Somnus

I R R E A L I D A D

El equipo de Crímenes Violentos se encontraba frente al computador, a la espera de la reproducción de las grabaciones.

—Si, no hay nada entre las grabaciones, estaremos jodidos— se quejó Callen.

Athan comenzó a reproducir, en velocidad acelerada, las grabaciones de aquel día, pero nada extraño había aparecido.

—¿Eso es todo?— indagó Kyle atónito.

Athan asintió con extrañeza.

—Algo no está bien— comentó Athan.

—¿De qué hablas?— Callen lo observó con desentendimiento.

Athan retrocedió la grabación y observó con detenimiento la hora y el tiempo transcurrido.

—Hay un corte entre las nueve de la mañana y nueve y media. Presten atención en esta parte en la parte superior— señaló Athan en la parte del horario.

La grabación nuevamente se reprodujo.

—Hay un leve corte en ese horario.

—¿No hay manera de recuperarlo?— interrogó Callen con preocupación.

—No es posible, se ha eliminado desde el archivo original y no puedo restaurarlo.

Callen golpeó la mesa con frustración.

En ese momento, el teléfono de Callen sonó y rápidamente lo tomo, a la espera de que sea Lain, pero solo era un mensaje de su madre.

"Cariño, hay algo importante de lo que debemos hablar, ven a casa en cuanto puedas"

Callen omitió el mensaje y continuó analizando las grabaciones, pero nada podía serle de ayuda.

Recordó que llevaba el teléfono de Lain en uno de sus bolsillos y rápidamente lo extendió hacia Athan.

—¿Puedes revisarlo?, puede que haya algo que nos sea de ayuda— pidió Callen.

Athan conecto el teléfono en el computador y comenzó a analizarlo en busca de pistas, pero no había nada fuera de lo común.

—¿Por qué diría que pasaría la noche contigo cuando no ha sido así?— interrogó Kyle.

—Tal vez no fue el quién ha enviado el mensaje— respondió Dan y la atención se desvió hacia él.

—¿Cómo estás tan seguro?

—Detente un momento, ¿estamos asumiendo que algo malo pasó con Lain?— interrogó desconcertado.

—Callen, es extraño que haya desaparecido de la nada sin decir nada, incluso su prometida no sabe nada de él, tenemos que estar abiertos a todas las posibilidades.

Callen inclinó la mirada con aflicción.

—Continúe, agente Tormen— pidió Kyle.

Y con el rostro apenado, Dan prosiguió.

—Si es alguien que conoce, no tendría que negarse en dejarlo ingresar en su vivienda y eso derribó a lo ocurrido posteriormente.

—¿Crees que pudo haber sido secuestrado?— interrogó Athan con inquietud.

—No podemos descartarlo— respondió.

—Si hay algo en la parte faltante de la grabación, entonces significa que sabía de quién se trataba, ¿por qué lo dejaría ingresar voluntariamente?— se sumó Jay— Honestamente, no creo que haya desaparecido porque sí, hay algo que descubrió y él lo sabe— acotó en referencia al asesino.

—¿Qué podemos hacer?— interrogó Athan con desasosiego—No hay pistas, no hay ningún indicio acerca de que pudo haber ocurrido con Lain y ni siquiera hemos descubierto quien es el asesino.

—Iré a ver a Nil, no podemos quedarnos sin hacer nada— informó Callen.

—¡Déjame ir contigo!— pidió Kyle.

—Bien, nos iremos ahora mismo.

Y seguidamente salieron de la estación para adentrarse en el vehículo de Callen y conducir hasta la prisión.

—Venimos a visitar al recluso, Zeth Nil— dijo rápidamente al acercarse hasta la recepción.

—Primero necesito sus datos.

Callen tomó su documento de identificación para seguidamente estirarlo hasta la recepcionista, mientras que Kyle imito su acción.

—Bien, tomen asiento— pidió la recepcionista.

Y con la intranquilidad a flor de piel, tomaron asiento en la sala de espera.

Alrededor de veinte minutos transcurrió antes de ser llamados por recepción. Rápidamente, se levantaron del asiento y se acercaron hasta ella.

—Depositen sus pertenencias en la canasta y luego diríjanse hasta el lector de metal— pidió la mujer.

Callen y Kyle se deshicieron de sus pertenencias para seguidamente avanzar hasta el lector de metal en el cual no tuvieron problemas para pasarlo.

Un cacheo fue realizado finalmente antes de llegar a la sala de visita.

—Avancen hasta la sala de visita, por favor— pidió el guardia.

Ambos se adentraron en la sala de visita y tomaron asiento en uno de los compartimientos, a la espera de la llegada de Nil.

La puerta del otro lado se abrió y Nil entró por ella.

Una sonrisa de diversión se dibujaba en su rostro.

— ¿A qué se debe este honor, agentes?— interrogó mientras tomaba asiento frente a ellos.

—Sabes por qué estamos aquí— respondió con frialdad.

—¿Lo sé?, ¿debería saberlo?— respondió con desinterés.

—¡No juegues conmigo, Nil!

Nil soltó una carcajada mientras daba palmada con sus manos.

—Me has atrapado por completo— respondió estupefacto.

—¡Nil!— esbozó con furia mientras le daba un fuerte golpe a la ventanilla que los separaba.

—Bien, bien, de acuerdo— dijo con tranquilidad mientras hacía un gesto para que se calmara—¿Qué desean saber?

—¡¿Dónde está Lain?!

Nil lo observó completamente desconcertado.

—¿Boyle?, ¿qué hay con él?

—¡Dime donde está!

—¿Por qué sabría donde está?. Míreme, agente— Nil se acercó hasta el vidrio— Estoy encerrado entre cuatro paredes, ¿cómo podría saber lo que ocurre afuera?

Nil se recostó sobre su silla mientras observaba a Callen con diversión.

—¡¿Qué es lo que te resulta tan divertido?!

—Oh, no me malinterprete, agente. No me resulta divertido, me resulta asombroso.

Callen lo observó con la ira impresa en su rostro.

—¿Te resulta asombroso que un agente este desaparecido?

Nil alzó sus hombros con desinterés en respuesta.

—¿Por qué debería importarme siquiera alguno de los que me metieron tras las rejas?




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