento, no podemos dar declaraciones por el momento.
—¿Es cierto que Lahoz será liberado pronto?
Lain lo observó desconcertado.
—¿Cómo sabes eso?
—Entonces es cierto que lo liberaran pronto.
Lain se acercó hasta el periodista y lo observó con molestia.
—No sé cómo te has enterado de ello, pero es información clasificada y si llegas a difundirla pasará a ser un delito en contra de la protección de datos personales.
—No es tan confidencial si se habla libremente en una productora de televisión— replicó.
—¿De qué hablas?
—Fueron ustedes quienes acudieron en su ayuda y optaron por contárselo al público en primer lugar.
Lain observó con detenimiento la tarjeta de identificación del reportero.
"Galen Lias, reportero de Red Light"
¿La productora de Shira?, se preguntó para si mismo.
—No creo que se lo hayan dicho por voluntad propia y escuchar conversaciones ajenas, tampoco está bien.
Los cuerpos fueron ubicados en las ambulancias, listos para ser trasladados, mientras que la mujer que fue identificada como hermana de la fallecida, Zinei Fezon, seria traslada al hospital junto con el pequeño, Bayl Fezon.
Lain se hizo a un lado para seguidamente tomar su teléfono y presionar el icono de llamada en el contacto de Shira Klein.
—Buenos días, agente Boyle— saludó Shira del otro lado.
—Hay algo que necesito saber— el tono de Lain se oía claramente molesto—¿Has hablado con alguien de la productora acerca de la liberación de Lahoz?
Pero no oyó respuesta del otro lado.
—Mira, Shira, solo ten cuidado, ¿de acuerdo?
—Solo lo he hablado con mi compañero de programación con el que he estado llevando a cabo el caso, no lo he hablado con más nadie, lo juro— respondió en tono de disculpa.
—Está bien, es solo que si se filtra la información, será un completo caos para Lahoz y ya ha pasado por mucho. Hablaremos de ello en público nuevamente cuando hayamos atrapado al verdadero asesino. Es verdad que saben que Lahoz no es el verdadero asesino, pero queremos facilitarles las cosas lo más que podamos.
—Si, claro, lo siento.
—Bien, debo regresar al trabajo.
—Agente Boyle, hay algo que debo decirle.
—¿Qué ocurre?— interrogó con preocupación.
—Alguien ha estado siguiéndome, no estoy segura de quien, pero lo he visto en varias ocasiones.
—¡¿Alguien ha estado siguiéndote?!— Lain se alarmó.
—He conseguido tomarle unas fotos, se las enviaré enseguida.
—¡Shira!— ambos sabían lo que significada eso.
—Bien, aceptaré la vigilancia. Para ser sincera...—Shira hizo una breve pausa y un suspiro se oyó del otro lado—Tengo miedo, agente.
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Editado: 21.08.2022