Somnus

D E S G A N O

Callen y Lain avanzaron con lentitud hasta la estación y es que el dolor no había disminuido en Lain.

Al adentrarse en la estación, el equipo de Crímenes Violentos salieron a su encuentro con emoción.

—¡Te encuentras bien!— comentó Athan con alivio—¡Lo has salvado, Callen!

—Agente Boyle, nos alegra verlo nuevamente— se sumó Kyle.

Pero tanto Lain como Callen, se encontraban en completo silencio y con la mirada afligida, por su parte, Lain estaba haciendo un gran esfuerzo por contener las lágrimas.

—¿Qué ocurre?— interrogó Athan ante el notorio ambiente.

Dan y Jay observaban la escena con completo desentendimiento.

Lain llevó la mirada hacia las esposas que llevaba Athan para seguidamente caminar hacia él y tomarlas.

—Callen, ¿qué está pasando?— interrogó Kyle, pero Callen inclinó la cabeza en respuesta.

Lain caminó de regreso hacia Callen y levantó la mirada hacia él.

—Quedas bajo arresto por los asesinatos de Neil Bonzo y Arlet Ros— Lain tomó las manos de Callen y su voz se quebró por completo.

El equipo se encontraban completamente pasmados.

—Lain— volvió a oírse la voz de Athan— Debe haber un error.

Las lágrimas no tardaron en caer por el rostro de Lain.

—Tienes derecho a guardar silencio— una de las esposas había encerrado una de sus manos— Todo lo que digas podrá y será usado en tu contra— la mano restante fue esposada— Tienes derecho a solicitar un abogado— Lain no podía sacar la mirada de las esposas— Si no puedes pagar uno, el estado te propiciaría uno.

Y seguidamente lo tomó de uno de sus brazos para llevarlo a las celdas temporales.

—Volveré en un rato— informó Lain.

Se dirigió hasta su escritorio en el que descanso momentáneamente mientras observaba los escritorios de Sabas y Callen con gran aflicción.

Con un kit de primeros auxilios, limpió las heridas que llevaba en su rostro y seguidamente se dirigió hasta la sala de planificación en donde se encontraba el equipo de Crímenes Violentos.

El equipo se silenció en cuanto ingresó a la habitación, Lain avanzó hasta la pizarra de pruebas y se detuvo momentáneamente a observarla, la foto de Sabas aún se encontraba en ella.

Lain señaló la foto de Sabas y el nudo en la garganta lentamente se fue desvaneciendo.

—Sabas— negó repetidamente con la cabeza— Asher Rost, es el asesino que hemos estado buscando todo este tiempo.

Lain se giró hacia el equipo y tomó asiento junto a ellos. Su mirada estaba completamente perdida.

—¿Qué quieres decir?— interrogó Athan con desentendimiento— ¡Sabas está muerto!

—Es lo que también creía— respondió con desgano— Hasta que lo vi con mis propios ojos y lo oí de su propia boca.

—¿Qué?, ¡no puedes jugar con nosotros de esa manera!— respondió Athan con molestia.

Lain llevó la mirada hacia Athan y nuevamente intentó contener las lágrimas.

—Te estoy diciendo que lo vi con mis propios ojos— y la aflicción comenzaba a transformarse en desilusión— La persona por la que lloramos incansablemente y a la cual le brindamos todo nuestro apoyo y aprecio, está viva y es la misma persona que hemos estado buscando todo este tiempo.

—¡No es posible, Lain!— y Athan salió de la sala con molestia.

Athan caminó con pasos acelerados hasta la celda en la que se encontraba Callen e intentó controlar su molestia mezclado con unas notables ganar de llorar.

—¿Es verdad lo que dijo Lain?, ¿Sabas está vivo?

Athan observó a Callen, quien se encontraba sentado en la acera de la celda.

Callen no hizo más que asentir sin girar la mirada hacia Athan.

—¡No es posible!— replicó mientras agregaba su frente con una de sus manos con frustración— Es una broma, ¿verdad?

Pero Callen no respondió.

Un fuerte golpe sacudió los barrotes de la celda y es que la paciencia de Athan comenzaba a agotarse.

—¡Mírame y respóndeme, Callen!

Callen retomó la postura y se acercó hasta él.

—Sé que es difícil de creer, pero debes apoyar a Lain, deben atrapar a Asher antes de que escape o siga asesinando. Aún no sé cómo lo hizo, pero cambió su identidad y fingió su muerte. Deben revisar la tumba y comprobarlo.

—¿Creés que tiene algo de sentido algo de lo que están diciendo?. ¿Se aliaron para hacernos alguna clase de broma?

—¡Athan!— enunció con firmeza— Procésalo, supéralo y apoya a Lain. Deben encontrarlo antes de que sea tarde.

Y Athan se desplomó en llanto.

Lain no tardó en llegar para seguidamente palmear el hombro de Athan.

—Serás llevado a la sala de interrogación— informó Lain a Callen.

A lo que Callen no hizo más que asentir.

—Vámonos, Athan. Tenemos trabajo que hacer.

—Lain— llamó Callen.

Lain llevó la mirada hacia él.

—Llama a Leah, debes estar realmente preocupada por ti.

Lain tomó a Athan y ambos regresaron a la sala de planificación.

Athan tomó el teléfono de Lain que aún se encontraba resguardado y lo extendió hacia él.

—El día de tu desaparición, Callen llegó con tu teléfono y ha estado aquí desde entonces— comentó mientras secaba sus lágrimas.

—Gracias, Athan. Regresaré enseguida.

Lain se dirigió hasta el estacionamiento trasero y no pudo evitar derramar lágrimas al recordar la grabación de vídeo.

Luego de recomponerse, encendió el teléfono y espero a que se iniciara.

Buscó el nombre de Leah entre los contactos y presionó el icono de llamada.

—¡Lain!— oyó su voz al otro lado—¡Lain, ¿eres tú?!

Nuevamente, las lágrimas se deslizaron por el rostro de Lain al oír la voz de Leah.

—Leah...

—¿Te encuentras bien?, ¿dónde estás?, ¡podría haber muerto de la preocupación!

Un nudo se formó en su garganta que luchó por desvanecer.

—Lo siento, realmente lo siento.

—Cariño...¿qué ocurre?, ¿qué es lo que ha pasado?




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