Somnus

C U L P A

Tanto Callen como Asher se encontraban en medio del bosque en una oscura noche.

—Solo cava un poco más— pidió Asher.

Mientras que a un lado, Lain se encontraba envuelto en una bolsa de plástico, listo para ser arrojado dentro de la improvisada fosa.

Asher tomó su teléfono y largó un suspiro de frustración.

—Hay problemas con Neila, ¿puedes encargarte de él?— interrogó Asher en referencia a Lain.

Callen llevo la mirada hacia el reloj en su muñeca.

—Aún tengo algo de tiempo, terminaré para entonces.

—No cometas errores, Cam, ¿entendido?

Callen asintió y observó a Asher alejándose a la distancia para seguidamente desaparecer entre la oscuridad de la noche.

Con la pala entre manos, continuó cavando un profundo pozo y cuando logró la profundidad deseada, Callen salió de la fosa para seguidamente tomar un breve descanso.

—¿Callen?— oyó la voz quebrajada de Lain.

Giró la mirada y largó un suspiro de molestia.

—Callen, eres tú, ¿verdad?

—¿No puedes callarte incluso estando a punto de morir?

—Lo siento, Callen— se disculpó con la voz solloza.

—¿Por qué te disculpas?— interrogó con irritación.

Y llevó la mirada hacia la bolsa, podía notar que se le dificultaba respirar.

—No es tu culpa y lo siento por no haberme dado cuenta de cuanto habías sufrido a tal punto, pero ahora lo entiendo.

—¿Lo entiendes?

Y una carcajada se escapó de sus labios.

Callen se acercó hacia Lain y realizo un pequeño corte en la parte superior de la bolsa, el aire volvía a llenar los pulmones de Lain.

—¿Qué puede entender alguien como tú?

Un gemido de dolor se escapó de los labios de Lain.

—Si, no he sufrido ni la mitad de lo que has sufrido, pero las personas que te hicieron daño, ya no están, entonces, ¿cuál es el punto de hacerle lo mismo al alguien más?

—¿Cuántas veces debo repetirlo?, solo es divertido.

—¿Es divertido seguir las órdenes de alguien más?

—¿Crees que comenzó cuando me reencontré con Asher?

Callen comenzó a negar con la cabeza.

—Para entonces, ya había asesinado a alguien y tal vez haber incentivado al suicidio de alguien más, admito que lo ayudé un poco y me deshice de Neil Bonzo y Arlet Ros. Pero en fin, el tiempo está agotándose.

Callen retomó la postura y tomó a Lain de sus pies para seguidamente arrastrarlo dentro de la fosa y comenzar a rellenar la fosa con la tierra que había removido con anterioridad.

—¿Lo recuerdas?— se oyó nuevamente la voz de Lain— Me pediste que en la próxima vida regresara como tu hermano mayor y te pedí lo mismo, te pedí que regresaras como mi hermano menor.

La tierra continuaba cayendo sobre el cuerpo de Lain.

—Aun así renaceré como tu hermano— y su voz se quebró.

—¡Cállate!— gritó Callen mientras un dolor de cabeza se iba incrementando en su cabeza.

—Siento no poder haberte protegido en esta vida, prometo hacerla en la próxima, Callen, solo asegúrate de que nos volvamos a encontrar.

—¡Cállate!— gritó nuevamente y la pala se deslizó de sus manos.

Tomó su cabeza entre sus manos y cayó de rodillas hacia el suelo.

—¡Callen!— llamó Lain— ¡No dejes que te controle!

Y unos gemidos de dolor se oyeron por parte de Callen.

—¡Cállate!

Y segundos después, cayó inconsciente junto a la fosa.

—Callen— llamó nuevamente.

Pero no hubo respuesta.

Sus ojos se abrieron lentamente y observó a su alrededor. Su expresión se había suavizado por completo.

—¿Qué es esto?— se preguntó a si mismo al observar la fosa.

Se acercó hacia ella y observó su interior.

El rostro de Lain aún se encontraba visible.

—¿Lain?

Rápidamente, observó su alrededor para encontrar algo que lo ayude a sacar a Lain y pudo notar que había una escalera improvisada en ella.

Bajó por la escalera y con sus manos temblando, intentó quitar la tierra que lo cubría.

—Lain— llamó.

Lain comenzó a toser y con desesperación continuo quitando la tierra.

—Callen— esbozó Lain con dificultad.

—Voy a sacarte— aseguró.

Una vez que logro quitar gran parte de la tierra, rompió la bolsa que lo cubría.

—¿Puedes moverte?— interrogó Callen.

—¿Eres Callen?

Pero no lucia como el, una mirada de inocencia invadía su rostro.

Callen negó repetitivamente con su cabeza.

—¿Cam?

Y nuevamente negó.

—Soy Ailan.

—¿Ailan?

Y este asintió.

—Voy a ayudarte a salir de aquí, antes de que Cam logre regresar.

Lain lo observó con completa aflicción y con dificultad, lograron salir de la fosa.

—Debes irte antes de que Cam vuelva.

Una lágrima cayó por el rostro de Lain.

—¿Cuántos años tienes, Ailan?

Y extendió todos sus dedos a mano abierta.

—¿Tienes diez años?

Callen asintió.

Y Lain no hizo más que rodearlo con sus brazos mientras las lágrimas se deslizaban por sus mejillas.

—Lo siento, lo siento mucho.

—¡Mátalo!— oyó la voz de Cam merodeando por su mente.

—¡No!— vociferó Ailan en respuesta.

—¿Te encuentras bien?— Lain apoyo sus manos sobre los hombros de Callen.

Callen tomó su cabeza entre sus manos.

—¡No hay tiempo, debes irte!

—¡Mátalo!— volvió a oír su voz.

Callen comenzó a golpear sus oídos.

—¡Cállate, he dicho que no!

Su respiración empezó a acelerarse hasta que progresivamente volvió a la normalidad.

Subió la mirada y observó al hombre frente a él para seguidamente formar una sonrisa.

Cam volvía a tener el control.

Callen se soltó de las manos de Lain y tomó un martillo que se encontraba en la escena.

Se detuvo frente a él y levantó el martillo con ambas manos. Lain no podía enunciar palabra alguna, se hallaba totalmente paralizado.




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