Somos Veneno.

22.

Zaphire:

La camioneta frena frente a una gran casa en las afueras de la ciudad. Tiene un aspecto algo antiguo. Gravity se quedó dormida contra mi hombro y Lena sigue sin despertar. Liliana, la vampiresa que nos ha recogido, se quedó mirando algo en su celular el resto del viaje.

-Dime, Zaphire, ¿de quién te has estado alimentando? -pregunta y nuestros ojos se encuentran-, ¿Humanos?

-No exactamente... -digo desviando la mirada-. ¿Por qué?

-Porque la primer especie de la que te alimentes será la predeterminada por el resto de tu vida.

- ¿C-Cómo?

- ¿Gravity no te lo dijo? Es algo básico que se sabe de nosotros.

- ¿Qué sucede si me alimento de otra criatura?

-Tu cuerpo no lo soportaría.

No puedo creerlo, ¿qué más me esconde Gravity? ¿O es que tampoco sabía sobre esto?

Maldita sea, me he convertido en un monstruo. Debo beber de híbridos, no puedo... No puedo sobrevivir de esta híbrida por el resto de mi vida, la terminaré desangrando y deberé buscar otro alimento.

-Bebí de Gravity -admito finalmente-. No... No sé qué hacer.

Menea lentamente con la cabeza con una sonrisa triste.

-Deberías hablar con ella.

-No quiero hacerle daño -digo-, no quiero ser esto. -Las lágrimas descienden por mis mejillas.

-Es tarde para lamentarse, Zaphire. Aprenderás a controlar tu forma y vivirás lo más cómoda posible.

La puerta se abre y Gravity abre un solo ojo para mirar si las cosas están en orden. Se estira sin importarle Lena o yo y me empuja para que baje del auto. Carga a Lena en su espalda.

Las puertas de la enorme mansión están abiertas y nos encaminamos hacia allí mientras que otra camioneta frena tras la nuestra. Al menos cinco personas con túnicas y capuchas que me impiden verlos bien bajan y se acercan.

-Ellos son la primera división de la generación Delta -informa Lily y se sacan las capuchas.

Son tres chicos y dos chicas. Uno tiene el cabello azulado y negro, unos ojos verdes y algunos piercings en su rostro. Los otros dos chicos son gemelos, de cabello rubio y ojos oscuros, de rostro fino y delicado. Mientras que las chicas tienen un aspecto un poco más descuidado, una de ellas tiene su cabello oscuro sujeto en una trenza despeinada y la otra trozos de hojas secas entre su pelo.

-Ellos son Mika. -Señala al de cabello negro y azul-. César y Connor... -Los gemelos-, Sasha y Mortya. -Las chicas.

- ¿Podemos entrar? La mierda que me inyectaste no alivió todo el dolor y la humana ésta pesa demasiado -escupe Gravity.

- ¿Y tú eras? -pregunta Mika alzando las cejas con sorna.

-La que pateará tu trasero si sigues hablando -espeta la rubia-. Vamos, castaña, necesito un lugar donde tirarme.

Da media vuelta y comienza a caminar dentro de la casa, ni siquiera me muevo.

- ¡Muévete, Zaphire! -exclama.

- ¡No tengo porqué obedecerte! -Le grito y me giro hacia los vampiros frente a mí-. Lamento que deban soportar sus groserías, es un placer, soy Zaphire Gregor.

Se siente extraño presentarme ante ellos.

-Si seguimos esperando aquí afuera, voy a morir de hambre -masculla la tal Mortya (la de las hojas secas en el pelo), rodeando mis hombros con su brazo-, entremos.

~•°•~

-Vaya, ¿qué tenemos aquí? -dice un hombre alto entrando en la oficina donde nos metieron.

Mi amiga sigue inconsciente y me preocupa, la han dejado en un diván en la habitación. Gravity luce adolorida, con su mano en su pecho y la mandíbula apretada.

No me ha dirigido ni una mirada desde que le grité en la entrada y me resulta ridículo. ¿Por qué debería obedecerle?

El hombre es de piel oscura y ojos negros. Tiene un bigote que me recuerda al de Freddie Mercury. Viste con una camisa rojiza y pantalones de vestir negros. Entre sus dedos se encuentra un cigarro eléctrico y el humo que exhala es de color azul.

-Gravity Priston, alias: La asesina Carmesí -explica Lily acercándose-. Es una híbrida del grupo de Kabock, la acompañan dos Anclas, una humana y una de los nuestros.

- ¿Me han investigado? -pregunta la rubia con indignación-, Somos conocidas de Wek, él...

-Sí, sí, he hablado con él -dice el hombre-. Díganme Bastian, es un placer. Las trataremos como invitadas de honor, tal y como Wek lo pidió.

-Mañana comenzaremos con tu entrenamiento, Zaphire -indica Lily-. Lo mejor sería que dediquen lo que queda de la noche a hablar sobre lo que pasó.

-No es tu maldito problema -espeta Gravity-, hablaré si tengo ganas de hacerlo. Necesito una solución a esto. -Señala su pecho ensangrentado.

Lamo mis labios antes de siquiera darme cuenta, es como un acto de reflejo al ver su herida y la sangre.

-Me encargaré de darte ropa nueva y una transfusión de sangre, te daré una nueva dosis de la medicina y eso debería bastar para que comiences a sanar por tu cuenta -explica Lily anotando unas cosas en un cuaderno de tapa dura y negro.

-Les asignaremos una habitación a cada una para que estén cómodas -musita Bastian y Gravity se endereza.

-No dejaré que mi Ancla quede indefensa, deben darnos la misma habitación a las tres. Sé que son lo suficientemente grandes, dormiré en un sillón si es necesario -exige la rubia.

-Está bien, pequeña asesina. -Sonríe el vampiro-. Será como tú digas.

Siento la aspereza en mi garganta y trato de contenerme.

-Vamos, híbrida, te haré una transfusión -dice Lily encaminándose hacia la puerta.

~•°•~

-No tardará más de una hora, pueden quedarse tranquilas -dice Liliana encendiendo la máquina que está conectada a Gravity.

La habitación tiene paredes negras y piso de alfombra rojo, parece ser una especie de enfermería gótica. Lena está recostada en una camilla a unos metros.

Cuando la vampira se va, me levanto de la cama de mi amiga, donde estaba sentada, y me acerco a la híbrida.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.