Alissa
Estaba parada frente a la puerta de la escuela, muchos chicos aún continuaban afuera, yo solo miraba el interior a través de la enorme puerta de cristal. Podía ver que todos se divertían, algunos cantaban en los pasillos y golpeaban los casilleros para crear una hermosa melodía; La música resonaba por las paredes de la escuela.
Otros chicos pasaban con sus patinetas y hacían maniobras sorprendentes, la mayoría de las chicas platicaban y se reían mientras caminaban hacía sus salones.
Quería entrar y acompañarlos, pero yo estaba inmóvil, solo miraba el reflejo de aquella chica castaña que dudaba de si misma, miraba mis ojos oscuros y mi rostro de soledad, todo mi cuerpo tenía escalofríos porque jamás había pisado una escuela.
En mi vida, nunca tuve amigos, mi madre decía que no podía relacionarme con los demás, puesto que podrían ser una mala influencia.
Yo, soy Alissa Alba de Priestley, y tengo tantas cosas que contar...
Inglaterra, es donde yo nací. Viví encerrada en casa durante dieciséis años, pero al fin, mi madre decidió mudarse a San Francisco después de que la empresa donde ella trabajaba, le diera una gran oferta de trabajo en Estados Unidos, y por primera vez en mi vida, iba a estudiar en una escuela.
Después, pasé a estar parada frente a una enorme puerta que quería y no quería cruzar. Me vi obligada a cruzar esa puerta cuando la campana sonó, entre empujones logré entrar a la escuela.
Todo era asombroso para mí, la escuela era muy amplia, las instalaciones contaban con tres pisos, con muchos salones y talleres. Amaba las paredes de ladrillo, y los casilleros color menta, me fascinaban.
No tenía idea de a dónde ir, así que, me senté en el suelo, justo en frente de la oficina de la directora, que, en ese momento, no sabía que lo era.
Estuve mucho tiempo esperando a que alguien me entregara mi horario y me dijera a dónde tenía que ir, pero lo único que conseguí, fue un gran susto al notar que una chica de cabello pelirrojo, el cual llevaba atado en una coleta, se apareciera a lado de mi comiendo... ¿Brownies?
Ella miraba su celular mientras comía aquellos pastelillos de chocolate, la miré por un instante, y después ella pregunto sin dejar de mirar su celular, que es lo que estaba haciendo sentada en el suelo.
No respondí nada porque no sabía que decir, me había quedado sin palabras por el susto que me hizo pasar, pero ella continuó haciendo preguntas, como si yo fuese amiga suya, lo cual era extraño, especialmente para mí.
Al ver que yo no respondía ninguna de sus preguntas, guardó su celular y dejó de comer brownies, después me dijo:
—Perdón si te hice sentir incomoda, soy Sam ¿eres nueva no?
Realmente no me había hecho sentir incomoda, solo no sabía que responder, y era extraño para mí, hablar con personas fuera de mi familia.
Sam parecía ser una buena chica, era muy bonita, tenía ojos azul celeste y su cabello era pelirrojo, tal vez tenía una baja estatura, pero, aun así, Sam era bastante linda, aunque muy ruda.
Respondí a la última pregunta de Sam, y le pedí ayuda para encontrar la oficina de la directora, pero ella se rio a carcajadas porque la oficina, estaba justo detrás de mí.
Me acompañó a recoger mi horario, y me dijo que estaba en la misma clase de su mejor amiga, la clase 1B.
Como todavía no tenía mi primera clase, volví a sentarme en el mismo lugar de antes, y Sam me siguió.
Estuvimos hablando de Peter Ohm, un cantante inglés que a ambas nos gustaba, pero fuimos interrumpidas por una chica que gritaba el nombre de Sam por toda la escuela.
—¿Qué es lo que te pasa? —Sam preguntó un poco molesta a aquella chica que se había parado frente a nosotras.
Me sorprendí al ver lo alta que era, pero todavía más, cuando vi su cabello, porque estaba bastante esponjado y enredado, era como si alguien le hubiese lanzado paja en la cabeza, igual de amarillo y desordenado. Pero, era una chica muy linda, sus ojos azul oscuro, casi negros, hacían que dejaras de mirar su cabello alborotado.
—Sam, Sam, Sam, Sam, Sam... No vas a creerlo —Gritaba la chica rubia muy emocionada.
—¿Qué? —Sam preguntó sin ganas de saberlo.
—¡Will me miró! —La del cabello de paja gritó tan fuerte que hizo enojar a Sam.
—¿Y eso qué? —Sam dijo fastidiada.
—¿Quién es Will? —Pregunté confundida y la chica me miró detenidamente.
—No es posible ¿no sabes quien es Will? —La chica preguntó y respondí moviendo la cabeza hacía ambos lados para decir que no— Will es el chico más guapo de toda la escuela, el más popular, el más perfecto, hijo del entrenador Hales y una estrella en la música —Explicó tan rápido que se quedó sin aliento— y ¿quién eres tú? —Pestañeó dos veces.
—Lo siento, no me había presentado antes con ninguna de las dos, soy Alissa Alba de Priestley, pero solo díganme Alissa.
—Yo soy Karen Kepler —Se presentó y volvió a pestañear dos veces— y volviendo a lo de Will...
—Basta Karen, no es para tanto, ese chico solo es un presumido cabeza de brócoli —Sam opinó molesta.
#6365 en Joven Adulto
#18238 en Otros
adolescente, adolescentes amistad amor, adolescente humor novelajuvenil
Editado: 03.01.2021