11.

Zaphire:

El plato se hace pedazos contra el suelo de la cocina, mis manos tiemblan con violencia mientras trato de recuperar el aliento.

Ha sucedido nuevamente.

Las cicatrices en mi cuerpo han vuelto a arder, han vuelto a sangrar y a revivir horribles recuerdos que quisiera borrar de mi existencia. Es como si volviera a ver aquellos ojos oscurecidos por violáceas bolsas, esa piel blanca y helada, esos colmillos afilados y ese tono de voz tan suave que me enloquecía.

El día en el que Bellamy Waldorf reclamó sus beneficios como cliente premium, mi mundo se vino abajo. Me llevó a su casa, me sometió en un segundo y todo comenzó.
Fueron doce horas de torturas. De mordidas. De abuso.

Me destrozó de tal manera que terminé rogándole a Aqua que hable con Phanton, le rogué con tanta desesperación que lo hizo.
Bellamy es un sádico que se dedica a secuestrar humanas para su diversión. Recuerdo que me ató con cadenas a la pared, mis manos por sobre mi cabeza, mi cuerpo desnudo, sus dientes en mi cuello, succionando mi sangre, causando una horrible sensación y puro dolor. Me golpeó tantas veces que me dejó inconsciente y no se detuvo por ello. Esperó a que despertara para levantar mis piernas y aprovechar lo débil que me habían dejado sus mordidas. No podía luchar, no podía gritar, no podía detenerlo...

Dios sabe que traté de pensar en cualquier cosa con tal de no pensar en lo que me estaba haciendo, pero me era imposible, dolía demasiado.

Me arrojó como si fuese basura frente a la entrada de la casa Phanton y simplemente caí rendida al suelo. No pude parar de llorar por semanas. No pude salir de mi habitación.
Phanton comprendió que no todos podían gozar del privilegio y lo revocó. Solo los humanos podrían.

Aqua le hizo un gran escándalo y le agradezco eso en cierta forma.

Ahora todo volvió a mi mente, no puedo contener las lágrimas, no puedo moverme mientras el dolor se esparce por mi cuerpo.

— ¿Qué fue todo ese ruido? —espeta Gravity entrando en la cocina.

Debido a que Aqua ya no puede quedarse conmigo, Gravity lo hará para que no se mate con Lena. No nos llevamos bien, pero sí mejor que ellas dos. La híbrida fue herida y mi amiga también, ambas se están recuperando, aunque a Gravity le es más rápido debido a lo que es.

Niego frenéticamente con la cabeza y me agacho para recoger los trozos del plato destrozado, pero me tiemblan tanto las manos que me es imposible. Trato de contener un sollozo, la vergüenza se apodera de mí y me siento muy torpe.

Ella se arrodilla frente a mí y se nota que le cuesta agacharse, su pantalón tiro alto se clava en su costado, donde está la venda que trata de mantener segura la puñalada. Su rostro se arruga por un milisegundo y comienza a amontonar los trozos en un costado, sin mirarme.

Mi pecho duele tanto que ni siquiera me atrevo a hablar, solo articulo un «lo siento».

Entonces se corta con uno de los pedazos y veo su dedo sangrar frente a mis ojos. Cazo su mano antes de siquiera darme cuenta y meto su dedo en mi boca, tomándola por sorpresa. Saboreando su sangre de un sabor extraño. Mi pulso se acelera aun más y cuando reacciono, me aparto bruscamente.

—Mierda —murmuro cubriendo mi boca con mi mano.

La híbrida solo me mira, sorprendida y confundida.

—Tus ojos... —dice—, cambiaron de color por un momento.

—Y-Yo... —balbuceo—, lo siento. No sé qué me sucede...

— ¿Te mordió un vampiro? —pregunta sin más rodeos—. Maldita sea, humana. Acabas de lamer mi dedo como si fuese el kétchup de una papa frita. No me mientas.

Me quedo callada. No quisiera contarle de Bellamy. No quisiera decirle a nadie. Con Aqua fue suficiente.

Jadeo con miedo y ella se abalanza sobre mí, aprisionando mis manos contra el frío suelo y no soy capaz de gritar. Se vale de una mano para arrancar la blusa que tengo puesta, dejando mi torso y sostén al descubierto.

Frunce el ceño y me mira con esos ojos claros antes de soltarme y retroceder.

—Zaphire, ¿cuántas veces te han mordido? —pregunta con horror—, es demasiado veneno de vampiro para alguien como tú, ¿qué haces con vida?

Mi mirada se fija en el techo, incapaz de moverme o hablar, las lágrimas descienden con cólera por mis mejillas y el miedo me consume.

¿Qué me está pasando?

— ¿Quién fue? —pregunta levantándose—. Vamos, habla. No me digas que proteges un Edward Cullen, porque no voy a creerte.

—N-No puedo decir eso...

— ¡¿Cómo que no?! ¡¿Acaso viste en lo que te estás convirtiendo?! —Me toma por los restos del cuello de mi blusa con violencia—. ¿Quieres que hable con Aqua? Ella no tolera a los vampiros. Si te conviertes en uno, tus días están contados.

—B-Bellamy Waldorf —digo finalmente y Gravity abre bien los ojos.

—Ese maldito imbécil. —Me suelta con brusquedad y se va caminando furiosa hacia la sala y luego oigo el portazo de la puerta principal.

Todo en mí parece temblar por lo que acaba de suceder, ¿cómo pude ser tan estúpida de darle su nombre? Si Phanton no había tomado cartas en el asunto, fue porque ese vampiro es uno de sus mayores socios, si le sucede algo, sabrá que fue culpa mía, lo sé.

Me levanto y corro hacia la puerta, sin importar que mi blusa esté destrozada, pero cuando llego al pasillo, es tarde. Gravity se ha ido.

~•°•~

Cameron:

Mi pecho quema mientras expulso toda esa materia brillante de dentro de mí, mi magia desborda por todos lados porque no puedo utilizarla y cada vez es peor, para colmo no puedo contarle a nadie de esto. No quiero causar más problemas. Mi espalda me está matando y mi cabeza late con dolor.

Es que no soy capaz de utilizar todo esto, no puedo manejarla, lo he intentado, maldita sea. He tratado de hacerlo tantas veces... Pero nunca ha funcionado, todos mis intentos acabaron en fracaso. Estoy harto de vomitar esto, de sentirme mal y no poder hacer nada al respecto. Si tengo otra recaída como en el restaurante, no sé qué pasará. No sé qué podría hacer. Phanton enfurecería, Wek me mataría y los demás se preocuparían en vano.